Devocional Diario – Fuego y Jabón

Espiritu Santo y FuegoDevocional Diario – Fuego y Jabón

«.ÉL ES COMO FUEGO PURIFICADOR Y COMO JABÓN DE LAVADORES» (Malaquías 3:2)

El jabón lava el exterior, el fuego limpia el interior. ¡Y el Espíritu de Dios hace las dos cosas! Cuando pecas, ¡arrepiéntete! El arrepentimiento genuino produce una limpieza profunda. No te sientas mal de sentirte mal, sino alégrate por ello. Eso quiere decir que tu conciencia sigue siendo sensible y receptiva a la voz de Dios. Nunca vas a querer escuchar las palabras que Dios dijo de Efraín: «Efraín es dado a ídolos, ¡déjalo!» (Oseas 4:17). El hecho de que Dios te convence de pecado es prueba de su amor por ti. Dios puede perdonar tu pecado, pero no puede pasarlo por alto. El pecado no confesado es un obstáculo a tu relación con Él. El perdón tiene más transcendencia que simplemente escapar la paga del pecado; en realidad, es la clave de la restauración de tu comunión con Dios.

Tal vez te preguntes: ‘¿No se va a cansar Dios de que siga pecando y arrepintiéndome?’ Si Jesús le pidió a Pedro que perdonara a su hermano «setenta veces siete», ¿va a hacer Él algo menos por ti? Dice la Biblia: «Venid luego, dice Jehová, y estemos a cuenta: aunque vuestros pecados sean como la grana, como la nieve serán emblanquecidos; aunque sean rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana» (Isaías 1:18). Cuando pecas y te escondes de Dios, lo único que haces es prolongar el sufrimiento. Por lo tanto, en cuanto seas consciente de tu pecado, confiésaselo a Dios y saldrás de su presencia con la seguridad de que te ha perdonado. No eres un perdedor, sino un aprendiz. Alexander Pope comentó: «Un hombre nunca debería avergonzarse de reconocer que ha hecho algo malo; al hacerlo, está demostrando que es más sabio hoy que ayer.»

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí