No te desanimes, no temas si tu sueño tarda en cumplirse

Cuando-tu-sueno- demora-en-realizarse-no-temas
No te desanimes, no temas si tu sueño tarda en cumplirse

Cuando tu sueño demora en realizarse, no temas

¿Alguna vez has tenido un sueño que parecía imposible de realizarse? ¿Has sentido que Dios te ha dado una visión para tu vida, pero no sabes cómo cumplirla? ¿Has experimentado frustración, decepción o desánimo al enfrentarte a obstáculos y demoras en el camino?

Si tu respuesta es positiva, no estás solo. Muchos hombres de Dios en la Biblia pasaron por situaciones similares. Abraham tuvo que esperar 25 años para tener el hijo que Dios le había prometido. José pasó 13 años en la cárcel antes de convertirse en el gobernador de Egipto. Moisés pasó 40 años en el desierto antes de liderar al pueblo de Israel hacia la libertad. David tuvo que huir de Saúl durante 10 años y esperar otros 5 antes de ser coronado rey. Estos hombres y mujeres tuvieron que aprender a confiar en Dios y a perseverar en la fe mientras esperaban el cumplimiento de sus sueños.

¿Qué podemos aprender de ellos nosotros en la actualidad? ¿Cómo podemos mantener viva la esperanza y la pasión por nuestros sueños cuando se demoran? Aquí deseo compartir contigo algunos principios bíblicos que pueden ayudarte:

1) Reconoce que Dios tiene un propósito en la demora

Dios no es un Dios de improvisación. Él tiene un plan perfecto y un tiempo perfecto para cada uno de nosotros. A veces, nos hace esperar porque quiere prepararnos, purificarnos, fortalecernos o enseñarnos algo. Otras veces, nos hace esperar porque quiere alinear las circunstancias o las personas para que su voluntad se cumpla. Sea cual sea el motivo, podemos estar seguros de que Dios no nos hace perder el tiempo. Él está obrando en nosotros y a través de nosotros mientras esperamos.

2) No olvides las promesas de Dios y aférrate a ellas. Dios es fiel y siempre cumple su palabra

Si Dios te ha dado una promesa, puedes confiar plenamente que la cumplirá en su tiempo perfecto. No dejes que las dudas, los temores o las mentiras del enemigo te hagan perder la fe. Alimenta tu espíritu con la Palabra de Dios y medita en sus promesas. Declara con tu boca lo que Dios ha dicho sobre ti y tu futuro. No te rindas ante las circunstancias adversas o las opiniones negativas de los demás.

3) Renueva tu mente con la verdad de Dios y rechaza los pensamientos tóxicos

Muchas veces, el mayor obstáculo para nuestros sueños está en nuestra mente. Nos dejamos influir por los pensamientos de incredulidad, desesperanza, culpa, vergüenza o amargura que nos impiden ver las posibilidades que Dios nos ofrece. Necesitamos renovar nuestra mente con la verdad de Dios y rechazar los pensamientos tóxicos que nos limitan y nos paralizan. Necesitamos pensar como Dios piensa y ver como Él ve.

4) Rodéate de personas que te animen y te apoyen en tu sueño

No podemos cumplir nuestros sueños solos. Necesitamos contar con personas que nos amen, nos animen, nos apoyen, nos aconsejen y nos desafíen a crecer en nuestra fe y nuestro carácter. Necesitamos personas que oren por nosotros y con nosotros, que nos ayuden a discernir la voluntad de Dios y que nos acompañen en el camino. Busca a esas personas en tu familia, tu iglesia o tu comunidad y comparte con ellas tu sueño.

5) Sé fiel en lo poco y aprovecha las oportunidades que Dios te da

No esperes a que se cumpla tu sueño para empezar a actuar. Haz lo que puedas con lo que tienes donde estás. Sé fiel en lo poco y Dios te pondrá sobre mucho (Mateo 25:21). Aprovecha las oportunidades que Dios te da para desarrollar tus dones, tus talentos y tus habilidades. Sirve a otros con humildad y generosidad. Honra a Dios con tu trabajo y tu testimonio.

6) Confía en el tiempo y el propósito de Dios para tu vida.

No te desesperes ni te desanimes si tu sueño se retrasa. Recuerda que Dios tiene un plan perfecto para tu vida y que sus caminos son más altos que los nuestros (Isaías 55:8-9). Él sabe lo que es mejor para ti y cuándo es el momento adecuado para cumplir tu sueño. No te compares con otros ni te dejes llevar por la impaciencia o la envidia. Confía en el tiempo y el propósito de Dios para tu vida y alábale en todo momento.

Estos son algunos principios bíblicos que podemos aplicar cuando nuestros sueños demoran en cumplirse. Espero que te hayan sido de ayuda y que te animen a seguir soñando con Dios. No olvides que él es fiel y que cumple sus promesas. No dejes de creer ni de esperar en él. Él hará más de lo que pedimos o entendemos, según su poder que actúa en nosotros (Efesios 3:20).

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí