Hola,
¡Que Dios te bendiga mucho! Respecto a la adopción, para mí es algo hermoso porque nace de uno el poder cuidar, educar y amar a otro niño que tanto lo necesita. Yo tengo una hija de 12 años a quien amo con todo mi ser, y quise darle un hermanito, pero no pude. Siempre pensé en adoptar uno, pero nunca lo contemplé, así como algo fuerte que no deseaba a morir. Sin embargo, al pasar del tiempo, mi matrimonio se derrumbó. En aquel entonces, yo no servía a Dios y me diagnosticaron cáncer en el útero, lo cual se detectó a tiempo y me lo extirparon.
Con el tiempo, conocí a un muchacho cristiano que me encaminó en los caminos del Señor. Él era divorciado y, en aquel entonces, estaba apartado, pero tenía conocimiento del mismo. Sabíamos que estábamos haciendo un yugo desigual, pero para hacerlo más corto, nos casamos. Felizmente, él tiene 2 hijos y yo tengo una niña. Lo cual quiero decirte es que, para Dios, no hay nada imposible. No pude tener otro hijo, pero Dios me regaló 2 que no son míos.
La adopción para mí es algo hermoso. Pienso que eso no molesta a Dios. Al contrario, es mostrarle amor a otro niño que en sí lo necesita. Bueno, disculpa mi testimonio, pero te exhorto a que sigas adelante. Pero primero, verifica si es que tú no puedes tener hijos o tu esposo. No vaya a ser que, después de adoptar uno, el Señor te regale más. ¡Bendiciones!