Filipenses 2:19 Explicación | Estudio | Comentario Bíblico de Matthew Henry

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En esta última porción del capítulo Flp 2:1-30, el apóstol hace una recomendación de Timoteo y Epafrodito a los fieles de Filipos, a fin de que los reciban con tanto mayor afecto cuanto que ambos tienen una limpia hoja de servicios al Señor, lo mismo que al propio Pablo.

1. Menciona primero a Timoteo (vv. Flp 2:19-24), a quien espera en el Señor Jesús, esto es, según lo disponga el Señor en la coyuntura en que se halla el apóstol, enviarles pronto, no sólo para saber, por medio de él, noticias de ellos (v. Flp 2:19), sino también para que ellos sepan de Pablo (v. Flp 2:23), como lo insinúa eso de «tan pronto vea (yo) cómo van mis asuntos». Los puntos en los que apoya Pablo la recomendación de Timoteo son los siguientes:

(A) «A ninguno tengo del mismo estado de ánimo» (v. Flp 2:20). El griego isópsukhon significa literalmente «de igual alma», es decir, de iguales sentimientos, de igual disposición de ánimo, de igual mentalidad, que Timoteo. Dice Lenski: «Si Pablo tuviera un sustituto igual a Timoteo, habría planeado enviar a aquél, reteniendo a Timoteo a su lado».

(B) «Y que tan genuinamente (gr. gnesíos, con una nobleza como congénita, de nacimiento) se interese por vosotros». Ésta era una cualidad cristiana y, por cierto, rara aun en aquellos primeros años de la Iglesia, por lo que, con indudable tristeza, apostilla Pablo a continuación (v. Flp 2:21): «Porque todos buscan lo suyo propio (comp. con v. Flp 2:4; 1Co 10:24), no lo que es de Cristo Jesús». Comenta Médebielle «Lamenta (Pablo) no encontrar en los demás suficiente amor a Cristo para emprender, en favor de los filipenses, un largo y penoso viaje, cuyas fatigas habían tal vez ocasionado la enfermedad mortal de Epafrodito».

(C) «Pero ya conocéis, continúa el apóstol (v. Flp 2:22), sus bien probadas cualidades (gr. dokimén autoú, lit. su prueba)». «Dokimé es la palabra usada para probar los metales y las monedas, y es igual al verbo que tantas veces se halla en los escritos de Pablo. Los filipenses no sólo saben esto, sino que lo saben de una forma personal y experimental (guinóskete); en tres ocasiones ha estado Timoteo con ellos (Hch 16:13; Hch 19:22; Hch 20:3, etc.)» (Lenski).

(D) Entre las bien probadas cualidades de Timoteo, singulariza Pablo el que (v. Flp 2:22) «como un hijo a su padre ha servido conmigo en la obra del Evangelio». No se puede negar que la construcción gramatical del versículo, en el original, resulta un poco extraña. Si tenemos en cuenta (a) que edoúleuse es un aoristo ingresivo (se puso a servir como esclavo) y (b) que, muy probablemente, hay una elipsis delante de «a su padre», donde habría de suplirse la preposición griega sun (con, en sentido de unión, no de compañía), la mejor versión de este versículo es la que ofrece la Nueva Biblia Española: «De Timoteo, en cambio (gr. de), conocéis la calidad, pues se puso conmigo al servicio del Evangelio como un hijo con su padre». Todos los matices indicados quedan así perfectamente marcados.

(E) Pablo termina esta sección acerca de Timoteo, y dice (vv. Flp 2:23, Flp 2:24) que les enviará a Timoteo, tan pronto como vea con claridad (gr. aphído) en qué para la situación en que se halla de momento; y, en la confianza de que saldrá absuelto en esta primera presentación ante el César, confía o, mejor, está persuadido (gr. pépoitha, el tan conocido verbo) de que él mismo podrá girarles una visita personalmente. Como ya vimos en la frase que encabeza el versículo Flp 2:19, también la del versículo Flp 2:24 («y confío en el Señor», comp. con Flp 1:25) da a entender que su confianza se somete a lo que la divina providencia tenga a bien disponer acerca de él.

2. Pasa luego a mencionar y recomendar a Epafrodito, por medio de quien les va a enviar la Epístola, como ya insinúa el aoristo «tuve por (el mismo verbo del v. Flp 2:5) necesario», pues, aun cuando lo piensa en el momento en que está escribiendo, será ya tiempo pasado cuando la Carta sea leída a los destinatarios. Vuelve a mencionar a Epafrodito en Flp 4:18. Ahora (vv. Flp 2:25-30) hace de él la recomendación siguiente:

(A) Lo llama primero (v. Flp 2:25) «mi hermano (en la fe cristiana), y colaborador (gr. sunergón, como en 1Co 3:9), y compañero de milicia», como suele llamar Pablo metafóricamente a quienes se aprestan a luchar por la extensión del Evangelio. Es una metáfora que Pablo ha usado repetidamente en Flp 1:27-30

(B) A continuación dice de él (v. Flp 2:25): «el cual es también enviado (gr. apóstolon) vuestro y servidor (gr. leitourgón, ministrador, como en un servicio religioso) de mi necesidad» (lit.). Dice Staab: «Con esta expresión sacra, quiere indicar que en el donativo, más que una ayuda a su persona, ve Pablo un obsequio ofrecido a Dios», esto es, a Pablo por amor de Dios y por considerarle como a especial siervo de Dios. Contra la opinión de Lenski, me parece lo más probable, con Segovia, que la última frase significa: «encargado oficialmente por vosotros de traerme vuestra limosna para aliviar mi necesidad» (nótese la similaridad con los conceptos expresados en Flp 4:18).

