¿Qué Significa Comprar Sin Dinero En La Biblia?

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¿Qué Significa Comprar Sin Dinero En La Biblia?

Explicación: ¿Comprar sin precio? ¿Qué significa en el libro de Isaías en la Biblia?

A todos los sedientos: Venid a las aguas; y los que no tienen dinero, venid, comprad y comed. Venid, comprad sin dinero y sin precio, vino y leche (Isaías 55:1).

Cuando era un jovencito, mi querida abuela Graciela solía transmitirme valiosas lecciones a través de una serie de refranes y dichos populares. Sin embargo, hay uno en particular que resuena en mi memoria: «Nada es gratis, y nadie otorga sin esperar algo a cambio». Mi amada abuela sostenía firmemente que en esta vida, lo que parece ser «gratuito» conlleva siempre a alguien pagando el precio de alguna forma.

En el libro de Isaías, encontramos un versículo que menciona la posibilidad de comprar agua, leche y vino sin necesidad de dinero. Al profundizar en la comprensión de la cultura oriental, se nos brinda una perspectiva más clara no solo sobre esta cita, sino también sobre su significado para nuestros días.

Se Trata de Una Expresión Figurada

El concepto de «comprar sin dinero y sin precio» representa una expresión figurada del medio oriente. Esto hace referencia a los comerciantes que ofrecen sus productos en el mercado. Estos vendedores solían anunciar en voz alta los precios de sus mercancías, y los compradores se detenían para pagar el precio de lo que deseaban adquirir.

En la actualidad, aún existen lugares de este tipo en diversas partes del mundo. Hace algunos años, tuve la oportunidad de visitar el Gran Mercado Mayorista de Lima, uno de los mercados cubiertos más grandes de Perú, con cientos de tiendas. Si te acercas, notarás que los comerciantes allí no pasan desapercibidos al promocionar sus productos.

En los tiempos bíblicos, había ocasiones en las que un mercader gritaba: «Venid y comprad sin dinero y sin precio». Cuando la gente escuchaba a un comerciante proclamar estas palabras, comprendían que alguien estaba expresando su gratitud a Dios por haber alcanzado algo importante en su vida.

Mostrando gratitud a Dios

Cuando alguien de aquella cultura cumplía años, lo celebraba haciendo algo bueno por los demás. Lo hacían para mostrar a Dios su gratitud, por estar vivos, por vivir un año más. Como no se puede ver a Dios, hacer regalos a los demás se consideraba una ofrenda a Dios.

Es realmente lo contrario de nuestra cultura. Hoy en día, cuando alguien alcanza el éxito o una realización personal, por ejemplo, un aniversario o un cumpleaños, espera recibir regalos en honor del acontecimiento. Pero, la cultura del medio oriente en la Biblia era muy diferente. Lo celebraban haciendo algo bueno por los demás.

Se pagaba el precio

Una de las maneras en que alguien hacía esto era ir a un mercader en el mercado. Entonces pagaba al mercader por toda su agua, vino o leche. Una vez que hacía su compra, el mercader a su vez comenzaba a gritar: «Venid y comprad sin dinero y sin precio».

Los que oyen gritar al mercader, y especialmente los necesitados, pueden venir y «comprar sin dinero». Para ellos es gratis, pero el precio ya está pagado. El benefactor se quedaba en el puesto del mercader mientras la gente venía a «comprar sin dinero», para que pudieran expresar su agradecimiento o gratitud al que había pagado el precio.

Un significado más profundo

En tiempos de Isaías, todo el mundo entendía esta expresión figurada en el medio oriente. Pero va mucho más allá de vender agua, vino o leche. Isaías profetizó mucho sobre el redentor, el mesías que vendría.

La humanidad nunca podría pagar el precio necesario para la redención. Así que Dios dio a su Hijo como pago por toda la humanidad. El precio fue pagado y todas las demandas legales fueron satisfechas en la cruz del calvario.

Debido a la obra completa de Jesucristo podemos tener la salvación sin costo alguno para nosotros. Por eso la Biblia dice que somos salvos por gracia. La vida eterna es un regalo gratis para nosotros.

Mi abuela tenía razón; alguien siempre paga el precio. Y así como aquellos que «compraron vino y leche sin precio» expresaron su agradecimiento al benefactor que pagó el precio por ellos, nosotros también podemos expresar nuestro agradecimiento a Dios que pagó el precio por nosotros.

El mensaje final del texto sería que, al igual que aquellos que «compraron sin dinero» en la expresión figurada de Isaías, nosotros también podemos venir a Dios, recibir sus bendiciones espirituales sin costo alguno y expresar nuestra gratitud al Benefactor que pagó el precio por nuestra salvación: Jesucristo. La vida eterna es un regalo que no puede ser comprado, pero que puede ser disfrutado por todos aquellos que responden con fe y gratitud.

Isaías 55:1:

A todos los sedientos: Venid a las aguas; y los que no tienen dinero, venid, comprad y comed. Venid, comprad sin dinero y sin precio, vino y leche.

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