¿Cómo llego a conocer la voluntad de Dios?

¿Cómo llego a conocer la voluntad de Dios?

[Nota del editor: Una de las preguntas más frecuentes que recibimos tiene que ver con la voluntad de Dios. Lo que presentamos abajo es la respuesta que enviamos a una persona sobre el tema. Esperamos que sea de ayuda].

Lo que usted desea saber es cómo tomar una decisión y tener la seguridad de que es la voluntad de Dios. Aunque no podemos decirle específicamente cuál es la voluntad de Dios en esta situación, sí podemos darle las pautas bíblicas para que usted mismo pueda encontrarla. Pero al buscarla, debe recordar que Dios está interesado en que se lleve a cabo su voluntad, y Él le va a ayudar a discernir cuál es. Él no quiere dejarlo a usted dudando qué debe hacer, sino que va a ser claro.

En primer lugar, la voluntad de Dios es algo que uno va conociendo en forma progresiva. No es como una piñata, que en un momento dado cae al suelo y revela todo lo que hay en su interior. La voluntad divina se parece más a un rollo de papel que se va abriendo poco a poco, gradualmente, día tras día.

Luego, usted debe saber que el noventa por ciento de la voluntad de Dios se encuentra —ha sido revelada— en la Biblia. Esto significa que si usted no está estudiando la Biblia, no debe esperar encontrar la voluntad de Dios en áreas específicas de su vida. Nunca habremos reiterado lo suficiente el rol crucial de la Palabra de Dios para hallar la voluntad divina. Hay ciertos principios que ya están claramente indicados por Dios en la Biblia. Por ejemplo, no es necesario que un cristiano ore preguntándole a Dios cuál es Su voluntad acerca del casamiento con un inconverso. La respuesta ya está dada en 2 Corintios 6:14-15. Un hijo no necesita preguntar a Dios si debe obedecer o no a sus padres. Sólo tiene que leer lo que dice la Biblia en Colosenses 3:20 para encontrar la respuesta. Tampoco hace falta preguntar si debemos ser embajadores de Cristo, 2 Corintios 5:20 así lo declara. El primer paso, entonces, para encontrar la voluntad de Dios es estudiar la Biblia.

Ahora vamos a hablar del diez por ciento restante. Por ejemplo, la Biblia no detalla cada decisión específica que debemos tomar. Existen ciertos requisitos para encontrar el otro 10%.

1) El individuo tiene que ser un verdadero cristiano, debe haber aceptado a Cristo en su corazón (Juan 1:12; Hechos 4:12; 1 Corintios 2:14-16). Esto parece obvio, pero uno tiene que tener una relación personal con Cristo para conocer Su Voluntad. Pero aparte requiere una relación íntima con Dios. Si queremos saber cómo Dios piensa, es imprescindible conocerlo íntimamente.

2) Hay que tener fe (confianza) en que Cristo le guiará en sus pasos. «Sin fe es imposible agradar a Dios» (Hebreos 11:6) «Te guiaré por el mejor sendero para tu vida; te aconsejaré y velaré por ti.
No seas como el mulo o el caballo, que no tienen entendimiento, que necesitan un freno y una brida para mantenerse controlados» (Salmo 32:8-9 NTV). «Confía en el Señor con todo tu corazón, no dependas de tu propio entendimiento. Busca su voluntad en todo lo que hagas, y él te mostrará cuál camino tomar» (Proverbios 3:5-6 NTV). En el versículo 9 del Salmo 32, el escritor emplea el ejemplo del caballo y del mulo. El caballo ejemplifica a la persona que no tiene paciencia y siempre está corriendo, adelantándose a Dios. El mulo es aquel que nunca hace nada a menos que se lo fuerce. Hay que poner una bomba bajo este animal para que se mueva. Tenemos que movernos para que Dios nos pueda guiar, pero andando con precaución de modo de no adelantarnos a Su voluntad.

3) Tenemos que obedecer en las áreas que ya sabemos que son voluntad de Dios. Él no le dará más dirección si no es obediente en aquello que ya está revelado como voluntad divina. Por ejemplo, si una persona está jugando con el sexo fuera del matrimonio, que está estrictamente prohibido en la Biblia (Hebreos 13:4), no debe esperar tener más indicaciones acerca de la voluntad de Dios para su vida hasta que no obedezca en el campo sexual. Existe un principio de suma importancia: «la luz traerá más luz». Si ando en la luz hoy, Dios me dará más luz (otra vez) en una forma progresiva.

