Significado de CONQUISTA DE CANAÁN Según La Biblia | Concepto y Definición

CONQUISTA DE CANAÁN Significado Bíblico

¿Qué Es CONQUISTA DE CANAÁN En La Biblia?

El libro de Josué y el primer capítulo del libro de Jueces describen la conquista de Canaán, que dio como resultado el establecimiento de Israel en la Tierra Prometida.
Trasfondo histórico
La conquista israelita se produjo cuando el control egipcio sobre Canaán se hallaba debilitado. Los historiadores están en desacuerdo sobre la fecha del éxodo, y en consecuencia no concuerdan en la fecha de la conquista. Las evidencias arqueológicas son ampliamente ambiguas debido a las similitudes entre la cultura israelita y la cananea, y a que los israelitas en general se abstuvieron de destruir y quemar las ciudades. La fecha tradicional del éxodo, basada en una interpretación literal de 1Re 6:1, es aprox. 1445 a.c. , lo que ubica la conquista alrededor de 1400–1350 a.c. Los que tienen más fe en la arqueología que en la información bíblica, y los que entienden que 1Re 6:1 y pasajes similares son figurados, comúnmente consideran que el éxodo ocurrió alrededor del 1280 a.c. Dicha fecha ubicaría la conquista aprox. en 1240–1190 a.c. Aunque no hay una fecha exacta para la conquista, es posible llegar a algunas conclusiones generales en cuanto a la situación de Canaán en el marco de tiempo aproximado en que se produjo. Poco después del 1500 a.c. , Egipto dominó Canaán. La sociedad cananea operaba conforme a un sistema feudal mediante el cual los reyes de las ciudades estado pagaban tributo a sus amos egipcios. Las ciudades-estado eran numerosas en la llanura costera palestina y estaban ampliamente pobladas. Las regiones montañosas contaban con pocos habitantes. Desde aprox. 1400 a.c. en adelante, el control egipcio sobre Canaán se debilitó, y dejó la tierra expuesta a una posible invasión de una fuerza externa.
La estrategia de Josué
Este encabezó una invasión de Canaán con tres campañas. Al final de la peregrinación en el desierto, los israelitas llegaron a las llanuras de Moab en Transjordania (“al otro lado del Jordán”). Allí sometieron a dos reyes locales, Sehón y Og (Núm 21:21-35). Algunas tribus israelitas, Rubén, Gad y la mitad de la tribu de Manasés, decidieron establecerse en este territorio recién conquistado (Núm 32:1-42).
Después de la muerte de Moisés, Josué se convirtió en el nuevo líder. Tal como Dios le indicó, Josué guió al pueblo a través del Río Jordán para entrar en Canaán. El cruce se hizo posible mediante una división sobrenatural de las aguas del Jordán (Jos 3:1-17; Jos 4:1-24). Después de cruzar el río, los israelitas acamparon en Gilgal. Josué dirigió desde allí la primera campaña militar contra los cananeos en los montes centrales escasamente poblados al noroeste del Mar Muerto. El objetivo inicial de ataque fue la antigua fortaleza de Jericó. Las fuerzas israelitas marcharon alrededor de la ciudad una vez por día durante seis días. Al séptimo día marcharon siete veces y luego hicieron sonar las trompetas y gritaron. Como resultado, los muros de Jericó se derrumbaron, lo que permitió que los invasores destruyeran la ciudad (Jos 6:1-27).
Los israelitas posteriormente intentaron conquistar la ciudad de Hai, donde sufrieron la primera derrota. La razón del fracaso fue que Acán, uno de los soldados israelitas, se había guardado parte del botín de la invasión a Jericó, acción que violaba las órdenes de Dios en cuanto a destruir todo lo que había en la ciudad. Después de la ejecución de Acán, los israelitas pudieron destruir Hai (Jos 7:1-26; Jos 8:1-35).
