Disciplinas Libertadoras – Dimensión espiritual

DISCIPLINAS LIBERTADORAS

Dimensión espiritual


Sr. Palau:

En una de sus respuestas usted usó la frase «es necesario ascender a la dimensión espiritual». ¿Qué es la «dimensión espiritual»? Sabré agradecer su explicación.

Respuesta:

El ser humano fue creado para vivir en tres dimensiones. La dimensión física, ésta concierne a la materia y sus leyes, propiedades y fenómenos. Lo físico es lo que nos ata a la tierra. La dimensión del alma, concierne al campo psicológico. En esta dimensión encontramos tres partes: el intelecto, las emociones y la voluntad. El alma por consiguiente toma las decisiones y a través de ella podemos entendernos y distinguirnos como seres humanos.

Y hay una tercera dimensión, la del espíritu. El espíritu nos pone en contacto con Dios. El ser humano, a diferencia de los animales, se distingue porque posee la capacidad de tener contacto real y personal con Dios. Y el mensaje de Jesucristo nos enseña precisamente que usted y yo podemos tener amistad con Dios y conocerle en forma personal.

En 1 Juan capítulo 1 el apóstol dice:

«Así pues, les escribimos estas cosas, para que su alegría sea completa. Este es el mensaje que nos enseñó Jesucristo y que les anunciamos a ustedes; que Dios es luz y no hay nada de oscuridad en Dios. Si decimos que estamos unidos con Él y al mismo tiempo vivimos en oscuridad, mentimos en lo que decimos y hacemos. Pero si vivimos en la luz, como Dios está en la luz, entonces estamos unidos los unos con los otros y la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado».

El ser humano es un espíritu que vive separado de Dios por causa del pecado. Jesucristo es nuestro intercesor directo ante Dios pues murió por nuestros pecados y resucitó para hacernos partícipes de una dimensión espiritual con Dios.

Cuando uno recibe a Jesucristo en el corazón, el Espíritu de Dios comienza a morar en nuestro ser, haciéndonos hijos de Dios. Es algo misterioso, no hay duda. Y Jesús lo dijo según el Evangelio de San Juan capítulo 3:

«El viento sopla de donde quiere, y tú oyes su sonido, pero ni sabes de dónde viene ni a dónde va, y así es todo aquel que es nacido del Espíritu de Dios».

Todo ser humano tiene capacidad de experimentar una dimensión espiritual. El apóstol Pablo dice en 1 Corintios capítulo 6:

«El que se une con el Señor, un espíritu es con El».

Es decir, cuando Cristo entra a nuestro corazón, quedamos unidos con Dios y a esto se le llama «nacer otra vez».

Si usted todavía no goza de esa bella experiencia, está perdiendo la parte más importante de su vida, la dimensión espiritual.

Luis Palau

 

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