1 Samuel 25:2 Explicación | Estudio | Comentario Bíblico de Matthew Henry

Estudio Bíblico | Explicación de 1 Samuel 25:2 | Comentario Bíblico Online

Comienza aquí la historia de Nabal, donde tenemos:

I. Una breve referencia de un hombre de quien jamás habríamos sabido nada si no hubiese sido por su conexión con la historia de David. 1. Su nombre: Nabal, que significa necio, es una mezcla de insensato e impío (v. el mismo vocablo hebreo en Sal 14:1, Sal 53:1). 2. Su familia: Era de la familia de Caleb y había heredado su hacienda, pero no sus virtudes. Maón y Carmel caen cerca de Hebrón, que fue dado a Caleb (Jos 14:14; Jos 15:54, Jos 15:55). Los LXX y otras versiones antiguas dicen que era un «cínico» (lit.), en el sentido de que tenía «un genio de perros», siempre brusco y regañón. 3. Sus riquezas: Era muy rico (v. 1Sa 25:2); lit. muy grande, porque las riquezas hacen que uno aparezca grande a los ojos del mundo, aun cuando su carácter era muy ruin y menguado, y ésa era su verdadera medida. 4. Su mujer: Abigail, que significa «el gozo de mi padre», nombre muy apropiado, pues se nos dice (v. 1Sa 25:3) que «Era aquella mujer de buen entendimiento y de hermosa apariencia». Con todo no podía prometerse a sí misma mucho gozo al casarse con tal hombre, al que probablemente la atrajo su riqueza más que otra cosa, con lo que mostró que su «buen entendimiento» distaba de ser perfecto. Son muchos los jóvenes y, especialmente, las jóvenes que se lanzan sobre un montón de riquezas mundanas, y se casan con ellas más que con una persona o con cualquier otra cosa que sea más deseable. ¡Cuántas Abigailes se ven atadas a sendos Nabales! 5. Su carácter: No tenía sentido alguno del honor ni de la honestidad, pues era «duro y de malas obras» (además de lo dicho arriba).

II. La humilde petición que David le hizo de que les diese algunos víveres a sus emisarios para él y para sus hombres.

1. Por lo que se ve, David se hallaba en grave aprieto para tener que mendigar el pan a la puerta de Nabal.

2. Escogió una buena oportunidad para ello, pues Nabal tenía que mantener a sus esquiladores, y se hacían grandes fiestas y suculentos banquetes en esas ocasiones, como vemos por la fiesta que hizo Absalón en una ocasión semejante (2Sa 13:24).

3. David ordenó a sus hombres que hiciesen la petición con todo respeto y cortesía: «Id a Nabal y saludadle en mi nombre» (v. 1Sa 25:5); «Sea paz a ti (con el cúmulo de bienes que el vocablo hebreo significa), y paz a tu familia, y paz a todo cuanto tienes» (v. 1Sa 25:6). Y habla de sí como de «tu hijo David» (v. 1Sa 25:8), con lo que insinuaba que le honraba y respetaba como a un padre.

4. Apela a la protección que los pastores de Nabal habían recibido de David y de sus hombres. (A) No les habían hecho nunca daño alguno ni les habían quitado ningún cordero, a pesar de la escasez de provisiones y del carácter mismo de los seguidores de David (1Sa 22:2), lo cual habla muy alto en favor de David, quien había acostumbrado a sus hombres a abstenerse de apropiarse de lo ajeno. (B) Incluso les habían protegido de cualquier daño que otros hubiesen intentado hacer a los pastores de Nabal, como estos mismos confesaron (v. 1Sa 25:16): Noche y día han sido para nosotros como un muro. Sin duda, los hombres de David fueron buenos guardianes de los pastores de Nabal cuando las bandas de filisteos descendían a robar las eras (1Sa 23:1) y, quizás, a llevarse el ganado. De tales saqueadores se veían libres los pastores de Nabal gracias a la protección de David y sus hombres; por eso, dice: Hallen estos jóvenes gracia en tus ojos (v. 1Sa 25:8).

5. Se muestra muy modesto en su petición (v. 1Sa 25:8): «Te ruego que des lo que tengas a mano a tus siervos y a tu hijo David». Como si dijese: «Danos lo que puedas para que salgamos de este apuro, y te quedaremos sumamente agradecidos». A pesar de la protección que había prestado a los pastores de Nabal, David no demanda nada como una deuda, ni como un tributo (pues era rey electo y ungido), ni como una contribución (pues era un general), sino como un favor que se presta a un amigo y a un siervo.

III. Grosera respuesta de Nabal a tan modesta petición (vv. 1Sa 25:10, 1Sa 25:11). Nabal, no sólo se negó, sino que le contestó de la forma más grosera. 1. Habla de David con el mayor desdén, como de una persona sin ninguna importancia, en la que no merece la pena fijarse. Los filisteos habían dicho de él: ¿No es éste el rey de la tierra, el que hirió a sus diez miles? (1Sa 21:11); sin embargo, este Nabal, su vecino y de la misma tribu, aparenta no conocerle o, al menos, no conocerle como hombre de mérito ni distinción (v. 1Sa 25:10): ¿Quién es David y quién es el hijo de Isaí? 2. Más aún, le echa en cara el aprieto por el que está pasando y toma de ello ocasión para presentarlo como un mal hombre, digno de ser castigado por vago, más bien que socorrido por necesitado. ¡Cómo le sale del corazón el lenguaje rudo y villano de los que odian la misericordia y la limosna! David estaba reducido a esta estrechez, no por culpa suya, sino precisamente por los buenos servicios que había prestado a su país y por los honores que Dios le había otorgado; pero Nabal le presenta como a un vagabundo y haragán. 3. Insiste en los derechos que tiene sobre las cosas de su propiedad y las provisiones de su mesa y se niega en redondo a compartirlas con otros. Nos equivocamos si creemos que somos dueños absolutos de nuestras posesiones para hacer de ellas lo que queramos. No, sino que somos administradores y debemos usar nuestras cosas según la voluntad de Dios, y recordemos que no son realmente nuestras, sino que nos han sido encomendadas para usarlas debidamente.

1 Samuel 25:2 explicación
1 Samuel 25:2 reflexión para meditar
1 Samuel 25:2 resumen corto para entender
1 Samuel 25:2 explicación teológica para estudiar
1 Samuel 25:2 resumen para niños
1 Samuel 25:2 interpretación bíblica del texto

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí