La Bondad Y Gracia En La Vida de Job

LOS CRISTIANOS – BONDAD Y GRACIA

Lectura: Job 29

«De oídas te había oído; más ahora mis ojos te ven. Por lo tanto, me aborrezco y me arrepiento en polvo y ceniza.» (Job 42:5-6)

Un adolescente, cuyo padre es un abusador, me dijo: «Quiero ser un buen hombre como usted y como mi maestro de escuela dominical, no como mi papá.»

Puesto que conozco a su maestro de escuela dominical, puedo estar de acuerdo en que es un hombre ejemplar, y doy gracias a Dios, porque también él me ve a mí de esa manera. Yo deseo ser reverente, amable, perdonador, mantener la pureza en mi estilo de vida y ser obediente a Dios. Sin embargo, también conozco la maldad de mi propio corazón y sé cuánto dependo de la bondad de Dios.

El Señor se refirió a Job como «un hombre intachable y recto, temeroso de Dios y apartado del mal» (Job 1:8). Sin embargo, después de todas sus pruebas, Job dijo: «Por tanto, me aborrezco y me arrepiento en polvo y ceniza» (42:6). Incluso después de reflexionar sobre su propia bondad (29:1-25), conocía la condición de su corazón.

Desde una perspectiva humana, mucha gente puede ser descrita como buena. Pero Dios ve la desobediencia, el egoísmo y el odio que yacen en lo más profundo de todos nosotros.

Dios también sabe que tenemos debilidades espirituales. Y cuando abre nuestros ojos para que nos veamos como Él nos ve, comprendemos por qué un «buen hombre» como Job declaró que se aborrecía a sí mismo.

Señor, ayúdanos a ser buenos, pero sin perder nunca de vista nuestra maldad e indignidad. Gracias por el perdón que nos ofreces en Cristo.

NI SIQUIERA LAS MEJORES PERSONAS TIENEN DE QUÉ JACTARSE.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí