Salmos 132:1 Explicación | Estudio | Comentario Bíblico de Matthew Henry

Estudio Bíblico | Explicación de Salmos 132:1 | Comentario Bíblico Online

1. El salmista comienza con la petición a Dios de que tenga en cuenta todos los desvelos (lit. toda su aflicción) de David a su favor; es decir, todas las pruebas y dificultades que hubo de superar para capturar Jerusalén, asegurarla contra los ataques del enemigo y prepararla para ser una sede digna del santuario de Dios (comp. v. Sal 132:1 con 1Cr 22:14).

2. Se refiere luego (vv. Sal 132:2-5) al voto que David hizo (2Sa 7:1-29) de erigir un templo a Jehová, al Fuerte de Jacob (v. Sal 132:5, comp. con Gén 49:24). Este título ocurre dos veces en este salmo, además del citado lugar del Génesis, y otras dos en Isaías (Isa 49:26; Isa 60:16). La idea es que David atribuía todas sus victorias (v. 2Sa 7:1) al Dios que había protegido al patriarca de la nación. La forma en que el salmista describe el «voto» de David es, en realidad, una elaboración poética que el salmista mismo pone en boca de David.

3. La segunda parte de esta sección (vv. Sal 132:6-10) comienza con la usual llamada de atención: «He aquí», y los peregrinos (no se olvide que es uno de los salmos graduales) expresan el mismo gozo que experimentaron los israelitas cuando David organizó el traslado del Arca a Jerusalén. Se menciona a Efrata (v. Sal 132:6), pero el dístico siguiente («la hallamos en los Campos de Yaar». Lit.), nos declara que se trata de Quiryat-Yearim, cuya abreviatura es precisamente Yaar. El versículo Sal 132:7 designa probablemente la veneración del Arca antes de emprender la marcha, como se aprecia por el versículo Sal 132:8, que comienza con la frase «Levántate, Jehová, etc.», con que se iniciaba siempre el traslado del Arca (v. Núm 10:35). El lugar del reposo de Dios era su morada (shekinah) en el santuario, entre los querubines. «El Arca de tu poder» alude a las victorias obtenidas en el campo de batalla mientras el Arca era transportada por los sacerdotes. Las vestiduras de los sacerdotes son llamadas vestiduras de justicia (v. Sal 132:9) por su blancura, símbolo de pureza, e indica las virtudes interiores de que habían de estar revestidos interiormente los que tan de cerca ministraban al Señor (comp. con Apo 19:8). El versículo Sal 132:10 es una oración a favor del rey; aquí, es por la restauración de la monarquía.

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