Vivir libres de temor. Parte 1

0

libres-del-temor-manosVivir libres de temor. Primera parte

«…MI SIERVO ERES TÚ; TE ESCOGÍ…» (Isaías 41:9)

¿Nunca te has preguntado qué hacen los domadores de elefantes para controlar a un animal de cinco toneladas de peso y conseguir que no se escape? Lo logran controlando el pensamiento del animal. Cuando empiezan a domar a las crías de elefante, primero les atan una pata con una cuerda y la aseguran a un poste en el suelo. El elefantito, que aún no es muy fuerte, trata de soltarse o de romper el poste. Pero tras muchos intentos fallidos, se da por vencido. Desde ese momento, cada vez que le atan la pata va a creer que no se puede escapar, si bien de mayor podría conseguirlo fácilmente. El animal recuerda su forcejeo cuando no se pudo escapar; por eso decimos que alguien tiene «una memoria de elefante». Así somos también los humanos. Nuestra forma de pensar nos limita, como al elefante. Y la causa principal suele ser el temor.

El temor te puede robar las ilusiones. Tal vez tengas miedo al fracaso, o a ser rechazado. O quizás no quieras quedar en ridículo. O bien te da miedo emprender algo porque crees que no lo vas a conseguir. Si te rindes ante esos pensamientos y te convences de que no puedes alcanzar tus sueños, eso es lo que se hará realidad y nunca conseguirás tus metas. Muchas veces nuestros temores no se corresponden con la realidad; no son más que fruto de nuestra imaginación. A pesar de todo, se puede vencer el temor. Y el primer paso para hacerlo es creer lo que Dios dice acerca de ti: «Porque te tomé de los confines de la tierra, de tierras lejanas te llamé y te dije: Mi siervo eres tú; te escogí… No temas, porque yo estoy contigo… yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia» (Isaías 41:9-10).

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí