«Con amor y verdad se perdona el pecado, y con temor del Señor se evita el mal, Cuando el Señor aprueba la conducta de un hombre, hasta con sus enemigos lo reconcilia» Proverbios 16:6-7

Toda relación tiene sus alltibajos, las ilusiones contrastan con frustaciones, esperanzas y realidad fatal, sueños contra pesadillas. El matrimonio institución creada por Dios, no escapa de esta realidad. Parecería que es casi imposible seguir enamorado de la misma persona «para siempre», pero a pesar de las desigualdades insoportables es posible en el Señor seguir enamorado. La desición tiene que partir de ambos conyuges, dejar de lado la actitud de «sabelotodos» y dar los pasos positivos para mejorar el matrimonio es tarea de dos.
Uno de los primeros pasos para avanzar en el mejoramiento de la relación conyugal es reconocer que necesitamos ayuda. La mayoría de parejas cristianas que conozco han llegado al Señor con una relación de pareja en crisis, tirándose desde zapatos a ollas; que hermoso es ver lo que Dios hace al reconciliar y unir a parejas otra vez enamoradas.
Pero, otras veces también sucede que parejas con varios años de cristianos, esconden sus desilusiones y poniendose una máscara de religiosidad, demasiados conscientes de guardar un «buen testimonio» no son capaces de ser autenticos y soportan un secreto bien
guardado: Frustración y rencor.
Son demasiadas las parejas de amados siervos y líderes que no hacen evidente su ira hasta que movidos por esta rendija caen en la tentación y pierden todo lo más amado.
Anda suelto es destructor del amor, la causa principal del divorcio, el tentador de mujeres víctimas, el mejor amigo de hombres desilusionados: El enojo.
Aparenta no exixtir, no notas su presencia, pero causa daño, destruye como la polilla cuando carcome en la oscuridad.
«¿Porque te dejas llevar por el enojo? ¿Por qué te relampagean los ojosí La ira le carcome el cuerpo, es una calamidad, el desastre no lo deja ni un sólo instante» .
«Los de corazón impío abrigan resentimiento, no piden ayuda aun cuando les duele, mueren en la flor de su vida» Job.
Este destuctor puede brotar de tres emociones distintas:
Frustración, por no recibir lo que esperábamos, ofensa, cuando no oímos las palabras que soñábamos, temor, el pavor que ocurra lo que no espero, la expectativa rota.
Como ves el enojo es una polilla que corrompe el ánimo, la ilusión, el amor, la ira entenebrece el corazón amoroso , vuelve impuro todos los nobles sentimientos, amarga el concepto que tienes por tu pareja, hasta después de aflicciones y riñas vuelves la mirada, primero de reojo, luego abiertamente al adulterio.

No hay peor enemigo que el enojo en las relaciones humanas, causan distanciamiento, el ofendido se queda estancado en la ofensa y se priva asi mismo de la esperanza de volver a amar.
«Porque los celos desatan la fueria del esposo y ésta no perdonará en el día de la venganza. No aceptará nada en desagravio, ni se contentará con medios regalos» Proverbios 7:34-35
¿Qué bueno puede salir de tantos malesí
«La sabiduría del prudente es discernir sus caminos, pero al necio lo engaña su propia necedad, el sabio teme al Señor y se aparta del mal, pero el necio es arrogante y se pasa de confiado»
¿Quieres recuperar el amor perdido, quieres ser libre de la atadura del rencor, quieres volver a enamorarte de la vida? Deja que el Espíritu de Dios te revele lo más prodfundo de tus Sentimientos escondidos, reconoce tu responsabilidad en medio de tantas pesadillas, apartate del mal. Con amor y verdad se perdona el pecado y con temor a Jehová se puede volver a empezar.
Con amor
Martha Bardales