INTRODUCCIÓN.
Hasta el momento, hemos visto las generalidades y los aspectos históricos de este movimiento, así como la Primer mentira espiritual del Panteísmo. Ahora, vamos a ver la 2a mentira; pero antes, veamos lo que enseña la doctrinas de la reencarnación. No está por demás aclarar, que las definiciones son las que dan quienes creen en ella. Yo creo en Aquel que dijo «Yo soy la resurrección y la vida…» es decir, Jesucristo... pero para que sepamos de que estamos hablando, es necesario escribir conceptos y definiciones.
¿QUÉ ES LA REENCARNACIÓN? Es la transmigración de las almas en varios ciclos, a través también de varios cuerpos, para poder llegar a la perfección.
La doctrina de la reencarnación afirma que la vida del espíritu es una sola e inmortal, compuesta de ciclos de concordancia con su necesidad evolutiva. Cada uno de estos ciclos emprende un programa amplio a realizar en el mundo donde baja a encarnar. Cuando dicho programa se realiza en una sola existencia o vida humana, como sucede en las reencarnaciones de seres espirituales de gran evolución, el ciclo se circunscribe a una sola existencia en este mundo (esto dicen que sucedió con Jesús de Nazareth (qué blasfemia, pero debo escribirlo), Moisés, Buda, Mahoma, Confucio). Pero, dado el atraso evolutivo de nosotros, el resto de los «simples» humanos, ninguno de nosotros es capaz de realizar el programa en una simple existencia, por lo que es necesario volver una, y otra, y otra vez, hasta completarla.
El reencarnacionismo sostiene que las plantas, los animales y la vida humana están relacionadas (recuerde: todo es «dios») y que las almas son capaces de transmigrar de una forma de vida a otra. En una existencia anterior, alguien pudo ser planta o animal.
Y para colmo de males, los reencarnacionistas citan la Biblia para sustentar su diabólica creencia, por lo que debemos tener mucho cuidado para no ser confundidos (como ya mencioné en el Panteísmo, emplean vocabulario semejante al bíblico, PERO CON ENFOQUE DIFERENTE; sea sabio y dependa del Espíritu Santo para entender Su Palabra, no se apoye en su propia prudencia. Estudie la Palabra de Dios BAJO la dirección de Su Divino Autor). Algunas citas que ellos toman para afirmar (y tratar de confundir a quien se deje) la creencia en la reencarnación:
Mateo 17:10-13 donde Jesús dijo que Elías ya había venido (refiriéndose a Juan el Bautista) (los de la Nueva Era argumentan que Juan era Elías reencarnado).
Juan 9:1-3 donde Jesús responde a los discípulos acerca del origen de la ceguera del hombre. (los nuevaeristas argumentan que si había una posibilidad de que el pecado del hombre fuera la causa de su ceguera, tenía que haber pecado antes de nacer, pues ya había nacido ciego)
Pero recuerde que el diablo es experto en «sacar el texto del contexto, para usarlo como pretexto». Cualquiera que tome en serio el estudio de la Biblia, sabe que hay que leer el contexto del párrafo, el contexto histórico y en armonía con el resto de las enseñanzas escriturales, así que no se deje convencer porque le citen la Biblia, para ello, usted debe permitir que el Espíritu Santo le dé espíritu de sabiduría y revelación en Su conocimiento (lo cual incluye Su Palabra).
LECCIÓN. (Recuerde que estamos en Génesis 3):
Satanás se atrevió a contradecir a Dios, llamándole así, mentiroso (v 4). Afirmó que Adán y Eva no morirían, si comían del árbol que Dios había prohibido.
La Nueva Era, de acuerdo al origen de esta infernal mentira (por algo, Satanás es el padre de mentira), promueve la reencarnación y la Ley del Karma.
LEY DEL KARMA: Ley irrevocable que dice que cada uno, va a recibir en la vida presente lo que merece, de acuerdo a cómo vivió en la vida pasada.
En el mundo (dicen ellos) existe una fuerza impersonal que nos hace acumular deudas y haberes basados en nuestra conducta. La calidad de vida que tendremos en la próxima, depende de cómo vivamos en la vida presente.
Por tanto, el bien o el mal que se haga, siempre se recompensará o se pagará, respectivamente, en la vida siguiente, hasta llegar al premio final: el Nirvana (la liberación de las cosas terrenas; llegar al paraíso; es decir, hasta tener la perfección y volver a unirse con la gran energía cósmica (Dios, supuestamente), logrando así, la «SALVACIÓN».
«Gracias» a la reencarnación, el mal siempre es castigado en la próxima vida y el bien siempre es recompensado. Pero la Biblia, la Palabra del Dios Viviente, dice: «y de la manera que está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto, el juicio» (Heb 9:27), negando así, que tengamos una vida anterior o una reencarnación futura.
