Mira atrás y recuerda

«[ÉL] RESCATA DEL HOYO TU VIDA…» (Salmo 103:4)

La Dra. Ann Shorb escribe: «La clave para regocijarse en el pasado no está en contar la cantidad de cosas buenas que han ocurrido, sino en recordar que Dios nunca olvida. Nunca olvidará Su plan ni abandonará Sus promesas. Aunque la vida parezca dura y no tener mucho sentido, Él sigue en control y está llevando a cabo su plan. Dice la Biblia:«La palabra del Señor vino a mí, diciendo: ¿Qué ves tú, Jeremíasí… Veo una vara de almendro. Me dijo el Señor: Bien has visto, porque yo vigilo sobre mi palabra para ponerla por obra» (Jeremías 1:11-12). Si el almendro está floreciendo, ¡es porque ha llegado la primavera! Los cambios de las estaciones son un recordatorio de la fidelidad de Dios y te infunden la esperanza de que la temporada de invierno por la que estás pasando ahora pronto dará paso a la primavera, con su nueva vida.
‘¿Cómo puedo estar seguro?’ Porque la Biblia dice que Dios «Siempre se atiene… al compromiso que adquirió…» (Salmo 105:8 NTV). En la vida, toda inversión conlleva un riesgo de pérdida, aunque hay una diferencia entre perder algo y ser completamente aniquilado. La realidad es que Dios ha invertido demasiado en ti para dejar que se desmoronen sus planes. El daño que otros puedan causarte es limitado, gracias al escudo del propósito divino de Dios. Aunque no seas consciente de ello, «[Él] rescata del hoyo tu vida…» (Salmo 103:4). Acuérdate de algunas de las puertas que Él cerró, cuya razón no entendiste en su día. Sin embargo ahora te das cuenta de que sin Su protección y guía el enemigo detrás de esas puertas podría haberte destruido, ¿verdad?