Para reflejar…(10/08/05)
El Dios Eterno

«Jesucristo es el mismo ayer, y hoy, y por los siglos»
(Hebreos 13:8).

Gladys Aylward, misionera que trabaja en China hay más de 50 a?os, fue forzada a fugarse cuando los japoneses invadieron Yangcheng. Pero ella no podía dejar su trabajo para detr?s.
Con a ayuda de apenas un asistente ella llev? más de cien hu?rfanos, atravesando las monta?as en dirección a la China libre. En su libro «El Precio Ocultado de la Grandeza,» Ray
Besson y Ranelda Mack Hunsicker dicen: Durante su jornada angustiante al salir de Yangcheng, Gladys experiment? desesperaci?n como nunca antes hab?a probado. Despu?s de pasar la noche despierta ella se vio delante de la ma?ana siguiente desesperanzadamente de alcanzar seguridad. Una ni?a de 13 a?os de edad, que participaba del grupo, record? a ella la historia de Moisís y los israelitas atravesando el Mar Rojo. «Pero yo no soy Moisís,» Gladys contestó, llorando «Claro que no es,» dijo la ni?a, «pero Jeov? ?aún es Dios!» Cuando Gladys y los hu?rfanos hicieron ?sta caminata, fug?ndose de la guerra, probaron una vez más que no importa lo incapaces que nos sentimos, Dios es aún Dios y podemos confiar en Él.

A veces nos vemos delante de situaciones que nos llevan la pensar que no seremos capaces de sobrepasar ciertos obst?culos que surgen a nuestra frente. Creemos que somos flacos e impotentes y que no vale a pena insistir en la ilusi?n de que vamos a conseguir. Lembramosde nuestra cobardía y olvidamos del Dios que todo puede.

En otras ocasiones llegamos a recordar del poder de Dios, pero, al mismo tiempo, concluimos que Él no perder?a Su tiempo con personas tan imperfectas como nosotros. Y lo que experimentamos, en ambas las situaciones, es la p?rdida de nuestra bendición y la pr?rroga de nuestros sueños de felicidad.

El Señor nos ama y todo cuanto nos dice respeto es importante para Él. Jamás estar? ocupado a punto de no auxiliarnos u ofrecer Sus manos para darnos la victoria. Es el mismo Dios de la pasado y así como fue con Moisís y con todos los personajes de la Biblia, ser? con nosotros en cada momento de nuestras vidas.

Al contemplar un grande problema, mire para cima y ver? que Jesus Cristo es mayor de que Él.

Paulo Barbosa
Un ciego en el Internet
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¡Sonría, Jesus te ama!