Significado de UNGÜENTO Según La Biblia | Concepto y Definición

UNGÜENTO Significado Bíblico

¿Qué Es UNGÜENTO En La Biblia?

Linimentos o pomadas perfumadas de diversas clases para cosméticos, medicina y ceremonias religiosas. Este uso aparentemente era una práctica común en el antiguo Cercano Oriente, incluso entre los hebreos.
Terminología
El AT utiliza diversas palabras para describir el ungüento. La más común, shemen, significa simplemente “aceite” (Gén 28:18; Ose 2:8). El AT no hace diferencia entre aceite y ungüento. En el NT, muron se traduce “perfume” (Mat 26:7; Mar 14:3-4; Luc 7:37-38).
Elaboración
La base del ungüento era el aceite de oliva. Los olivos eran muy comunes en Palestina; no obstante, las pomadas perfumadas eran muy costosas. La demanda de ungüentos se fue incrementando a medida que la gente intentaba protegerse del viento cálido del desierto y las condiciones áridas de la tierra.
La preparación de ungüentos era tarea de talentosos perfumadores. Bezaleel y Aholiab fueron designados por Dios para preparar el aceite sagrado y el incienso que se empleaban en la adoración (Éxo 31:1-11). En tanto que la mezcla de perfumes y aceite para uso secular probablemente la llevaban a cabo las mujeres (1Sa 8:13), las familias sacerdotales eran responsables de elaborar la gran cantidad de ungüentos utilizados en el templo (1Cr 9:30). En el período posexílico había en Jerusalén un grupo de personas capacitadas para la elaboración de perfumes (Neh 3:8). Su función era tomar varias gomas, resinas, raíces y tallos para combinarlos con aceite y elaborar diversos ungüentos para la unción. En muchos casos, la fórmula para estos ungüentos era un secreto profesional que se transmitía de una generación a otra. Fuentes egipcias y ugaríticas mostraron que el agua mezclada con aceite se calentaba en vasijas grandes (Job 41:31). Las especias se agregaban con el agua en ebullición. Después de mezclar los ingredientes, se traspasaban a recipientes apropiados. A fin de preservar la fragancia especial del ungüento perfumado, las tinajas de alabastro con cuello estrecho se sellaban en el momento de preparar el perfume y luego se rompían inmediatamente antes de usarlo (Mar 14:3). Los perfumes secos se guardaban en bolsas (Cnt 1:13) y en pomos (Isa 3:20; “cajitas” LBLA; “frasquitos” NVI). Ver Vasijas y utensilios.
Ingredientes
En la elaboración de ungüentos y perfumes se empleaban diversas especias: áloes (Sal 45:8; Jua 19:39); mirra (Gén 37:25; Gén 43:11; Cnt 5:1; Cnt 5:13; Mat 2:11, Est 2:12); gálbano (Éxo 30:34); nardo (Cnt 4:13-14; Mar 14:3), incienso (Isa 60:6; Mat 2:11); bálsamo (Gén 37:25; Jer 8:22); casia (Éxo 30:24); caña aromática o cálamo (Eze 27:19; Éxo 30:23; Cnt 4:14); canela (Éxo 30:23; Apo 18:13), estacte (Éxo 30:34) y uña aromática (Éxo 30:34). Esta última, ingrediente derivado de un molusco del Mar Rojo, se empleaba en la mezcla que se quemaba sobre el altar del incienso. Estas especias se utilizaban como incienso fragante en la adoración. También se mezclaban con aceite para elaborar cosméticos, medicinas y el aceite santo de la unción.
Valor
Los habitantes de Palestina importaban la mayoría de estas especias. La gran variedad empleada en la elaboración de ungüentos dio lugar a la aparición de mercaderes que comerciaban costosas materias primas y perfumes (Gén 37:28; Eze 27:17-22). En tiempos bíblicos, Arabia era uno de los principales mercados de especias aromáticas, que también se importaban de África, India y Persia. Los ungüentos perfumados eran sumamente apreciados. Salomón recibía un pago anual de especias aromáticas como tributo de sus súbditos (1Re 10:25); la reina de Sabá le llevó de regalo al rey muchas especias costosas (1Re 10:2). El rey Ezequías de Judá incluía como parte de su tesoro valiosos ungüentos perfumados y especias (2Re 20:13; Isa 39:2). Cuando María ungió a Jesús con una libra de perfume costoso, Judas Iscariote la reprendió porque el valor del ungüento equivalía al salario de un año de trabajo (Jua 12:3-8).
Uso
Muchos elementos personales se perfumaban con ungüentos aromáticos. El aliento se perfumaba (Cnt 7:8), probablemente con vino aromatizado (Cnt 8:2). Las vestiduras de los reyes se perfumaban con mirra, áloes y casia (Sal 45:8) o con mirra, incienso y “todo polvo aromático” (Cnt 3:6). La cama de la prostituta estaba perfumada con mirra, áloes y canela (Pro 7:17).
Uno de los usos más importantes del ungüento en el AT se llevaba a cabo en las ceremonias religiosas. La elaboración del aceite de la unción consistía en mezclar aceite de oliva con mirra, canela aromática, cálamo y casia (Éxo 30:22-25). Este aceite se consideraba santo; toda persona que elaboraba el aceite sagrado para usarlo fuera del lugar de adoración era excomulgada del pueblo (Éxo 30:33). Muchos eran ungidos con el aceite sagrado, acción donde se los designaba para el servicio a Dios. El escudo de un soldado se ungía con aceite (2Sa 1:21) para simbolizar la consagración a Dios. Jacob ungió la piedra de Bet-el, y este sitio donde Dios se le apareció se convirtió en lugar sagrado (Gén 28:18; Gén 35:14). Los ungüentos también se usaban en los ritos para la sepultura.
En el antiguo Cercano Oriente se creía profundamente en los poderes curativos del aceite. Por esta razón, se empleaban ungüentos como medicina en el tratamiento de algunas enfermedades (Jer 8:22; Mar 6:13; Stg 5:14) y para las heridas (Isa 1:6; Luc 10:34). La ley de Moisés ordenaba que se ungiera con aceite a la persona que se había curado de lepra (Lev 14:15-18; Lev 14:26-29).
Los ungüentos se utilizaban como cosméticos para proteger la piel. Los perfumes se empleaban para contrarrestar el olor corporal. Por lo general, todo el cuerpo se ungía con perfume después del baño (Rut 3:3; 2Sa 12:20; Eze 16:9). Los perfumes se usaban dentro de la ropa (Cnt 1:13) y, en el caso de las mujeres, cuando deseaban ser atractivas a los hombres (Est 2:12). Ver Aceite; Enfermedades; Sepultura; Ungir, ungido.

Claude F. Mariottini

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