La Guía Divina de Dios En La Biblia Su Palabra

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Guía de Dios en La Biblia
La Guía o Dirección de Dios Según La Biblia

GUÍA: “EL MUESTRA … EL CAMINO” (Salmos 25:8 LBLA)

A lo largo de las Escrituras Dios habló a personas normales y corrientes, y también hablará contigo. Le indicó a Abraham cuando dejar su tierra (véase Génesis 12:1), y a Jacob cuando volver a casa (véase Génesis 31:3). Le enseñó a Elías dónde encontrar comida en una época de hambruna (véase 1 Reyes 17:1-5). En dos ocasiones le impidió al apóstol Pablo embarcarse en lo que parecía una buena oportunidad porque tenía algo mejor preparado para él. La Biblia afirma: “Bueno y recto es el Señor; por tanto, El muestra a los pecadores el camino. Dirige a los humildes en la justicia, y enseña a los humildes su camino. Todas las sendas del Señor son misericordia y verdad para aquellos que guardan su pacto y sus testimonios” (Salmos 25:8-10).

Nada es más importante en la vida que ser dirigido por Dios. Las opiniones de otras personas deberían confirmar y aclarar lo que Dios ya te ha dicho. Hasta que no hayas oído de Su parte no des por hecho que las ideas ajenas son la guía de Dios, porque eso puede perjudicarte. Tú eres único y Dios tiene un plan y un propósito únicos para ti. Cuando no sabes por qué camino dirigirte, aférrate a Su promesa: “Llevaré de la mano a los que no conocen el camino ni saben adónde van. Seré Su guía … los llevaré por tierra desconocida. Estará a su lado para enseñarles qué caminos tomar y para evitar que caigan en el hoyo. Eso haré por ellos, estaré siempre a su lado y no los dejaré ni por un minuto” (Isaías 42:16 parafraseado). ¡No hay nada mejor que eso!.

¿Cómo Buscar La Guía Divina de Dios en Todo Lo Que Hacemos?

“…DIOS ES QUIEN OBRA EN [TI] TANTO EL QUERER COMO EL HACER…” (Filipenses 2:13)

No olvides estas palabras: “Dios obra en ti”. Lo hace mientras piensas, abres tu boca, mueves los pies y usas las manos para hacer lo que ya Él puso en tu corazón. En el momento en que aceptas Su voluntad Él te da la capacidad de cumplirla. Fíjate que no te revela Su voluntad primero y luego te llama. Primero te llama, y al dar un paso de fe y obedecerlo, entonces te revela Su voluntad paso a paso, dándote las fuerzas y equipándote conforme te ejercitas en la obra. Seguro que te gustaría saber un poco más antes de comprometerte, pero consideremos tres cosas:

1) Es posible que Dios quiera incomodarte ahí donde estás. “Como el águila que excita su nidada … el Señor solo lo guió…” (Deuteronomio 32:11-12). Para enseñar a sus polluelos a volar el águila madre los empuja, literalmente, del nido. ¿Te imaginas lo que piensan las avecillas? ‘Es mi madre la que me está haciendo esto’. Pero a menos que un aguilucho sea forzado a salir de su cómodo nido no se dará cuenta de que nació para volar, extender sus salas, desplegar su fuerza y surcar los cielos. ¿Te está Dios empujando para que salgas de tu comodidad?

2) No es posible seguir la dirección de Dios sin Su ayuda. Así Él lo ha dispuesto. Jesús dijo: “…Separados de mí nada podéis hacer” (Juan 15: 5). 3) La guía de Dios es continua. Las ideas desaparecen pero la dirección de Dios permanece. Eso significa que Dios está de tu lado, por lo tanto camina a Su mismo paso y no te le adelantes.

Guía de Dios y la Biblia
La Guía Y La Dirección de Dios En La Biblia

¿Cómo Dejar Que La Palabra de Dios Guíe Nuestros Pasos?

“…HEMOS DEPOSITADO NUESTRA CONFIANZA EN DIOS, Y ÉL SEGUIRÁ RESCATÁNDONOS” (2 Corintios 1:10 NTV)

Escribe Pablo: “Amados hermanos, pensamos que [tenéis] que estar al tanto de las dificultades que hemos atravesado en … Asia. Fuimos oprimidos y agobiados … y hasta pensamos que no saldríamos con vida. De hecho, esperábamos morir; pero, como resultado, dejamos de confiar en nosotros mismos y aprendimos a confiar solo en Dios, quien resucita a los muertos. Efectivamente Él nos rescató del peligro mortal y volverá a hacerlo de nuevo…” (2 Corintios 1:8-10 NTV). Para el apóstol, lo que parecía el final del camino fue el principio de una inyección del poder y del favor de Dios en su vida. Por ello, afirmó que a través de todas esas pruebas había aprendido a no confiar en sí mismo sino en el Dios que resucita a los muertos.

Cuando tus planes parezcan frustrados el poder de la resurrección de Dios empieza a obrar en tu vida en mayor medida. Mientras tengas un Padre en los cielos que te ama y a quien puedes acudir, una Palabra del Señor a la que aferrarte y una fe que activar tienes toda razón para alegrarte. Por lo tanto, acude al Señor hoy. Y hazlo en fe, no dudando; confía en que Él va a derramar de Su poder para favorecerte y observa luego cómo cambia tu situación. ¿Por qué habría de cambiar? Porque has empezado a confiar en Aquel que puede hacer algo al respecto. Recuerda siempre que por muy poderoso o exitoso que seas nunca va a haber un momento en tu vida en que no necesites la gracia y la guía de Dios. Cuanto antes aprendas eso mejor para ti.

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