La Ley de Dios es una delicia

Las Delicias de la Ley de Dios

«Sino que en la ley del Señor se deleita, y día y noche medita en ella.» Salmo 1:2

Luego de las fiestas siempre queda comida. Por lo general, terminamos comiendo lo que sobró de las fiestas durante los siguientes dos o tres días. Esta regla aplica también para las cosas dulces que compramos para el brindis. En lo que a mi respecta, siempre me seduce mucho más las golosinas que la comida. Y me encanta saborear las garrapiñadas, las peladillas de chocolate, los confites, turrones y demás cosas que se presentan en la mesa.

Con lo cual, nos queda una provisión de cosas dulces y ricas que seguimos disfrutando después de las fiestas. Y asociamos la idea del deleite con la felicidad. Excepto los masoquistas que supuestamente disfrutan con el sufrimiento, la mayoría de las personas, intentamos buscar la felicidad y disfrutar de la vida. Cada uno encuentra su deleite en distintas cosas. Se podrían hacer listas interminables de cosas o situaciones que nos provocan placer.

David también tenía una larga lista, pero la resume en una sola cosa. Inicia sus poemas con esta expresión: Hay un solo camino a la felicidad. Existe una sola opción para estar completamente satisfecho y completo. No importa cuanto tengas en el banco ahorrado, ni tus estudios, ni el nombre de tu familia, ni el reconocimiento de tus pares, ni la fama que tengas, ni tu belleza, ni tu poder, ni tus influencias, ni tu trabajo.

Todas estas cosas, son complementarias. No son un fin en si mismo, y son la consecuencia de esta regla divina. La felicidad duradera y completa solo la puede encontrar aquella persona que encuentra deleite en la Ley de Dios. Y solo pueden deleitarse, aquellos que meditan en ella día y de noche. No es solamente leer para cumplir. Es necesario masticar, repasar, pensar en cada concepto leído y apropiarlo a la vida.

¿Cuándo fue la última vez que estuviste feliz al leer la Biblia? Si tenés que pensar mucho, es porque fue hace mucho tiempo. David nos propone en este año que comienza, modificar nuestras costumbres y volver a la fuente. No hay soluciones mágicas, pero Dios te garantiza esto.

La verdadera felicidad solo la puede encontrar aquel que tiene pasión por la Biblia. Y en consecuencia puede acomodar el resto de su vida, según esos parámetros.

REFLEXIÓN — Probá la alternativa de Dios.

Un gran abrazo y bendiciones

1 COMENTARIO

  1. Que linda y sencilla reflexión!!! Debemos buscar de ser felicies y deleitarnos, y que mejor manera que estar en la Palabra del Señor. Cuando en el Salmo 1 dice :Bienaventurados, significa: felices, felices, felices, pues así nos sentiremos cuando hagamos realidad en nuestra vida y la de nuestra flia, las promesas del señor, cuando podamos descubrir cuanto nos ama a través de su palabra, de su entrega, en fin de todo lo que nos podemos deleitar como hijos de Dios, sin merecerlo. Gracias por estos devocionales, son una ayuda al crecimiento espiritual de aquellos que tenemos el privilegio de recibirlos.–

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