«JUNTO A AGUAS DE REPOSO ME PASTOREARÁ» (Salmo 23:2b)
La Ayuda de Dios – ¡cuando la necesitas!
Me pastorea. Dios no va detrás de ti gritando: «¡Venga!». Está delante de ti preparando el camino y enseñándote por dónde ir. En la curva dice: «Gira aquí». En la cuesta susurra: «Sube». Ante el hoyo te advierte: «Cuidado donde pisas». Nos dice lo que necesitamos saber, cuando necesitamos saberlo. Escucha: «para… hallar gracia para el oportuno socorro» (Hebreos 4:16b). Fíjate en la palabra «oportuno».
Podrías decir: «No sé lo que haría si mi esposo muriera». Lo sabrás – cuando llegue el tiempo. «No sé cómo voy a pagar estas
facturas». Yaveh Jireh, el Señor que provee, estará ahí contigo – cuando llegue el momento. «No estoy preparado para enfrentar esto; es demasiado, no sé». Tal vez quieres saber todo antes de tiempo. Dios te dará sabiduría – cuando llegue el momento. La clave es: ¡Enfrenta los problemas de hoy con las fuerzas de hoy, y deja el mañana en las manos capaces de Dios!
Durante la Segunda Guerra Mundial, a Arthur Sulzberger,editor del periódico The New York Times, le costaba mucho conciliar el sueño o quitar de su mente el temor, hasta que hizo suyas estas palabras del himno Lead Kindly Light (Guía, Luz Amable): «No pido ver el panorama lejano; un paso me basta». El Señor tampoco te va a dejar ver el panorama lejano. Él promete una lámpara para tus pies, no una bola de cristal para ver el futuro. «me pastoreará» (Salmo 23:2b),¡y eso es suficiente para hoy! ¿Y mañana? «hallar[emos] gracia para el oportuno socorro» (Hebreos 4:16b).