Isaías 19:1 Explicación | Estudio | Comentario Bíblico de Matthew Henry

Estudio Bíblico | Explicación de Isaías 19:1 | Comentario Bíblico Online

A pesar de que Egipto había sido casa de esclavitud para Israel, los incrédulos judíos del tiempo de Isaías confiaban en la ayuda de Egipto (Isa 30:2) y allá se fueron, en clara desobediencia al expreso mandato de Dios, cuando las cosas llegaron a su último extremo en su propio país (Jer 43:7). El propio Rabsaces les había advertido que Egipto era una caña rajada (Isa 36:6). Mientras pensaban en la ayuda de Egipto, estos judíos no tenían en cuenta los juicios de Dios, sino que dependían de Egipto para su seguridad. Por eso, para poner fin a este desatino, Dios va a sentarle la mano a Egipto.

1. Los dioses de Egipto serán totalmente incapaces de salvar a su pueblo (v. Isa 19:1): «Jehová monta sobre una ligera nube y está llegando a Egipto; y los ídolos de Egipto temblarán delante de Él …». Con todos los arreos de su majestad, Dios va como juez a condenar y castigar a Egipto. En todo este oráculo contra Egipto no se menciona la invasión de ningún país enemigo desde el exterior; Dios mismo, Él solo, va a herir a Egipto y hará temblar a sus ídolos. Isis, Osiris y Apis, los ídolos de Egipto, serán incapaces de ayudar a sus adoradores; éstos (v. Isa 19:3) les consultarán, lo mismo que a sus hechiceros, etc., pero en vano.

2. El ejército egipcio, tan renombrado por su bravura, se derretirá de miedo (v. Isa 19:1), como la cera al calor del fuego; «el ánimo (lit. el espíritu) de Egipto se desvanecerá en medio de Él» (v. Isa 19:3). «Serán como mujeres» (v. Isa 19:16), es decir, tímidos y débiles. La menor alarma los asustará y les pondrá en fuga.

3. Ellos mismos se enredarán en mutuas discordias (v. Isa 19:2). No habrá necesidad de que venga a pelear contra ellos ningún ejército extranjero, pues ellos mismos se destruirán unos a otros. Egipto estaba entonces dividido en doce provincias, pero Psammético, el gobernador de una de ellas, se hizo el amo de todas tras de enfrentarlas a unas con otras. Un reino dividido entre sí con tales discordias, pronto había de ser presa de la desolación.

4. La política de su gobierno había de parar en planes disparatados, y Dios iba a destruir esos planes (v. Isa 19:3). Al enemistarse unos contra otros, cada uno ponía de relieve su propia estupidez; así que la divina providencia los va a tratar a todos como a locos (v. Isa 19:11). Los nobles de Egipto se jactaban de su antigüedad, al registrar una sucesión de dinastías que se remontaba a 10.000 años antes. Según Herodoto, Egipto se jactaba de ser varios millares de años más antiguo que cualquier otra nación. Esto se adivina al final del versículo Isa 19:11. Pero el profeta les pregunta (v. Isa 19:12): «¿Dónde están ahora aquellos tus sabios?» Si tan sabios son, que les digan lo que Dios ha determinado sobre Egipto, para que así puedan prepararse convenientemente para la lucha. Pero tan lejos están de poder hacer eso que, en realidad, están preparando la ruina de Egipto y aun apresurándola (v. Isa 19:13). Sus príncipes, no sólo se han entontecido y engañado a sí mismos, sino que han engañado a Egipto (v. Isa 19:13) y le han hecho errar en todas sus empresas (v. Isa 19:14). ¡Triste cosa es que, quienes están puestos para velar por la seguridad de su país, sirvan para apresurar su destrucción!

5. La vara del gobierno se convertirá en serpiente de tiranía y opresión (v. Isa 19:4). Dios los va a entregar en manos de un amo duro, de un rey violento, no de un extraño, sino de alguien que reinará por derecho hereditario. De la misma opinión que M. Henry nota del traductor es Moriarty, quien comenta: «Probablemente el etiope Pianhi, cuya estela al conmemorar su avance hacia el Mediterráneo, alrededor de 725, puede verse en el museo de El Cairo». En cambio, Slotki dice: «Algunas autoridades han sugerido que se trata de Cambises o de Jerjes; otros piensan en Esarhadón o Asurbanipal, que saquearon Egipto en los años 672 y 662 respectivamente». Ryrie asegura: «Esarhadón de Asiria, que conquistó Egipto el 671».

6. Egipto es famoso por su río Nilo, que es su riqueza y su fuerza, pero aquí (v. Isa 19:5) se le amenaza con que «las aguas del mar faltarán, y el río se agotará y secará». La prosperidad del país dependía por entero del Nilo. Si el río se secaba, la fértil tierra pronto se convertiría en un árido desierto (v. Isa 19:7). Si la caña y el carrizo (v. Isa 19:6) se iban a marchitar, ya que estaban a la orilla del río, ¡cuánto más el cereal, que estaba a mayor distancia del agua! Las aguas no se iban a secar con las plantas de los pies de los soldados asirios de lo que Senaquerib se jactaba (Isa 37:25), sino con el soplo de la providencia de Dios, que cambia los ríos en desierto (Sal 107:33). Al secarse los ríos habían de morir los peces (Sal 105:29), con lo que los canales apestarán (v. Isa 19:6) y la industria del pescado sufrirá la más completa bancarrota (vv. Isa 19:8-10). A esto se añadirá la perversidad de reyes y magnates, los cuales desviarán las aguas del río para su propia comodidad. Cuenta Herodoto que el Faraón Neco, en su proyecto de hacer un paso navegable desde el Nilo hasta el mar Rojo, estropeó el río, perdió 120.000 de sus hombres y dejó sin llevar a buen término su proyecto.

7. Egipto era famoso también por su industria textil, pero también ésta iría a la ruina. Los mercaderes de Salomón compraban lienzos en Egipto (1Re 10:28). Este país disponía del mejor lino del mundo y de las más hábiles manos para trabajarlo, pero también «los que trabajan el lino fino … serán confundidos» (v. Isa 19:9). La calamidad se extenderá a todos los oficios y a todas las clases sociales (v. Isa 19:15): «Y no le saldrá bien a Egipto cosa alguna que haga la cabeza o la cola, la palmera o el junco» (v. Isa 9:13).

8. La consternación del pueblo será general (v. Isa 19:16): Los hombres más valientes serán como mujeres, débiles y tímidos, lo cual es evidencia de decadencia y ruina. En cuanto se enteren (v. Isa 19:17) de las desolaciones que el ejército asirio está llevando a cabo en las ciudades de Judá, sacarán la conclusión de que les va a llegar pronto a ellos el caer como presa del asirio. Verán en ello (v. Isa 19:16) la mano levantada de Jehová de las huestes contra ellos mismos como lo está contra Judá. Porque si el juicio comienza por la casa de Dios (1Pe 4:17), ¿dónde y cómo terminará?

Isaías 19:1 explicación
Isaías 19:1 reflexión para meditar
Isaías 19:1 resumen corto para entender
Isaías 19:1 explicación teológica para estudiar
Isaías 19:1 resumen para niños
Isaías 19:1 interpretación bíblica del texto

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí