[GRUPOMINISTERIOMUJER] Mujeres y conflictos armados

Reflexionemos y pidamosle a Dios justicia para estas mujeres. Muchas bendiciones: Eneida

 Mujeres y conflictos armados

NO más violencia contra las mujeres

Amnistía Internacional España

Afganistán

«Lo primero que hacen es violar a la niña para impedir que su familia pida justicia. Si una niña pierde su virginidad, no vale nada. Normalmente, cuando se descubre que una niña ha sido violada por hombres armados, su familia misma les pide que se casen con ella. El distrito de Niyrab está bajo control de hombres armados que matan a la gente y violan a las niñas. Nadie se lo impide.» La cultura de las armas está profundamente arraigada en Afganistán. A medida que aumenta el caos, las mujeres y las niñas están más expuestas a que las secuestren y a sufrir violencia sexual e intimidaciones. Las violaciones, los matrimonios forzosos y la trata de mujeres, niños y niñas están muy extendidos. El gobierno de transición no ha proporcionado seguridad ni impuesto su autoridad en todo el país. Los ejércitos privados y los grupos armados representan una amenaza constante y gozan de absoluta impunidad.

Las supervivientes de violencia sexual a menudo no hablan de ello. Corren un peligro muy real: sus parientes pueden matarlas por considerar que han deshonrado a la familia, por conducta «inmoral». En la mayoría de los casos jamás se les hace justicia por los delitos cometidos contra ellas. Se ignora a cuántas mujeres han secuestrado, violado o matado los grupos armados, pero el mero riesgo de que les ocurra esto limita los derechos y libertades de las mujeres. La falta de seguridad para las mujeres y las niñas sirve de excusa a sus parientes varones para negarles el acceso a la educación y al trabajo.

NO más violencia contra las mujeresBosnia y Herzegovina

Las mujeres serbias, croatas y musulmanas bosnias, que sufrieron espantosos delitos de violencia sexual, tienen todavía que obtener justicia. Casi una década después del conflicto armado que asoló Bosnia y Herzegovina de 1992 a 1995, sólo algunos de los responsables de las violaciones y abusos sexuales generalizados de que fueron objeto las mujeres han sido puestos a disposición judicial. Los ejércitos y los grupos paramilitares de todas las partes en el conflicto utilizaron a mujeres como esclavas sexuales y las violaron y sometieron a otras formas de tortura reiteradamente.

El vigoroso activismo de las organizaciones de mujeres, que ya en 1992 conmocionaron al mundo mostrándole la magnitud de los abusos, ha hecho una contribución decisiva al reconocimiento de la violación como crimen de guerra. En el Tribunal Penal Internacional para la ex Yugoslavia se celebraron juicios por violación y esclavitud sexual en tanto que crímenes de lesa humanidad, y el Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional reconoció posteriormente la violación, la esclavitud sexual y otros delitos cometidos principalmente contra mujeres y niñas como crímenes de guerra y crímenes de lesa humanidad. A pesar de estos avances sigue habiendo casi total impunidad. Apenas se han iniciado acciones judiciales por violación u otros delitos de violencia sexual ante tribunales nacionales de Bosnia y Herzegovina, con lo que se ha negado a la mayoría de las mujeres la posibilidad de obtener justicia y reparación.

NO más violencia contra las mujeresRepública Democrática del Congo

Los grupos armados del este de la República Democrática del Congo han violado a decenas de miles de mujeres y niñas en el curso de ataques caracterizados por una brutalidad extrema. A veces han matado a sus padres, esposos e hijos antes de violarlas. Han disparado contra las mujeres, las han apuñalado y las han mutilado antes de robarles todos sus bienes. Se ha violado a mujeres delante de sus hijos y sus familiares, o públicamente y en grupo para castigar a una comunidad.

Las supervivientes de violación sufren lesiones a largo plazo y, en ocasiones, con consecuencias fatales. Muchas necesitan cirugía reconstructiva o sufren fuertes dolores y hemorragia, incontinencia, VIH/sida y otras infecciones. La mayoría de las mujeres que han sido violadas tienen pesadillas y recuerdos en que reviven la experiencia. Abandonadas por sus esposos y discriminadas por sus comunidades debido al estigma asociado a la violación, acaban sumidas en la indigencia y aisladas.

