El Justo florecera como la palmera; crecerá alto como el cedro en el libano.
( Salmos 92:12 )
Que maravillosa promesa nos ofrece nuestro amado Dios, para todos los que hayamos hecho lo bueno en esta tierra. Se trata de una promesa abundante, a diferencia del florecimiento de los impíos que se menciona en el versículo 7, y que se les compara como la hierba, algo pasajero y de poco valor.
Que maravilloso es darnos cuenta que tanto las palmeras como los cedros, son arboles altos, majestuosos y muy vigorosos, con raíces que alcanzan grandes niveles de profundidad y su periodo de vida es muy extenso.
Debemos alegrarnos y confiar en Dios, porque a todos los siervos de Dios, nos llegan periodos, en los cuales, pese a haber desarrollado miles de actividades en beneficio de los mas necesitados, visitado a los enfermos y alimentado a los hambrientos, y cuando menos lo esperamos, nos llegara un periodo de calamidad y de pobreza, el cual sera únicamente como una prueba de parte de Dios, para confirmar nuestro amor por El.
Pero el periodo de prosperidad y de crecimiento esta en camino, ya no seremos nosotros los que caminemos de casa en casa buscando quien nos preste dinero, o tocando las puertas de los bancos, para solicitar financiamientos o refinanciamientos; al contrario, seremos nosotros, llevados por Dios, a ocupar cargos importantes, y prósperos, a fin de beneficiar siempre a los necesitados, y ser unos canales de bendición .
oración:
Gracias Padre amado, porque nos dejas estas promesas que nos llenan de esperanzas, y sabemos que las cumpliras.
Únicamente te pedimos que nos des fortaleza para esperar ese día, y no abandonar la visión que has asignado a cada uno.
En el nombre de Cristo Jesús,
Amen y Amen.
—
www.DevocionalesCristianos.org
¿Te gustó este artículo?
Suscríbete a nuestro canal de YouTube para ver videos sobre temas bíblicos.
Visita nuestros cursos bíblicos.
Se miembro de nuestro ministerio y obten todos los recursos.