OFRENDA PARA LOS SANTOS Significado Bíblico
¿Qué Es OFRENDA PARA LOS SANTOS En La Biblia?
Cerca del final de ministerio de Pablo, este recolectó una ofrenda para los pobres de la iglesia de Jerusalén. Se desconoce la razón por la cual dicha iglesia tuviera tanta pobreza. Es probable que los judíos de Jerusalén hayan aislado del sistema económico a los judíos cristianos. Pablo y Bernabé prometieron ayuda (Gál 2:1-10), de modo que Pablo reunió este dinero de las iglesias gentiles donde ministraba. Estas iglesias incluían Filipos, Tesalónica, Corinto y Galacia. Él mencionó esta ofrenda en tres ocasiones en sus cartas. En 1Co 16:1-4, el apóstol indicó que deseaba que la iglesia separara algo de dinero el primer día de cada semana. En 2Co 8:1-24; 2Co 9:1-15, Pablo escribió diciendo que las iglesias de Macedonia habían dado generosamente y que Tito debía supervisar la concreción de la ofrenda en Corinto. Finalmente, en Rom 15:25, Pablo declaró que en ese momento iba hacia Jerusalén para entregar la ofrenda. La ofrenda fue impulsada por un sentido de agradecimiento espiritual hacia la iglesia de Jerusalén, que era la iglesia fundadora de iglesias. En Hechos, Lucas nunca mencionó las ofrendas en forma específica. En Hch 20:4 aparece una lista de hombres que acompañaron a Pablo a Jerusalén. (Este viaje corresponde a los planes de Rom 15:25.) Para Pablo, la importancia de esta ofrenda era doble. Primero, suplía una necesidad económica en Jerusalén. La inestabilidad política y la depresión económica general eran problemas que estaba atravesando Palestina. Había viudas que necesitaban ayuda regular (Hch 6:1), y compartir los bienes solo ofrecía un alivio temporal (Hch 4:32-37). Por esta razón, Pablo estaba ansioso de que los cristianos recordaran a los pobres (Gál 2:10). Segundo, la ofrenda tenía una importancia teológica para Pablo. El hecho de que los gentiles estuvieran dispuestos a ayudar a los judíos de esta manera convalidaba la misión de Pablo a los gentiles. La ofrenda era una evidencia de que dentro de la familia cristiana “no hay judío ni griego” (Gál 3:28).
Terence B. Ellis y Lynn Jones
