Estudio Bíblico | Explicación de 1 Samuel 21:10 | Comentario Bíblico Online
David en el exilio a pesar de ser el rey electo de Israel. Así es como muchas veces las providencias de Dios parecen ir en contra de sus promesas.
1. Huida de David al país de los filisteos, donde esperaba permanecer de incógnito en el campamento de Aquís, rey de Gat (v. 1Sa 21:10). A él se fue David directamente, como a alguien en quien podía confiar ahora, así como después (1Sa 27:2, 1Sa 27:3). El pueblo de Dios, al estar perseguido, encuentra a menudo mejor acogida entre filisteos que entre los israelitas; en los teatros de los gentiles, que en las sinagogas de los creyentes. El rey de Judá encarceló a Jeremías, y el rey de Babilonia le puso en libertad.
2. El descontento de los siervos de Aquís ante la presencia de David entre ellos, y la queja con que fueron al rey (v. 1Sa 21:11): «¿No es éste David, el rey de la tierra? ¿No es éste el que derrotó a los filisteos?» Como si dijesen: «Si es así, por fuerza ha de ser enemigo de nuestro país, y ¿será honroso y seguro para nosotros admitir o proteger a tal persona?» Es probable que Aquís les diese a entender que era una medida de buena política admitir y proteger a David, puesto que ahora era enemigo de Saúl y, por tanto, podía ser para ellos un amigo útil en lo futuro. Es cosa corriente que los proscritos de una nación sean protegidos por los enemigos de esa nación.
3. El susto que se llevó David al oír lo que de él se decía. Aunque tenía ciertas razones para poner su confianza en Aquís, cuando, por otro lado, se dio cuenta de que los siervos de Aquís sospechaban de él y hasta le tendrían envidia, comenzó a temer que Aquís se sintiese obligado a entregarle a ellos (v. 1Sa 21:12).
4. La medida que tomó para salvarse de este peligro (v. 1Sa 21:13): se fingió loco. su actitud en esto puede excusarse hasta cierto punto, pues era semejante a una estratagema en tiempo de guerra, con la que engañaba a sus enemigos para salvar su propia vida.
5. Su escape por este medio (vv. 1Sa 21:14, 1Sa 21:15). Es posible que Aquís llegase a sospechar que la locura de David era fingida, pero, ya que estaba deseoso de protegerle (como lo demostró después 1Sa 28:1, 1Sa 28:2; 1Sa 29:6 ), hizo como que se lo creía, y pensaba para sí: «Yo no voy a protegerle, pero ellos no le harán ningún daño, porque, si realmente está loco, merece compasión». Que Aquís lo echó de sí se colige por el título del Sal 34:1-22, aunque en el Salmo no se halla ninguna alusión a este incidente. También el Sal 56:1-13 alude a esto, pues en el título se habla de que los filisteos le tenían preso en Gat.