No todos los cananeos trataron de resistirse a la invasión de Israel. Un grupo, los gabaonitas, evitaron la destrucción engañando a los israelitas para que hicieran un pacto de paz con ellos (Jos 9:1-27). Alarmados por la deserción de los gabaonitas frente a Israel, un grupo de reyes cananeos del sur encabezados por Adonisedec de Jerusalén, formaron una coalición contra la fuerza invasora. Los monarcas amenazaron con atacar a los gabaonitas, lo que provocó que Josué se lanzara a defender a sus nuevos aliados. Debido a una intervención sobrenatural, los israelitas pudieron derrotar a esta coalición. Luego Josué lanzó una campaña en el sur que dio como resultado la captura de varias ciudades cananeas (Jos 10:1-43).
La tercera y última campaña militar de Josué fue en el norte de Canaán. En esa región, el rey Jabín de Hazor formó una coalición de reyes vecinos para luchar contra los israelitas. Josué efectuó un ataque sorpresivo sobre ellos en las aguas de Merom y derrotó por completo al enemigo (Jos 11:1-15).
La invasión de Canaán se desarrolló con un éxito extraordinario. Extensas porciones de tierra se sometieron a los israelitas (Jos 11:16-23; Jos 12:1-24). No obstante, algunas regiones aún permanecían fuera de su control, como por ejemplo la tierra sumamente poblada a lo largo de la costa y varias ciudades cananeas importantes como Jerusalén (Jos 13:1-5; Jos 15:63; Jue 1:1-36). Los israelitas lucharon durante siglos para controlar estas regiones.
Establecimiento israelita
Las tribus de Israel se establecieron lentamente en Canaán sin eliminar por completo a la población nativa. Aunque algunas secciones de la tierra no se habían conquistado, Dios instruyó a Josué que les otorgara Canaán a las tribus que todavía no habían recibido territorio (Jos 13:7). Luego de la distribución de la tierra, Israel comenzó a ocupar su territorio. Jue 1:1-36 describe el establecimiento como un lento proceso mediante el cual las tribus en forma individual luchaban para echar a los cananeos. En el análisis final, las tribus tuvieron éxito limitado en la eliminación de la población nativa (Jue 1:1-36). Como resultado, Israel estuvo plagada durante siglos de la infiltración de elementos cananeos en su religión (Jue 2:1-5).
Reconstrucciones de la conquista
Se han propuesto varios modelos para entender la conquista de Canaán. La descripción previa de la naturaleza de la conquista y el establecimiento presenta un enfoque tradicional y armónico para la interpretación del material bíblico. Algunos eruditos han propuesto otros modelos de interpretación. Uno es el modelo de la inmigración, que da por sentado que no hubo una verdadera conquista de Canaán sino que personas de distintos orígenes inmigraron gradualmente a la zona después del 1300 a.c. , y finalmente obtuvieron control de las ciudades estado y se convirtieron en la nación de Israel. La dificultad con este modelo es que ignora el cuadro bíblico general que presenta a Dios al constituir la nación de Israel en el desierto y guiándola para que invadiera la Tierra Prometida.
Otros eruditos han desarrollado un modelo revolucionario para entender la naturaleza de la conquista. Este enfoque sugiere que no hubo una invasión importante de Canaán de parte de una fuerza externa sino que simplemente la inmigración de pequeños grupos de personas inspiraron a los campesinos cananeos para que se rebelaran. El resultado fue la destitución de los reyes de las ciudades estado y el surgimiento de lo que se convirtió en la nación de Israel. Esta interpretación de la conquista difiere del registro bíblico, al declarar que la mayor parte de la población de Israel estaba conformada por campesinos cananeos. También revela una tendencia a percibir en la historia de Israel la teoría marxista moderna de la lucha de clases. El mejor enfoque para entender la conquista de Canaán es el que tiene sus raíces en los materiales bíblicos. Ver Acán; Éxodo; Gilgal; Hai; Jericó; Josué.

Bob R. Ellis y e. Ray Clendenen

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