(C) Todo lo que sigue (vv. Flp 2:26-30) es un elogio especial de Epafrodito por la forma en que se había comportado recientemente (v. Flp 2:30): «que, a causa de la obra de Cristo (esto es, por colaborar en la obra de dar a conocer a Cristo), casi se acercó a la muerte, tras de arriesgar la vida a fin de compensar (o suplir) vuestra carencia del servicio (gr. leitourguías) que dice relación a mí» (lit.). El sentido que mejor expresa la fuerza del original es, a mi juicio, el que ofrece la Nueva Biblia Española: «que por la causa de Cristo ha estado a punto de morir, exponiendo su vida para prestarme en lugar vuestro el servicio que vosotros no podíais».

Antes de pasar adelante, queremos únicamente llamar la atención acerca de dos vocablos que tienen un matiz especial en la pluma de Pablo: para «arriesgando» (lit. tras de arriesgar; o tras de exponer) usa el participio de aoristo de un verbo (paraboleúomai) que no se halla en los clásicos y, como dice Lenski, es una «rarísima palabra». El verbo es, en realidad, una intencionada variante del verbo parabállo, «arrojar a un lado», lo que nos da el concepto muy expresivo de «jugar con la vida, como echándola a la cuneta, considerándola de poca importancia en relación con algo mucho más relevante». Así lo da a entender el dativo instrumental te psukhé, «con la vida». La otra expresión digna de notarse es to hustérema, «aquello en que uno se queda atrás» (Lenski). De esta manera Pablo expresa la ausencia de los filipenses en el servicio prestado a Pablo; pero esta ausencia, este echarles en falta, era algo meramente físico, a causa de la distancia, pues había sido suplida (gr. anapleróse, donde el prefijo aná tiene el sentido de suplir, completar, devolver, etc.) por la presencia de Epafrodito, quien, como comisionado de la iglesia (v. Flp 2:25), había presentado a Pablo el donativo de parte de todos los miembros de la congregación. Veamos ahora:

(a) Cómo expuso Epafrodito su vida. El texto sólo dice (v. Flp 2:27) que «estuvo enfermo, al borde de la muerte». ¿Le sentó mal el largo viaje? ¿Contrajo alguna enfermedad a bordo, o en Roma? ¿Fue «por exceso de trabajo», como apunta Ryrie?

(b) Cuál era la disposición de ánimo de Epafrodito al recobrarse de su enfermedad. Pablo no menciona ningún milagro en la recuperación rápida de Epafrodito, tras de estar al borde del sepulcro, pero no cabe duda de que se elevaron muchas y fervientes oraciones a favor de él, como lo da a entender Pablo (v. Flp 2:27): «pero Dios tuvo misericordia de él, y no solamente de él, sino también de mí, para que yo no tuviese tristeza sobre tristeza, esto es, tristeza por la muerte, añadida a la tristeza ya existente por su enfermedad». No cabe duda de que Epafrodito estaba sumamente agradecido a Dios, y a los hermanos que por él habrían orado con fervor e insistencia; pero con un temple parecido al del apóstol y al de Timoteo, el sentimiento que en él predominaba era altruista (v. Flp 2:26): «tenía gran deseo de veros (lit. Os deseaba con gran nostalgia, conforme lo da a entender el imperfecto perifrástico epipothón en: estaba echando muchísimo de menos), y gravemente se angustió porque habíais oído que había enfermado».

(c) Por aquí vemos también la disposición de ánimo de los fieles de Filipos, donde Epafrodito era, a no dudar, uno de los líderes. Se hallaban gravemente entristecidos, como insinúan los versículos Flp 2:26, Flp 2:28 y Flp 2:29. ¿Y cómo se habían enterado de la grave enfermedad de Epafrodito los fieles de Filipos? «La más simple respuesta, dice Lenski, es la de que Epafrodito no había sido enviado solo, sino acompañado por unos cuantos más. Estos compañeros regresaron después de descansar en Roma. Epafrodito se enfermó antes de que ellos salieran de regreso. Así los filipenses oyeron esto, y Epafrodito y Pablo sabían que lo habían oído». Acerca de esto último, de que Epafrodito y Pablo sabían que lo habían oído, me permito opinar que «lo suponían de cierto», seguros de que los otros comisionados habían sido fieles en la transmisión de la noticia, pues es muy poco probable que algunos de ellos emprendiesen de nuevo un largo viaje, únicamente para decirles a Pablo y a Epafrodito que los demás miembros de la iglesia de Filipos estaban enterados de la enfermedad y angustiados por no saber el resultado.

(d) Cuál es la disposición de ánimo de Pablo. Como podía esperarse de su grandeza de alma y corazón, junto a la gratitud hacia Dios por la recuperación del hermano enfermo hasta el borde de la muerte, está su solicitud (v. Flp 2:28) en enviarle, a fin de que le reciban con el mismo gozo (v. Flp 2:29) que él mismo rebosa (vv. Flp 2:27, Flp 2:28).

(e) Queda una pregunta: ¿A qué se debe esa insistencia del apóstol para que los filipenses, no sólo se gocen con la presencia de Epafrodito que, al fin y al cabo, era bien conocido de ellos, sino también lo reciban en el Señor, como conviene a un buen hermano en la fe de Cristo? Dice A. Segovia: «A más de uno le resulta chocante la insistencia de Pablo en que Epafrodito tenga buena acogida entre los filipenses, así como el empeño en motivar tan rápido regreso; quizá pretende el apóstol alejar de los fieles cualquier posible sospecha de que el enviado de éstos no había cumplido fielmente su cometido». Esta explicación se ve confirmada por la insinuación con que comienza el versículo Flp 2:27: «Porque de cierto …» (gr. kai gar), que el mismo A. Segovia parafrasea: «Y lo que oísteis no era un rumor sin fundamento, porque de hecho cayó enfermo, y de gravedad».

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