4) Es imprescindible aceptar la voluntad de Dios en nuestra vida por adelantado, sin tratar de inspeccionarla primero. Demasiados oran diciendo: «Señor, muéstrame tu voluntad. Yo voy a pensar un poco para ver si voy a aceptarla o no». Sucede que algunos piensan que la voluntad de Dios será desagradable y que seremos miserables si la aceptamos.

Otros creen que la elección del cristiano se debate entre «lo que yo quiero hacer» (la felicidad) y «lo que Dios quiere que yo haga» (la infelicidad). Este concepto no es bíblico y proviene del diablo. Lea detenidamente Salmo 37:4: «Deléitate en el Señor, y él te concederá los deseos de tu corazón» (NTV, ver Salmo 103:13; Romanos 8:32). La voluntad de Dios es y será agradable para sus hijos.

5) Hay que asegurarse de entregar al Señor nuestro todo. Hay quienes están entregados al Señor con la excepción de un área de su vida. Por ejemplo: «Si me permites casarme con María, voy a hacer cualquier cosa por ti, Señor». Ello indica falta de fe en Dios.

Dios guía al cristiano por medio de cinco caminos:

1) Su Palabra (Salmo 119:105), y los principios encontrados en ella. Repito, si no está estudiando la Biblia a fondo, no debe esperar conocer la voluntad de Dios.

2) La oración. El cristiano que emplea tiempo en el fiel estudio de la Biblia y en oración conocerá la voluntad de Dios. No existen fórmulas instantáneas sino que su santa voluntad se revela conociéndole íntimamente por medio de Su Palabra y la oración. Es indispensable que el creyente camine con Cristo a cada momento, y entonces la voluntad de Dios para el futuro se irá aclarando. En oración el Espíritu Santo nos da convicción de que algo es la voluntad de Dios. La diferencia entre emoción y convicción es que la emoción no dura, mientras que la convicción sí, y perdura a pesar de las circunstancias.

3) Las circunstancias en sí. La vía de las circunstancias no es infalible. Sin embargo, cuando un cristiano emplea tiempo en la Palabra de Dios y en oración, le será posible entender las circunstancias mucho mejor. Por otra parte, Dios obra en y a través de las circunstancias, y en su soberanía nos muestra su voluntad de esta manera.

4) Los consejos de los padres y cristianos maduros. En su Biblia, lea Proverbios 1:8-9; 4:1; 6:20; 12:15; 13:1; Colosenses 3:20; Efesios 6:1-2. Si usted no tiene un círculo de amigos íntimos con quienes compartir la vida, sugiero que reúna a amigos cristianos y formen un grupo de oración y estudio bíblico. Al mismo tiempo, no debe pasar por alto la importancia del consejo de los padres para conocer la voluntad de Dios.

Tratar de conocer la voluntad de Dios trae aparejados ciertos peligros que se deben evitar.

a) El peligro de decidir por nosotros mismos lo que haremos para el Señor, y después esperar Su bendición. La Escritura enseña que debemos sujetarnos a la voluntad de Cristo.

b) El peligro de creer que «Si yo quiero hacer algo, entonces eso no puede ser la voluntad de Dios». Ya citamos el Salmo 37:4. Si usted está caminando con Cristo, en comunión con Él, muchos de sus deseos serán también los deseos de Cristo.

c) El peligro de usar el sentido común separadamente de la Biblia. El sentido común fue dado por Dios y hay que usarlo. Sin embargo, hay que tener cuidado al emplear el sentido común del mundo, que muchas veces va en contra de la palabra de Dios.

d) El peligro de usar los sentimientos como guía. El problema es que los sentimientos pueden variar y necesitamos una guía y apoyo que no cambie. Jesucristo es inmutable (Hebreos 11:8).

e) El peligro de creer que la voluntad de Dios es un sendero de rosas. No siempre irá todo bien. Pero dentro de la voluntad de Dios tenemos la seguridad de que Dios tiene control soberano (Romanos 5:1-5; 8:28).

f) Finalmente, el peligro de sacar versículos de la Biblia fuera de contexto y utilizarlos como guías. Recuerde que un texto sin un contexto es un pretexto (vea 2 Timoteo 3:16-17).

Siguiendo estas indicaciones, estoy seguro de que usted encontrará la voluntad de Dios en cada momento de su vida.

por Jaime Mirón

2 COMENTARIOS

  1. Mejor explicado no se puede, me gusto mucho y me va a servir mas, especialmente eso de » un texto sin contexto es un pretexto» pues el ser humano tenemos pretextos para todo, Dios los bendiga, saludos desde New York.

  2. Increíble. Felicitaciones muy buen post es muy completo de seguro le servirá a muchos como me sirvió a mi. Dios te bendiga.

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