La reencarnación, de acuerdo a la Nueva Era, tiene varias «ventajas» sobre el cristianismo:
1. Elimina el temor a la muerte: pues no tendrán que ir a dar cuentas a un Dios personal, sino que únicamente, harán una transición a una nueva existencia. De acuerdo a ésto, el suicidio es una buena alternativa para terminar una existencia sin razón.
2. Da una explicación a la maldad, mejor que la que da el cristianismo: Mientras la Biblia dice que existe maldad porque todos nos hemos alejado de Dios y violentado Sus leyes morales, la Nueva Era dice que el Karma justifica que si recibimos mal, es porque lo merecemos, pues en otras vidas, nos hemos portado mal. Así, el homosexualismo, el adulterio, el incesto, el homicidio y todos los demás pecados (todos), pueden justificarse de acuerdo a lo que vivimos en vidas pasadas: por ejemplo, tal vez alguien que actualmente es mujer, fue hombre en su vida pasada, y por eso en la actual, sigue siendo atraída por mujeres (la justificación cada vez más frecuente de «tengo alma de hombre en cuerpo de mujer» o viceversa); o tal vez, si alguien comete incesto con su pequeña hija, es porque en vidas anteriores, ambos fueron pareja…. Pero la Biblia dice: «No os maravilléis de esto: porque vendrá hora cuando todos los que están en los sepulcros oirán Su voz; y los que hicieron lo bueno, saldrán a resurrección de vida; mas los que hicieron lo malo, a resurrección de condenación» (Juan 5:28-29), con lo cual queda muy claro que hagamos lo que hagamos en vida, una vez muertos, sólo nos levantaremos en la Resurrección, sea para estar por siempre con Dios , si es que hemos aceptado a Cristo como Único y Suficiente Salvador, viviendo de acuerdo a las normas establecidas en Su Palabra (Primera Resurrección), o sea para ir a dar eternamente al Lago de fuego, si en vida rechazamos la salvación de Dios, que nos ofrece a través de lo que Su Hijo Santo y Perfecto, Jesús el Cristo (el único y verdadero Cristo) hizo en la Cruz.
3. Según la Ley del Karma, en el mundo no hay injusticia (¿¡!?). Todo lo que sucede, es debido a lo bueno o malo que se hizo anteriormente: las riquezas, la pobreza, la salud o la enfermedad, la felicidad o la infelicidad.…cada quien tiene lo que merece (todo es justo); pero la Biblia asegura que sólo Jesús traerá un Reinado justo y equitativo (Salmo 45:6-7a) «Tu Trono, oh Dios, es eterno y para siempre, cetro de justicia es el cetro de tu Reino. Has amado la justicia y aborrecido la maldad». Actualmente existe la injusticia y sólo el Reinado Justo de Jesús, el Rey de gloria, acabará con ella. Amén.
También en la reencarnación se basa el vegetarianismo: ¿cómo podrían comer carne? tal vez estuvieran comiendo a un pariente que reencarnó en animal (aunque, como ya lo mencioné, sus doctrinas son absurdas, pues si todo es «dios» y se puede reencarnar hasta en una manzana, pues entonces tampoco deberían comerse las frutas…)
CONCLUSIÓN.
Satanás ofrece vida, pero es sólo una ilusión. En realidad, la vida únicamente puede darla Dios a través de aceptar el sacrificio de Su Hijo al poner nuestra confianza en Él, únicamente; el mismo Señor Jesús afirmó: «Yo (nadie más) soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá . Y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente ¿crees esto?» (Juan 11:25-26). Por tanto: solamente Jesucristo, el Principio y el Fin, el Alfa y Omega, el primogénito de los muertos, el Primero y el último, el que Vive y estuvo muerto, más he aquí que Vive por los siglos de los siglos. Amén… Él, Él nos puede dar vida, y vida en abundancia. Debemos vivir respetándole, amándole, sirviéndole, honrándole, creyéndole, conociéndolo más y más… no pongamos nuestra confianza en falsas esperanzas de reencarnar o de portarnos como se nos ocurra, sino con un temor reverente de que algún día, nos presentaremos ante Dios y le daremos cuenta de nuestra conducta en esta nuestra
vida terrenal única.
Hebreos 9:27 «Y de la manera que está establecido para los hombres que mueran una vez y después de esto, el juicio». Sólo una vez viviremos, sólo una vez moriremos. Sólo en esta vida tenemos la oportunidad de ser sabios y creerle a Dios, aceptando a Su Hijo y escapando de la condenación eterna que nuestros pecados merecen (pues «la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Jesucristo, Señor nuestro»)… o de ser tan tontos, creyendo las mentiras de Satanás, de que no hay a quién darle cuenta de nuestros actos, ¡escápate! porque después de la muerte, hay un Juicio (Juan 5:28-29, ya visto).
Hermano, recuerde que la única forma de reconocer las mentiras del enemigo de nuestras almas, es primero conociendo, entendiendo y creyendo(no precisamente en este orden) la Verdad de Dios, a través de Su Palabra ¡estudie su Biblia, hoy es el tiempo!
