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5 de septiembre de 2005
Proverbios 1:7-19
7 El temor del SE?OR es el principio de la sabidur?a; los necios desprecian la sabidur?a y la instrucción . . . . 10 Hijo m?o, si los pecadores te quieren seducir, no consientas. 11 Si dicen: Ven con nosotros,
pong?monos al asecho para derramar sangre, sin causa asechemos al inocente, 12 devor?moslos vivos como el Seol, enteros, como los que descienden al abismo; 13 hallaremos toda clase de preciadas riquezas, llenaremos nuestras casas de bot?n; 14 echa tu suerte con nosotros, todos tendremos una bolsa; 15 hijo m?o, no andes en el camino con ellos, aparta tu pie de su senda, 16 porque sus pies corren hacia el mal, y a derramar sangre se apresuran. . . .
18 pero ellos a su propia sangre asechan, tienden lazo a sus propias vidas. 19 Tales son los caminos de todo el que se beneficia por la violencia: que quita la vida de sus poseedores.
¿Cuál es la prisa?
Una oficial de la polic?a en los Estados Unidos recibi? una perturbadora llamada bastante inusual. A uno de sus colegas, un agente estatal fuera de servicio, se le baj? un neum?tico e iba a llegar tarde a un partido de hockey en el que tenía que jugar.
En ese momento, la oficial encendi? su sirena de emergencia y aceler?, yendo más r?pido que un disco lanzado por un tiro recibido para ayudar a su amigo. No fue una buena idea.
Mientras corr?a para auxiliar a su amigo, llegando a una velocidad de 180 kph, colision? con otro autom?vil. Nadie sali? herido, pero los investigadores han acusado a la oficial del delito menor de falta de ?tica profesional flagrante. Si se la declara culpable, puede que pierda su licencia como agente de polic?a.
Tal vez su loca prisa por llevar a su amigo al estadio deportivo le haya costado much?simo. ?Has estado corriendo por la vida Éltimamente? ?Est?s apretando el pedal hasta el fondo cuando deber?as tomar las cosas lentamente pero seguro?
Salom?n escribi? a su hijo como sÉlo un padre puede hacerlo acerca del riesgo de correr hacia la zona de peligro: «Hijo m?o, no andes en el camino con ellos, aparta tu pie de su senda, porque sus pies corren hacia el mal, y a derramar sangre se apresuran» (Proverbios 1:15-16). Él quer?a impedir que su hijo se uniera a un grupo cuyas intenciones eran las de hacerles da?o a los demás y apropiarse de lo que no les pertenec?a.
Mientras te desplazabas por la vida a una velocidad ultrasínica, ?te has visto tentado a pasar por encima de los demás o a apropiarte de algo que no te pertenece, a fin de satisfacer algún deseo ego?sta? Puede suceder muy rápidamente.
?C?mo podemos evitar esta trampa? Considera estas palabras: «El temor del SE?OR es el principio de la sabidur?a; los necios desprecian la sabidur?a y la instrucción» (v.7). El temor descrito aquí tiene dos aspectos: dar un paso atrás temblando de miedo, y ser atra?do hacia Dios con un respeto reverencial.
Al vivir en un respeto reverencial hacia Dios, sin apresurarnos hacia las cosas que Él desprecia, nuestro camino se hace seguro. Dejamos de correr hacia lo que pensamos que necesitamos y comenzamos a descansar en lo que Él provee. –TF
destino
?Hacia qué me he visto tentado a correr Éltimamente? ¿De qué manera el «temor del SE?OR» me está ayudando a guiar mis acciones hoy?
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