¿Cómo Aprender a Respetar Las Diferencias?

0
diferencias y la Biblia
¿Cómo Respetar Las Diferencias Según La Biblia?

“QUE… SEAN…AMABLES Y ATENTOS CON TODO EL MUNDO” (Tito 3:2, Castilian)

¿Cómo Aprender a Respetar Las Diferencias?

Nadie se libra de la adversidad. Jesús dijo a sus discípulos: “…En el mundo tendréis aflicción…” (Juan 16:33). Verdell Davis escribe lo siguiente:

“Aunque pasemos por las mismas enfermedades, las mismas relaciones rotas, las mismas discapacidades físicas y los mismos fracasos, intentar comparar sufrimientos es ignorar la dinámica especial que cada vida humana posee.

Al escuchar los testimonios de las reuniones de Alcohólicos Anónimos donde todos los integrantes están ahí por una adición común, uno se puede dar cuenta de que cada sufrimiento, cada pena, cada pérdida, cada interacción con otros tiene una dimensión única que ninguno de los presentes ha vivido de la misma forma.

Debemos resistir la tentación de ver nuestras adversidades como más terribles, o menos importantes, que las de los demás. Las mías son únicas para mí, y para tratar con ellas de manera abierta y sincera, tengo que aceptar que merecen mi atención y mi respeto.”

diferencias y la Biblia
¿Cómo Respetar Las Diferencias Según La Biblia?

Escribe Pablo: “Que… sean…amables y atentos con todo el mundo” (Tito 3:2, Castilian).

Respeta las diferencias que hay entre ti y otras personas, aun cuando hayáis vivido la misma experiencia. No irrumpas en su historia con un sermón ni un discurso bien planeados de antemano. “El sabio de corazón es llamado prudente, y la dulzura de labios aumenta el saber” (Proverbios 16:21).

No te equivocarás con alguien que está sufriendo si simplemente estás ahí, le das un abrazo, le haces saber que te importa y que estás orando por él. Lo siguiente puede parecer tópico, pero sigue siendo cierto: a nadie le importa cuánto sabes hasta que se da cuenta de cuánto él o ella te importan.

No demuestras el amor de Dios si eres avasallador, dogmático y te comportas como un sabelotodo. Sólo lo demostrarás si posees una sabiduría que es “pacífica, amable, benigna, llena de misericordia…” (Santiago 3:17).