Significado de DESIERTO Según La Biblia | Concepto y Definición

DESIERTO Significado Bíblico

¿Qué Es DESIERTO En La Biblia?

Regiones con escasa precipitación al este y sur de Palestina, habitadas por nómadas con rebaños y manadas. Se mencionan tres desiertos principales en el relato bíblico: la meseta oriental de las montañas al este del Río Jordán, la región sur de Edom y el triángulo limitado por Gaza, el Mar Muerto y el Mar Rojo. La Biblia habla de los asaltantes del desierto, los amalecitas, los madianitas y los ismaelitas, que amenazaban a los agricultores de Palestina. Saúl alivió en alguna medida esta presión (1Sa 14:48).
Las regiones desérticas de Palestina recibían lluvias breves e intensas en marzo y abril. De vez en cuando florecían fugazmente, pero las largas temporadas de sequía les devolvían sus características desérticas habituales. El lenguaje hebreo distingue con varias palabras lo que llamamos de manera general desierto o erial.
Midbar es el término más destacado y global, pero se utiliza en diversos contextos con diferentes significados. Puede describir el límite meridional de la Tierra Prometida (Éxo 23:31; Deu 11:24). Este desierto meridional puede dividirse en varias áreas: Shur (Éxo 15:22), Sin (Éxo 16:1); Parán (Núm 12:16) y Zin (Núm 13:21). La región meridional completa del desierto puede llamarse Desierto del Sinaí (Éxo 19:1) sobre el cual se eleva el Monte Sinaí. Limita al norte con el Desierto de Judá (Jue 1:16), ubicado al este de la ruta que conecta Jerusalén con Hebrón. Cañones profundos y estrechos conducen desde las colinas de Judá hacia el Mar Muerto. Midbar también describe la región que rodea un asentamiento donde se pastorean las manadas (1Sa 23:24; 1Sa 24:1; 2Cr 20:20; comp. Jos 8:24). Los asentamientos en el desierto crecieron particularmente durante las épocas de estabilidad política y sirvieron como puestos militares contra las invasiones de los beduinos y como protección para el comercio en las rutas del desierto.
Arabah a menudo aparece como sinónimo de midbar. Es el término principal para la larga hendidura que se extiende desde el Mar de Galilea al Mar Muerto y hacia abajo al Mar Rojo. Describe la tierra donde predomina la sal y hay muy poca agua y vegetación. Arabah nunca se utiliza para describir tierra de pastura. Define el límite del este de la Tierra Prometida y a menudo se traduce “llanura” si no se translitera “Arabá” (Deu 3:17; Jos 12:1).
Yeshimon designa la tierra desechada que es improductiva. La palabra aparece ya sea en forma paralela a midbar o como parte de una designación territorial como en el caso de 1Sa 23:24. Dios manifiesta la esperanza de restauración de las tierras agrestes (Isa 43:19-20).
Chorbah describe la tierra caliente y seca o con campamentos destruidos. Puede indicar la tierra seca en oposición a la tierra cubierta por agua (Gén 7:22; Éxo 14:21). En Sal 102:7; Sal 106:9; Isa 25:5; Isa 50:2; Isa 51:3; Isa 64:10; Jer 25:9 describe al desierto.
Tsiyyah indica una región árida (Job 30:3; Sal 78:17; Sal 105:41; Isa 35:1; Jer 50:12; Sof 2:13).
Shamamah es una tierra desolada y tenebrosa, y con frecuencia describe la acción de Dios en la destrucción de un lugar (Éxo 23:29; Lev 26:33; Jer 4:27; Eze 6:14; Eze 23:33).
Negev (Negeb) se refiere a la tierra seca y es un nombre técnico para el desierto meridional cuya frontera septentrional está ubicada al norte de Beerseba. La precipitación anual varía entre 100 y 300 milímetros (4 a 12 pulgadas) por año, aunque tiene variaciones drásticas de un año a otro. Negev llegó a significar “sur” en hebreo y se podría traducir el “país del sur” (Gén 24:62).

Trent c. Buttler

Israel y el desierto
Históricamente, el desierto se relacionaba ante todo con el peregrinaje de los hebreos después de la salida milagrosa de Egipto y justo antes de la conquista de Transjordania. Cuando el pueblo volvía a relatar esta historia, se lo recordaba como el “grande y terrible desierto” (Deu 1:19; Deu 8:15). Había noticias buenas y malas en relación con este período de la existencia de la nación. La buena noticia era que Dios había provisto maná, codornices y agua de la roca. Él los había guiado en el desierto y se les había revelado en Sinaí/Horeb, el monte de la revelación y el lugar donde les había entregado las leyes del pacto. La mala noticia era que una y otra vez, estando en el desierto, se habían rebelado contra el Señor y habían murmurado contra Moisés. En la Biblia hebrea, el libro de Números se llama bemidbar, “en el desierto”. Relata la historia trágica de Cades-barnea en el Desierto de Parán y de la comisión de espías que persuadió al pueblo para que no atacara desde el sur la Tierra Prometida, razón por la cual una generación entera pereció en el desierto (Núm 13:1-33; Núm 14:1-45). En el libro de Salmos, al adorar a Dios, los israelitas confesaron estos pecados antiguos (Sal 78:40; Sal 106:26), y los predicadores del NT los utilizaron como advertencia para los “creyentes del desierto” para que no cometan los mismos errores (1Co 10:1-13; Heb 3:16-19). Como ya se ha indicado, se mencionaron varias regiones desérticas, como Sin, Shur, Sinaí, Parán y Zin en el trayecto del peregrinaje en el desierto. Algunos lugares específicos se relacionaron con los años de proscripción de David, por ej. el Desierto de En-gadi, de Judá, de Maón, de Zif. Jeremías en una ocasión anhelaba tener un albergue en el desierto como lugar para escapar de su audiencia rebelde (Jer 9:2). La gente de la época bíblica en su mayoría le temía al desierto por considerarlo un lugar habitado por bestias de presa, serpientes y escorpiones (incluso demonios), a donde se debía conducir el becerro de la expiación (Lev 16:10; Lev 16:22; Lev 16:26; Isa 13:21-22; Isa 34:13-14). Por lo tanto, fue el lugar apropiado para la tentación de Jesús (Mat 4:1-11; Mar 1:12-13; Luc 4:1-13).
Los profetas creían que la mayor parte de los problemas religiosos de Israel habían comenzado con el asentamiento en Canaán y la apostasía al adoptar la idolatría cananea, pero también miraban hacia el futuro a un peregrinaje renovado en el desierto (Ose 2:14-15; Ose 9:10; comp. Deu 32:10; Jer 2:2-3; Jer 31:2-3). Después del exilio babilónico habría un nuevo éxodo a través del desierto sirio del norte para convertir al Señor en su rey y preparar camino a Jehová (Eze 20:30-38; Isa 40:3-5). Juan el Bautista apareció en el Desierto de Judea como el precursor profético prometido (Mat 3:1-3; Mar 1:2-4; Luc 3:2-6; Jua 1:23). Jesús no solo venció al tentador en el desierto sino que alimentó a 4000 personas en un lugar desierto al este del Mar de Galilea (Mar 8:1-9). Ver Monte Sinaí; Parán; Peregrinación en el desierto; Shur, Desierto de; Sin, Desierto de.

M. Pierce Matheney

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