«NO ES JUSTO.» (Hechos 6:2b)

Ejemplo Bíblico ¡Concéntrate en lo más importante!

Conforme la congregación del Nuevo Testamento iba creciendo, a los apóstoles les resultaba imposible «mantener a todos los platillos girando» – había llegado la hora de delegar. Escucha: «Buscad, pues, hermanos, de entre vosotros a siete hombres de buen testimonio, llenos del Espíritu Santo y de sabiduría, a quienes encarguemos de este trabajo» (Hechos 6:3). ¿Y cuál fue el resultado de esa decisión?

(a) El problema fue resuelto y los necesitados fueron atendidos
(b) La Palabra de Dios se extendió y el número de discípulos creció rápidamente
(c) Líderes clave en la cuidad de Jerusalén conocieron al Mesías

Debido al rápido crecimiento de la congregación, los apóstoles se vieron de repente inmersos en la distribución de comida y bebida; evidentemente, eso no era lo suyo. Contienda y división amenazaban la congregación, porque a las viudas judías se les otorgaba un trato preferencial frente a las que no lo eran.

Sólo cuando los apóstoles delegaron esa tarea a otros y volvieron a lo que fueron llamados, las cosas empezaron a ir bien.
John Maxwell dijo: «En lo que más aportas, eres lo más valioso». Para que tengas éxito, es extremadamente importante que descubras aquel área angosta de responsabilidad donde puedes aportar más valor – y quedarte allí».

Los apóstoles escribieron: «No es justo que nosotros dejemos la Palabra de Dios para servir a las mesas» (Hechos 6:2b). Tómate un momento para considerar esta pregunta: ¿Qué «no (es)[sería] justo» que continúe haciendo o empiece a hacer? O lo eliminas o lo delegas, pero sea lo que sea que hagas, empieza a hacer lo más importante, repito: lo más importante, ¿ok?