Reflexiones Cristianas – Alegría Y Fuerza En la Casa Del Señor


Para reflexionar…(10/05/07)

Alegría Y Fuerza En la Casa Del Señor

"Yo me alegré con los que me decían: A  la  casa  del  Señor
iremos.

Cuando nos ausentamos de la iglesia  porque  tenemos  muchos
otros compromisos y nos sentimos sin fuerzas para ir  a  las
reuniones, actuamos cual si dejásemos de sentarnos a la mesa
para comer porque nos sentimos debéis por haber  barrido  la
casa y lavado la loza. La iglesia es el  local  apropiado  a
busquemos  fuerzas  espirituales  para  todos   los    otros
compromisos de la misma manera que la mesa es el lugar donde
recibimos fuerza física para sostener nuestro cuerpo para el
trabajo.

¿Cuántas veces ya usamos la disculpa de no haber  ido  a  la
iglesia por  estemos  desanimados  por  el  día  de  trabajo
exhaustivo? Y ¿cuántas veces ya nos lamentamos y  murmuramos
porque  nuestro  día  de  trabajo  no  fue  tan  bueno  como
anhelábamos que él fuese? Es posible que  nos  haya  faltado
exactamente la bendición de  un  fortalecimiento  espiritual
que dejamos de recibir por haber preferido quedar en casa  o
en una rueda de amigos en vez de ir a la casa del Señor para
colocar nuestra vida en Su altar  y  buscar  dirección  para
cada momento de nuestro día.

En la iglesia nosotros tenemos  la  oportunidad  de  oír  el
mensaje  del  Señor,  somos  alimentados  y    fortalecidos,
practicamos  la  comunión  tan  necesaria  para  una    vida
cristiana  victoriosa,  crecemos  en  la  gracia  y  en   el
conocimiento de las cosas celestiales y nos  preparamos  para
enfrentar las adversidades comunes en los días de ese mundo.
Somos benditos y aprendemos a ser bendición en las manos del
Señor Jesucristo.

Como el salmista, debemos nos alegrar por el  privilegio  de
poder ir a la casa del  Señor.  Debemos  hacerlo  con  fe  y
confianza de que no solamente hablaremos con Él en  oración,
pero también que Él hablará con nosotros  y,  debajo  de  Su
unción y dirección, todo cuanto hagamos será próspero y bien
devenido.

Si usted sienta el abatimiento de un día de  mucho  trabajo,
busque al Señor y Él renovará todas sus fuerzas.

Paulo Barbosa

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