Reflexión Cristiana -Una Mujer Pequeña Con Una Fe Grande

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Reflexiones Cristianas -Una Mujer Pequeña Con Una Fe Grande

Dick Hillis y su esposa Margaret   se vieron atrapados en China durante la invasión japonesa de la Segunda Guerra Mundial.  El matrimonio vivía con sus dos hijos pequeños en el pueblo de Shenkiu.

En el pueblo reinaba la tensión, porque todos los días llegaban informes del avance japonés.  En el momento menos oportuno, Dick tuvo un ataque de apendicitis.  Sabía que su vida dependía de que emprendiera un largo viaje al hospital.  El 15 de enero de 1941, con un mal presentimiento, Margaret lo vio partir.

Al poco tiempo, llegó el coronel chino con noticias; el enemigo estaba cerca y se aconsejaba a los habitantes del pueblo evacuarlo. Margaret tembló al oírlo, porque sabía que Johnny -de año y medio- y Margaret Anne -de dos meses-  no sobrevivirían como refugiados.  Así pues, decidió quedarse.  Por la mañana temprano, arrancó la hoja del día anterior en el calendario de pared, y leyó el versículo bíblico para ese día.  Era  Salmo 56:3   En el día que temo, yo en Ti confío.

El pueblo quedó vacío durante el día.  A la mañana siguiente, Margaret se levantó sintiéndose abandonada.  El versículo del calendario para ese día era  Salmo 9:10   En Ti confiarán los que conocen Tu nombre, por cuanto Tú, oh Señor, no desamparaste a los que te buscaron.

A la mañana siguiente se levantó preocupada.  No sabía que daría de comer a sus hijos.  En la distancia se oían disparos.  El versículo del calendario era Génesis 50:21   Yo os sustentaré a vosotros y a vuestros hijos. De improviso, apareció una anciana con un caldero  de humeante leche de cabra, y otra persona llegó con una canasta de huevos.

Durante el día empezó a intensificarse el fragor de la guerra.  Y por la noche, Margaret rogó por liberación. A la mañana siguiente, al arrancar del calendario la hoja correspondiente al día anterior, vio que la nueva tenía Salmo 56:9   Serán luego vueltos atrás mis enemigos, el día en que yo clamare.

La batalla se cernía cada vez más cerca. Margaret no se acostó aquella noche. La invasión parecía inminente. Pero a la mañana siguiente reinaba el silencio. De pronto, los habitantes de la aldea empezaron a volver a sus casas, y el coronel tocó a la puerta. Le informó que, por motivos desconocidos, los japoneses habían retirado sus tropas. Nadie podía comprenderlo, pero el peligro había pasado. Estaban a salvo.

Margaret volvió la vista hacia el calendario de la pared, y comprendió que había estado leyendo mensajes de puño y letra de Dios. Él había estado con ellos todos los días. La fe de Margaret en el Señor pudo más que su temor al enemigo. Y Dios no la defraudó.

Si lo pensamos bien, ¿qué es una casualidad?  ¿podría ser obra de Diosí  La fe, desde luego, diría que sí.

5 COMENTARIOS

  1. Muy bonita historia y real como las que hay en la Biblia y aunque nos parezcan ilógicas para nuestra mente, para la fe no lo es, porque sabemos que la fe es la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve, así como dice Hebreos 11:1. Que el Señor nos ayude para que le creamos y así podamos agradarle como dice Hebreos 11:6; que Dios sea con todos nosotros.

  2. Gracias por penzar en nosotros, he recibido mi tercer trasplante de riñon en estos dias y nececito de su apoyo en oracion para que funcione al 1oo por ciento ,sus palabras me ayudana esperar en Dios siga n orando por mi por favor nececito un milagro completo. deseo volver al ministerio . les amo en Cristo sinceramente desde monterrey pais de Mexico. martin becerril.

  3. Gloria a Dios! .Cuando Dios manifiesta su presencia en nosotros siempre es con un propósito .En la mayoría de casos para capacitarnos en favor de las personas .Espero que sepas dirigir ese canal de bendición al mundo que aún no conoce a nuestro Señor Jesucristo .Bendiciones Miles.

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