Significado de ELÍAS Según La Biblia | Concepto y Definición

ELÍAS Significado Bíblico

¿Qué Es ELÍAS En La Biblia?

Nombre de persona que significa “mi Dios es Yah”. Profeta (siglo IX a.c.). de Tisbé (o Tisbi) de Galaad en el Reino del Norte, el personaje más grande y más sentimental y soñador de Israel (1Re 17:12Re 2:18). Era un hombre complejo, que provenía del desierto y aconsejaba a los reyes. Su vida se entiende mejor considerada desde cuatro perspectivas históricas que en algunos momentos se entrecruzan: sus milagros, su lucha contra la adoración a Baal, su papel profético y su relación escatológica con el Mesías.
Milagros
Su primer milagro está asociado con la profecía que dio ante el rey Acab (1Re 17:1): no habría lluvia ni rocío a menos que Elías lo pidiera. Inmediatamente después de la profecía se retiró al arroyo de Querit, donde fue alimentado por cuervos. Su siguiente refugio fue Sarepta, donde realizó el milagro de resucitar al hijo de la viuda (1Re 17:17-24). Allí por primera vez se lo denominó “un hombre de Dios”.
En el Monte Carmelo, el milagro público más extraordinario implicó el enfrentamiento con los 450 profetas de Baal y los 400 profetas de Asera (1Re 18:19-40). El desafío tenía el propósito de confirmar quién era el Dios verdadero. Los falsos profetas invocaron a sus dioses y Elías invocó a su Dios para ver cuál de ellos haría llover fuego del cielo. Después de que los falsos profetas no lograron la respuesta de sus dioses paganos, Elías mojó la leña sobre el altar al Dios verdadero al derramarle cuatro cántaros de agua en tres ocasiones. En respuesta a la oración de Elías, Jehová hizo llover fuego del cielo, fuego que consumió la leña mojada. Como resultado del engaño de parte de los falsos profetas, Elías resolvió que murieran.
Elías luego profetizó desde el Carmelo que la sequía estaba llegando a su fin (1Re 18:41) después de tres años sin lluvia. Envió siete veces a su sirviente para que viera si se aproximaba lluvia. La séptima vez apareció en el horizonte una nube del tamaño de una mano, y Elías le comunicó a Acab que saliera de inmediato antes de la tormenta. El profeta corrió y llegó más rápido a Jezreel que el carro del rey y la tormenta.
Baalismo
La lucha contra el baalismo está entretejida con la vida de Elías. Jezabel, hija de Et-baal, rey de Sidón y de Tiro (1Re 16:31), era esposa de Acab y reina de Israel. Ella introdujo en el reino de Acab la adoración de su dios Baal. Incluso “Acab sirvió a Baal un poco” (2Re 10:18, LBLA). La confrontación en el Carmelo puso en evidencia el contraste entre las deidades. El poder de Jehová y la impotencia de Baal también quedaron demostrados por medio de la sequía. Jezabel decidió vengarse de Elías por la muerte de los falsos profetas, de modo que este retrocedió hacia Judá y finalmente al Monte Horeb. Allí contempló el poder del viento, del terremoto y del fuego; pero Dios no estaba en esas fuerzas. Con voz suave, Dios le ordenó que ungiera a Hazael como rey de Siria, a Jehú como rey de Israel y a Eliseo como su sucesor (1Re 19:1-17).
Profeta
El papel profético de Elías lo colocaba constantemente en oposición a la mayor parte del pueblo de su nación. Sus enfrentamientos proféticos incluyeron al rey Acab y, más tarde, a su hijo Ocozías. La razón permanente de las denuncias proféticas de Elías era la actitud tolerante hacia el politeísmo.
Cuando Ocozías se cayó y se hirió, envió mensajeros a preguntarle a Baal-zebub (el dios de las moscas) sobre su destino. Elías los interceptó y le mandó a decir a Ocozías que pronto moriría (2Re 1:1-18). El rey envió tres grupos diferentes de 50 soldados cada uno para arrestar a Elías. Los dos primeros grupos fueron destruidos por fuego del cielo. El capitán del tercer grupo rogó por su vida, lo escoltó a salvo hasta la presencia del rey, y Elías le profetizó al rey en persona sobre su muerte inminente.
Su relación con el Mesías
Elías y Eliseo eran parte de las escuelas de los profetas cuando Elías golpeó las aguas del Jordán y estas se dividieron para que pudieran cruzar (2Re 2:1-12).
Malaquías prometió que Dios enviaría al profeta Elías antes del “día del Señor” (Mal 4:5). De Juan el Bautista se dijo que iría delante del Mesías “con el espíritu y el poder de Elías” (Luc 1:17). Juan negó en forma categórica que él fuera Elías reencarnado (Jua 1:21; Jua 1:25). Algunos pensaban que Jesús era Elías (Mat 16:14; Mar 6:15).
El profeta apareció con Moisés en el Monte de la Transfiguración, donde hablaron con Jesús acerca de su “partida”. Allí fue donde Pedro sugirió que se construyeran tres tabernáculos, para Jesús, Moisés y Elías (Mat 17:4; Mar 9:5; Luc 9:33).
Los dos testigos a los que hace referencia Apo 11:6 no se identifican por nombre, pero su poder “para cerrar el cielo, a fin de que no llueva” hacen que muchos crean que son Moisés y Elías.

Nelson Price

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