7 Versículos Bíblicos Para Cuando Se Lucha Contra La Infertilidad

Versículos de la Biblia Contra La Infertilidad

Luchar contra la infertilidad puede es una de las pruebas más difíciles por la cual una pareja puede pasar por esta razón deseo dejarte estos 7 versículos de la Biblia, que ciertamente pueden dar consuelo a una pareja de esposos.

Salmo 113:9 «El Hace habitar en casa a la mujer estéril, gozosa de ser madre de hijos. ¡Aleluya!»

Sé que esta no es una promesa directa para todos aquellos que quieran concebir hijos, pero muestra que el Señor puede abrir el útero y hacer un milagro. No puedo pensar en nada que sea más difícil para una pareja que el tratar de concebir hijos y no conseguirlo.

Hay muchas como Ana quien rogó a Dios por un hijo, Sara, que hace mucho tiempo se había dado por vencida, y la madre de Juan el Bautista, Isabel, que al igual que Sara, era ya bien mayor y, probablemente, había renunciado a tener hijos.

Textos Bíblicos Para Cuando Se Lucha Contra La Infertilidad

Hebreos 11:11-12 «Por la fe Abraham, a pesar de su avanzada edad y de que Sara misma era estéril, recibió fuerza para tener hijos, porque consideró fiel al que le había hecho la promesa. 12 Así que de este solo hombre, ya en decadencia, nacieron descendientes numerosos como las estrellas del cielo e incontables como la arena a la orilla del mar».

¿Que es más difícil que ser mayor de edad y concebir un hijo?

Sara había renunciado a la oportunidad tener un hijo y así se lo dijo a Abraham en tener un hijo a través de Agar y ¿no lo sabes, Sara más tarde tendría su propio hijo y sus celos llevaron Agar y su hijo Ismael lejos pero «Por la fe Sara misma recibió fuerza para concebir, aun cuando ella había pasado de la edad, pues consideró fiel al que se lo había prometido «(Hebreos 11:11).

Salmo 37: 5 «Encomienda al Señor tu camino; confía en él, y él actuará.»

Si lees el Salmo 37 casi todo es acerca de deleitarse en el Señor, y cuando una pareja se deleita en el Señor, Él puede otorgarles su mayor deseo, ya que dice

«Deléitate en el Señor, y él te concederá las peticiones de tu corazón» (Salmo 37: 4).

Deleitarse en el Señor significa tener gran placer en la vida de obediencia a Dios viviendo y que nos deleitamos en hacer lo que Él dice en Su Palabra.

Esta no es una promesa de darnos todo deseo que podamos llegar a tener, pero es una promesa que Dios nos concede los deseos más profundos de nuestro corazón cuando nuestro deleite está en Él.

Deleitarse en el Señor no significa deleitarse mas en las cosas que queremos que las que Él quiere.

Salmo 127:3: «Los hijos son una herencia del Señor,los frutos del vientre son una recompensa.»

La palabra hebrea utilizada para «herencia» es «nachalah» y significa una «posesión, porción,» los niños son, básicamente, un don de Dios y una posesión Él nos da. El «fruto del vientre» es «una recompensa», tal vez de vivir una vida de obediencia a Él.

En ninguna parte de la Biblia esta es una promesa para consebir un niño por vivir una vida de obediencia sino que simplemente dice que Dios es el dador y el «autor de la vida» (Hechos 3:15).

2 Corintios 4:18 «Así que no nos fijamos en lo visible sino en lo invisible, ya que lo que se ve es pasajero, mientras que lo que no se ve es eterno.»

Cuando nos centramos en el presente, quitamos nuestros ojos de las recompensas eternas en el reino. Vivimos hoy en día para las cosas en el futuro. Cuando Cristo venga por nosotros algún día, vamos a mirar hacia atrás y pensar en lo que esto era la vida y la gloria que vamos a contemplar en ese día no será nada en comparación con lo que teníamos en esta vida (Romanos 8:18).

Génesis 25:21 » Isaac oró al Señor en favor de su esposa, porque era estéril. El Señor oyó su oración, y ella quedó embarazada».

Cuando lees la Biblia paraciera que está llena de parejas que estaban luchando con la esterilidad. La esposa de Isaac Rebeca no fue la excepción y todo lo que podían hacer era orar a Dios para un niño y cuando «Isaac oró al Señor en favor de su esposa, porque era estéril. El Señor escucho su oración, y ella «quedó embarazada».

Hay siempre esperanza y puede ser que Dios quiera que lo busquemos a Él en oración acerca de este asunto antes de que Él responda nuestras oraciones.

A veces la respuesta puede ser no, otras veces la respuesta es aún no, pero lo que sabemos que Dios escucha nuestras oraciones, porque «los ojos de Jehová están sobre los justos, y sus oídos están atentos a sus oraciones» (Salmo 34:15).

Lucas 1:36-37 «También tu parienta Elisabet va a tener un hijo en su vejez; de hecho, la que decían que era estéril ya está en el sexto mes de embarazo. 37 Porque para Dios no hay nada imposible.»

Este era Dios haciendo lo imposible y dejando testimonio de su Palabra, de que nada es imposible para Él. Sé de algunas parejas que tuvieron muchas dificultades con no poder concebir.

No fue su falta de fe, sino que estaban fuera del tiempo de Dios. Dios es el que teje la vida dentro del útero de una mujer como lo dice el Salmo 139:13 dice: «Tú creaste mis entrañas; me formaste en el vientre de mi madre.» y, a veces sólo tenemos que esperar. La «demora de Dios» no siempre debe ser tomada como su respuesta final.

Si estás actualmente luchando contra la infertilidad, Dios declara del futuro su reino venidero para ti

«Tú, mujer estéril que nunca has dado a luz,¡grita de alegría! Tú, que nunca tuviste dolores de parto,¡prorrumpe en canciones y grita con júbilo! Porque más hijos que la casada tendrá la desamparada

—dice el Señor 2 Ensancha el espacio de tu carpa, y despliega las cortinas de tu morada.¡No te limites! Alarga tus cuerdas y refuerza tus estacas.3 Porque a derecha y a izquierda te extenderás; tu descendencia desalojará naciones, y poblará ciudades desoladas»(Isaías 54:1-3).

Si no has sido capaz de concebir por muchos años, tal vez Dios te está hablando para adoptar porque hay muchos niños que esperan por ser adoptados.

Aquellos que no han podido tener hijos durante muchos años y han adoptado un niño, su angustia por fin fue reemplazada con un gozo inefable porque Padres no son sólo aquellos que han dado a luz, si no también aquellos que han tomado a los huérfanos de este mundo y se han convertido en amorosos padres, de niños que no tenían a nadie más.