Significado de GUERRA SANTA Según La Biblia | Concepto y Definición

GUERRA SANTA Significado Bíblico

¿Qué Es GUERRA SANTA En La Biblia?

La palabra hebrea para “guerra” aparece más de 300 veces en el AT. La posición estratégica de Palestina entre la Mesopotamia y Egipto hizo de la guerra una cruda realidad para la mayoría de sus habitantes durante los tiempos bíblicos. Israel pudo afirmar su posición en esa tierra mediante una guerra de conquista, y de allí en más, por medio de frecuentes acciones defensivas contra intrusos o invasores. Lamentablemente, la historia bélica de Israel también incluye diversos conflictos civiles.
La mayoría de los habitantes del antiguo Cercano Oriente consideraba la guerra como empresa sagrada donde estaba en juego el honor y el poder del Dios de la nación. Sin embargo, para Israel, la guerra entrañaba el poder del Dios que había creado los cielos y la tierra. Los escritores bíblicos se refieren a los conflictos que enfrentaba Israel como “batallas de Jehová” (Núm 21:14; 1Sa 18:17; 1Sa 25:28). A Dios se lo describe como un “guerrero” (Éxo 15:3; Isa 42:13) “poderoso en batalla” (Sal 24:8). Él es “Jehová de los ejércitos, el Dios de los escuadrones de Israel” (1Sa 17:45). Dios los guía y pelea por ellos (Deu 20:4; Jos 10:14; Jos 10:42; Jue 4:14). Él estableció el código de conducta para la guerra (Deu 20:10-18), y el botín de guerra le pertenece (Jos 6:19).
Antes de salir a la batalla, los ejércitos de Israel ofrecían un sacrificio a Dios (1Sa 7:9) y buscaban Su consejo (2Sa 5:23-24). Los guerreros debían ser puros y consagrados a Dios (Jos 3:5). La presencia divina en el campo de batalla estaba simbolizada por el arca del pacto (1Sa 4:5-7). Después de la victoria se ofrecían alabanzas a Dios en una celebración triunfal (Éxo 15:1-3).
En ocasiones, como acción final de una batalla, se requería que Israel pusiera todo bajo “anatema” (herem), lo cual significaba que toda la población y los bienes de la ciudad derrotada serían separados para Dios a fin de ser destruidos (Deu 7:2; Deu 20:17; Jos 8:2; 1Sa 15:3). Solo se salvaban los objetos metálicos (Jos 6:18-24). Quienes se atrevieran a transgredir este mandato sufrían graves consecuencias (Jos 7:1-26).
¿Por qué motivo un Dios bondadoso exigiría la total exterminación de las naciones que vivían en la Tierra Prometida? No hay respuestas sencillas para esta difícil pregunta. No obstante, hay tres puntos relevantes. Primero, el concepto de anatema existía también en las naciones vecinas de Israel. En una guerra, cada ser vivo y cada objeto debía ser dedicado a la deidad. Segundo, las reglas para poner bajo anatema el botín de guerra aparentemente solo se aplicaban a las ciudades que estaban dentro de la Tierra Prometida por Dios como herencia para Israel (Deu 20:16-18). En este contexto, el AT informa la ley de anatema especialmente en Arad (Núm 21:2-3); las ciudades de Sehón y Og (Deu 2:24; Deu 3:6); Jericó (Jos 6:21), Hai (Jos 8:26); las ciudades del sur de Canaán (Jos 10:28-43) y Hazor (Jos 11:11). Finalmente, debemos recordar que Israel solo tenía permitido expulsar a las naciones que vivían en la Tierra Prometida en función de las abominaciones pecaminosas de dichas naciones (Deu 9:4-5; Deu 18:9-14; Deu 20:16-18). En este sentido, Israel servía como instrumento del juicio divino contra esas naciones pecadoras. De manera similar, más tarde Dios permitiría que otra nación marchara sobre Judá para aplicar juicio divino (Hab 1:6-11).

Stephen J. Andrews

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