Acérquese más cada día

1

Acérquese más cada día

Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer. – Juan 15:5

Permanecer en Jesús no es algo que se produce automáticamente en los creyentes, sino que es una manera de vivir que implica disciplina y esfuerzo.

Tenemos que someternos deliberadamente a nuestra unión con Jesús y a darle el primer lugar en lo que respecta a nuestra atención. Si queremos crecer espiritualmente, si queremos andar en el poder y en la comunión con el Señor, tendremos que dedicar el tiempo que sea necesario para conocerlo.

Eso no es algo que podemos hacer por un tiempo y luego nos olvidamos de ello, sino que debemos hacerlo todos los días. En el momento que dejamos de acercarnos más a Jesús, empezamos a ser llevados por la corriente.

Aquí en este mundo natural usted está rodeado por la impiedad. Vive en un cuerpo que es totalmente natural. A menos que intencionalmente contrarreste eso con oración diaria y tiempo en la Palabra, su cuerpo y su mente simplemente cederán a las presiones a su alrededor y se irán con el sistema del mundo.

Ahora mismo, tome la decisión de entregarse a las cosas de Dios, de concentrar su atención en el Señor y de empaparse de su Palabra. Escuche cintas de predicaciones y de enseñanzas cuando se esté vistiendo, cuando vaya conduciendo al trabajo, cuando esté preparando la comida, cuando esté reparando su automóvil, cuando esté haciendo ejercicio, cuando esté limpiando la casa y cuando vaya a acostarse. Escuche la Palabra de Dios en todo tiempo y en todo lugar. Permanezca hoy en Él.

Juan 15:1-11

15:1 Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el labrador.
15:2 Todo pámpano que en mí no lleva fruto, lo quitará; y todo aquel que lleva fruto, lo limpiará, para que lleve más fruto.
15:3 Ya vosotros estáis limpios por la palabra que os he hablado.
15:4 Permaneced en mí, y yo en vosotros. Como el pámpano no puede llevar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí.
15:5 Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer.
15:6 El que en mí no permanece, será echado fuera como pámpano, y se secará; y los recogen, y los echan en el fuego, y arden.
15:7 Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo que queréis, y os será hecho.
15:8 En esto es glorificado mi Padre, en que llevéis mucho fruto, y seáis así mis discípulos.
15:9 Como el Padre me ha amado, así también yo os he amado; permaneced en mi amor.
15:10 Si guardareis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; así como yo he guardado los mandamientos de mi Padre, y permanezco en su amor.
15:11 Estas cosas os he hablado, para que mi gozo esté en vosotros, y vuestro gozo sea cumplido.

Gloria Copeland

1 COMENTARIO

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí