¿Cómo Ser Un «Termostato» Según La Biblia?

Un «Termostato» Según La Palabra de Dios

«NO OS CONFORMÉIS A ESTE MUNDO…, PARA QUE COMPROBÉIS CUÁL ES LA BUENA VOLUNTAD DE DIOS…» (Romanos 12:2)

No seas un «termómetro», sé un «termostato».

Los termómetros solamente reflejan el clima a su alrededor – los termostatos lo dictaminan; en realidad, indican cuándo va a mejorar.

Muchos de nosotros nos parecemos a termómetros que reflejan la cultura de nuestro alrededor.

Compramos lo que otros compran, decimos las cosas que otra gente dice, llevamos ropa que otras personas llevan y valoramos lo que los demás valoran.

Ah, sí, hay pequeñas variaciones, pero la mayoría de las veces no marcamos el ambiente para el mundo en el que vivimos; simplemente nos adaptamos al suyo; no somos vencedores… No lo somos, porque ellos llevan la manera de vivir hacia el siguiente plano.

Se convierten en «termostatos» y cambian el entorno en el cuál han sido puestos.

Por ejemplo, a lo mejor conoces a alguien que eleva la «temperatura» espiritual de un grupo, o determina las actitudes de otros, solamente por estar presente.

Son los que marcan el paso; influyen en los demás, no permitiendo que otros influyan en ellos.

El desafío que afrontaba Pablo cuando estaba con los creyentes en Roma era el que tener que cambiarles de ser «termómetros» a ser «termostatos».

Escucha: «No os conforméis a este mundo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál es la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta» (Romanos 12:2).

Dios nos llama a ser auténticos. La palabra ‘auténtico’ viene de la palabra griega ‘publicar’.

Esto significa que «lees» el «guión» que el Señor tiene para tu vida y que después «escribes» tu propia historia, sin copiar la de otras personas.

¡Eso sí que es vivir, y ser un «termostato» en vez de un «termómetro»…!