Padre, deseamos orar por nuestras vidas, por las vidas de todos los hombres y mujeres.  Clamamos por las familias  pidiéndote que derrames de Tu presencia, de Tu bálsamo que sana y restaura, de Tu óleo de alegría para que las familias sean restauradas sobrenaturalmente por Tu poder.

Atamos al destructor, y a todos los espíritus inmundos que le obedecen, que se han movido a su antojo  y los echamos fuera de nuestra tierra. ¡Fuera, en el Nombre de Jesús! En su lugar declaramos que nuestra Tierra es tomada por el Espíritu Santo y es llevada a la restauración de todo lo que el enemigo nos robó. Abre las ventanas de los cielos sobre nuestra tierra, te pedimos Señor. ¡Anhelamos ver la salvación de nuestra nación!

Toca el corazón de los hombres, niños, jóvenes, adultos y ancianos y llévalos al arrepentimiento. Oramos y quitamos todas las vendas de ceguera que les impiden ver la Verdad, en el Nombre de Jesús. Sean abiertos los ojos de los hombres  para que con osadía asuman el lugar que les corresponde en Ti. Provoca que se dé la salvación y la restauración juntamente en las vidas de los varones en este país.

Señor, te pedimos que sea restaurado el orden divino que Tú instituiste en las familias. Oramos profetizándoles: «Despiértate, tú que duermes, asume el lugar que te corresponde en el Señor Tu Hacedor. Apréstate para cumplir con el propósito divino que Dios escogió para ti desde antes de la fundación del mundo. Asume tu lugar de autoridad en los lugares celestiales con Cristo Jesús. Cíñete los lomos, vístete con la presencia del Señor, renueva tu entendimiento para que la sabiduría de lo alto gobierne tu vida. No temas, esfuérzate y sé valiente, Dios tiene un propósito para tu vida, ¡cree solamente!»

En el Nombre de Jesús, Amén.