 NO más violencia contra las mujeresIrak

Asma fue secuestrada en Bagdad en 2003. Había salido de compras con su madre, su hermana y un pariente cuando seis hombres armados la obligaron a subir a un automóvil. La violaron reiteradamente. Las mujeres de Irak siguen viviendo con miedo e inseguridad, pues la violencia contra ellas no ha cesado. La amenaza está también dentro del propio hogar. Con el creciente caos han seguido cometiéndose homicidios en nombre del «honor», en los que las víctimas son mujeres y niñas muertas a manos de hombres de su familia por su presunta conducta inmoral. Ahora hay más niñas y mujeres que creen que tienen que llevar velo por razones de seguridad o debido a las amenazas de los grupos islamistas.

Las dirigentes políticas y las activistas de derechos humanos son objeto de ataques dirigidos específicamente contra ellas por grupos armados de oposición. Ni la autoridad de la coalición dirigida por Estados Unidos ni ninguno de los órganos provisionales de gobierno iraquíes establecidos desde la guerra de 2003 han tomado medidas efectivas para garantizar la debida protección a las mujeres. De hecho, se han recibido informes de mujeres detenidas por las fuerzas de ocupación estadounidenses que han sido sometidas a abusos sexuales.

NO más violencia contra las mujeresSudan

Desde comienzos de 2003 han muerto o han resultado heridas en la región sudanesa de Darfur, en el oeste del país, millares de personas. En el conflicto que mantienen allí con dos grupos rebeldes, las fuerzas armadas han efectuado bombardeos indiscriminados, y la milicia respaldada por el gobierno ha atacado pueblos. Centenares de miles de personas han huido de sus hogares. Las mujeres han sufrido especialmente las consecuencias del conflicto. Al tener que cuidar de sus familias, no pueden alejarse mucho de los poblados, lo que las convierte en blanco fácil durante los ataques. Los miembros de las milicias yanyawid han perpetrado violaciones colectivas y han secuestrado a mujeres para convertirlas en esclavas sexuales, golpeándolas o matándolas si oponían resistencia. A muchas mujeres secuestradas les han roto los brazos y las piernas para impedir que escaparan.

Las consecuencias sociales y económicas de la violación pueden ser igualmente fatales, y sus efectos destructivos en los lazos familiares y las relaciones con la comunidad son a menudo devastadores. Las mujeres que han sufrido violencia sexual tienen también que enfrentarse al sentimiento de vergüenza de su comunidad. A las sobrevivientes de violación y a sus hijos se les hace a veces el vacío. Si son mujeres casadas, pueden ser repudiadas por sus esposos, y si están solteras quizá no puedan ya casarse jamás. Obligadas a ganarse el sustento solas en una sociedad en la que, por tradición, no hay lugar para una mujer que no dependa de ningún hombre, estas mujeres corren el riesgo de acabar sumidas en la pobreza y cada vez más expuestas a sufrir nuevos abusos contra los derechos humanos.

NO más violencia contra las mujeres

Campaña: «No más violencia contra las mujeres»

En el hogar y en la comunidad, en la guerra y en tiempo de paz, a millones de mujeres y niñas se las golpea, se las viola, se las mutila y se las mata impunemente. La Campaña «No más violencia contra las mujeres»,que Amnistía Internacional puso en marcha en marzo de 2004, moviliza a mujeres y hombres de todas partes del mundo para que impugnen la violencia contra las mujeres, brinden apoyo a las supervivientes y ejerzan presión para conseguir cambios. En el marco de dicha campaña, y bajo el lema de «Militarización y Mujer», se pretende contribuir a la concienciación sobre la difícil situación de las mujeres y las niñas en el seno de las sociedades militarizadas y en el contexto de conflictos armados y a que la preocupación pública se traduzca en acción. Más información en: http://www.es.amnesty.org/nomasviolencia/.

Recuerda que a los ojos de Dios, el  varon y la mujer tienen la misma posición de justicia en Cristo Jesús, son bendecidos con toda bendición espiritual, tienen la gloria de Dios en ellos, son coherederos con Cristo Jesús.

Actuemos de acuerdo a quienes somos. En cada lugar que te encuentres, que todos puedan ver en ti, a Jesucristo. Cuando le trajeron a una mujer para que fuera lapídada (apedrada), Él dijo: –  el que no tenga pecado que tire la primera piedra. Eran dos los que fueron sorprendidos en el acto de adulterio, pero solamente a la mujer querían juzgarla, querian matarla apedradas. Jesús salio en su defensa, y esta mujer fue librada de la muerte. 

Libremos de la muerte, de la desesperanza a muchas mujeres y varones, que piensan que no tiene derecho a la vida, tú tienes las palabras de vida en ti, anuncia a Jesucristo, dales una razón para vivir y que ellos se conviertan en canales de bendición para el mundo.

Dios los bendiga abundantemente y les de toda la sabiduría y las estrategias que necesiten para impactar su nación y el mundo entero.

Norma Solis Zavala.

 


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