La Iglesia de Cristo Somos Nosotros

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 La Iglesia de Cristo Somos Nosotros

“¡Cuán hermosas son tus moradas, Señor todopoderoso! Anhelo con el alma los atrios del Señor; casi agonizo por estar en ellos. Con el corazón, con todo el cuerpo, canto alegre al Dios de la vida” (Salmo 84:1-2).

Estar juntos es un incentivo a la adoración y un estímulo a las buenas obras. En este salmo podemos apreciar el sentido espiritual de la Iglesia.

Es el lugar donde Dios despliega su amabilidad. Vs.1:

“¡Cuán amables son tus moradas!”

Amable significa digno de ser amado, demostración de afec­to, dulzura, cariño; es amar y demostrarlo. Ser amable es realizar una muestra de cariño. La Palabra dice que en el templo cuando nos congregamos, Dios nos espera para bendecirnos y mostrarnos cariñosamente su amor de manera que cuando salgamos de allí lo hagamos con el firme deseo de regresar.

Es el único lugar donde nuestra alma desea estar siempre. Vs.2:

“Anhela mi alma y aun fervientemente desea los atrios de Jehová”.

Estar donde uno no quiere estar produce frustración y desen­canto, pero cuando estamos donde nuestra alma desea estar hay una profunda satisfacción y un gozo desbordante.

Es el lugar donde toda la creación desea estar. Vs.3:

“Aun el gorrión halla casa… y la golondrina hace nido…”

El gorrión y la golondrina no deciden morar en cualquier lugar en la casa de Dios, ellos eligen hacerlo “cerca de los altares de Dios”. El descanso y renuevo que hallamos en el altar de Dios señalan consagración y obediencia.

En un tiempo donde se ataca tanto a la familia, en un mundo sin lugar para los niños y los jóvenes, donde no se imparten los valores del Reino, es necesario pensar y determinar que la Iglesia es un buen lugar para toda la familia.

Es el lugar de transformación. Vs.6:

“Atravesando el valle de lágrimas lo cambian en fuente…”

En la iglesia podernos transformar nuestro quebranto en bendición. El hombre que depende de Dios durante toda su vida es cambiado de día en día. Solo en la Iglesia, que es el atelier o taller del Alfarero de vidas, podemos encontrar la transforma­ción soñada.

Es el lugar donde se operan los milagros divinos. Vs.7:

“Irán de poder en poder; verán a Dios…”

La expresión “de poder en poder” significa de gloria en gloria, creciendo, desarrollando, alcanzando milagros y viendo maravillas así como la luz del amanecer va en aumento hasta la perfección del nuevo día.

Es el lugar de la amistad más sincera y profunda. Vs.9:

“Y pon los ojos en el rostro de tu ungido”.

David declara: “Oh Dios escudo nuestro” señalando que en la casa de Dios se establece una relación profunda de amistad entre los moradores, los que están en la casa y Dios.

Es el lugar para invertir y conseguir prosperidad. Vs.11:

“Porque sol y escudo es Jehová… gracia y gloria dará… y no quitará el bien a los que andan en integridad…”

Sol en las horas oscuras y sombra en las horas más calientes. La gracia es el pimpollo de la gloria y la gloria es la flor de la gra­cia. Estamos ya en medio de la gracia y esperamos la gloria.

Es el lugar que provoca una vida dichosa. Vs.12:

“Dichoso el hombre que en ti confía”.

El hombre gasta su vida en busca de la felicidad efímera. Invierte todo lo que puede para vivir momentos de alegría. Pero la verdadera fuente de dicha se encuentra en la presencia de Dios.

Leemos en el Salmo 33:12: “Bienaventurada la nación cuyo Dios es Jehová, el pueblo que Él escogió como heredad para sí”.

Estar juntos en la Iglesia, garantiza no solo felicidad constante, sino di­cha y bendición. Es una vida bienaventurada.

Por eso David declara:

“Yo me alegré con los que me decían: a la Casa de Jehová iremos” (Salmo 122:1). ¿Habrá aquí razones sufi­cientes para estar juntos siempre en la Iglesia?

Motivos de Oración.

  • Señor, ayúdanos a recuperar el amor por la Iglesia.
  • Señor, que tomemos conciencia de que la Iglesia so­mos nosotros, y no nuestros lugares de reunión.
  • Señor, que siempre recordemos que cuando regreses vendrás a buscar a la Iglesia.

Acción Práctica.

Comparte la experiencia de la oración y la adoración a Dios en un lugar diferente del templo de la congregación.

Extracto del libro “40 Días de Ayuno y Oración 2012”

Por Betty y Ángel Paniagua

Resistencia, Chaco

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