Significado de DIEZ MANDAMIENTOS Según La Biblia | Concepto y Definición

DIEZ MANDAMIENTOS Significado Bíblico

¿Qué Es DIEZ MANDAMIENTOS En La Biblia?

Aunque muchas personas llaman “Diez Mandamientos” al “Decálogo”, la opción no es la más acertada por varios motivos. Primero, impide ver que el AT los denomina de otro modo. Siempre que se hace referencia a ellos mediante un título, se identifica con la frase aseret haddebarim, “las diez palabras” (Éxo 34:28; Deu 4:13; Deu 10:4). Este significado se expresa con precisión en la palabra griega “decalogos”. En segundo lugar, tanto en el contexto original en que se entregó el decálogo (Éxo 20:1) como en el recuerdo de Moisés sobre lo sucedido en Deu 4:12 y Deu 5:22, los Diez Mandamientos se presentan como una serie de palabras habladas y no un conjunto de leyes. En tercer lugar, “Diez Mandamientos” no indica que el decálogo es el documento de un pacto cuya forma sigue la antigua tradición de los tratados efectuados en el Cercano Oriente. En cuarto lugar, como código de leyes, el decálogo es virtualmente imposible de cumplir. Por todos estos motivos, aunque las diez declaraciones se presentan como mandamientos, deberíamos seguir la idea de los textos bíblicos y referirnos a ellos como las “Diez Palabras/Declaraciones”, los diez principios fundamentales que rigen las relaciones del pacto. Las estipulaciones reveladas en el “libro del pacto”, en el “código de santidad” y en otras partes del Pentateuco constituyen aclaraciones y aplicaciones de estos principios. Es probable que las cláusulas del pacto se redujeran a 10 principios para que se pudieran memorizar fácilmente. Además de la mención que hace Moisés del decálogo en Deu 5:1-33, el AT ofrece poca o ninguna evidencia de que este tenga mayor autoridad que el resto de las leyes reveladas en el Sinaí. Esto no significa que estas tablas de la ley no se consideren especiales. Por el contrario, Moisés menciona que el decálogo contenía la única revelación comunicada por Dios directamente al pueblo (Deu 4:12-13; Deu 5:22) y puesta por escrito en las tablas de piedra por Su propia mano (Éxo 24:12; Éxo 31:18; Éxo 34:1; Deu 4:13; Deu 5:22; Deu 10:1-4). Todas las revelaciones siguientes en el Sinaí se le comunicaron al pueblo indirectamente por medio de Moisés, el mediador del pacto. El carácter especial de las tablas se demuestra en que fueron las únicas que se depositaron dentro del arca del pacto (Deu 10:5; 1Re 8:9).
La ley del pacto de Israel tenía dos formas predominantes. La ley casuística está estructurada en tercera persona, generalmente se refiere a situaciones específicas, suele mencionar consecuencias del cumplimiento/incumplimiento y está formulada de la siguiente manera: “Si una persona hace X, entonces Y será la consecuencia”. La ley apodíctica, por el contrario, está estructurada en segunda persona, normalmente trata principios generales, en raras ocasiones establece condiciones o menciona consecuencias y está formulada de la siguiente manera: “Deberás/ No deberás hacer X”. El decálogo pertenece a esta última categoría.
El decálogo puede interpretarse legítimamente como una declaración de derechos, quizás la primera del mundo. Sin embargo, a diferencia de las declaraciones de derechos actuales, este documento no tiene como objetivo garantizar los derechos de otras personas. A mí se me considera potencial infractor de los derechos de otra persona. Así interpretado, el significado de las diez declaraciones puede resumirse del siguiente modo:
1) El derecho de Dios a recibir lealtad exclusiva (Éxo 20:3; Deu 5:7).
2) El derecho de Dios a autodefinirse (Éxo 20:4-6; Deu 5:8-10).
3) El derecho de Dios a ser representado adecuadamente por Su pueblo (Éxo 20:7; Deu 5:11).
4) El derecho de Dios sobre el tiempo de Su pueblo (Éxo 20:8-11); el derecho de una familia a recibir un trato humanitario por parte de la cabeza del hogar (Deu 5:12-15).
5) El derecho de los padres a ser respetados (Éxo 20:12; Deu 5:16).
6) El derecho del prójimo a la vida (Éxo 20:13; Deu 5:17).
7) El derecho del prójimo a un matrimonio seguro (Éxo 20:14; Deu 5:18).
8) El derecho del prójimo a la propiedad privada (Éxo 20:15; Deu 5:19).
9) El derecho del prójimo a una audiencia justa ante un tribunal (Éxo 20:16; Deu 5:20).
10) El derecho del prójimo a tener una vida segura en la comunidad (Éxo 20:17; Deu 5:21).
Las primeras cuatro declaraciones protegen los derechos del Señor del pacto; las últimas seis protegen los derechos de la comunidad del pacto. El decálogo invita a los redimidos a responder a la gracia que experimentaron en la salvación comprometiéndose a cumplir con el pacto, primero para con Dios y luego para con las demás personas. Esta es la esencia del “amor” (’ahab) tal como se entiende en el AT y en el NT. Ver Ley, Diez Mandamientos, Torá.

 

Daniel I. Block

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