Devocional Liderazgo: Ni medio por tu ministerio

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Un Devocional Sobre El Liderazgo Cristiano

Un Devocional Sobre El Liderazgo

Expresa lo siguiente:

«Yo pues, preso en el Señor, os ruego que andéis como es digno de la vocación con que fuisteis llamados, con toda humildad y mansedumbre, soportando con paciencia los unos a los otros en amor, solícitos en guardar la unidad del Espíritu en el vínculo de la Paz; un cuerpo, y un Espíritu, como fuiste también llamados en una misma esperanza de vuestra vocación; un Señor, una fe, un bautismo, un Dios y Padre de todos, el cual es sobre todos, y por todos, y en todos. Pero a cada uno de nosotros fue dada la gracia conforme a la medida del don de Cristo.  Por lo cual dice: Subiendo a lo alto, llevo cautiva la cautividad, y dio dones a los hombres» (Efesios 4:1-8).

En estos últimos tiempos vemos con mucha preocupación, como la Iglesia de Cristo se ha ido dividiendo cada día más, y más.
Pareciese que solo tiene lugar nuestros propios egos, nuestros propios dones, talentos o ministerios, o nuestras propias visiones, nuestras propias mega-iglesias, o mini-iglesias, etc.

Cuando Dios estableció su iglesia, la estableció bajo la misma condición de igualdad a cada uno de sus miembros, a todos y a cada uno nos dio su palabra, su autoridad, su Espíritu, sus promesas, y todos pertenecemos a un mismo cuerpo.

Aunque pareciese, a simple vista, que este es un problema actual, podemos visualizar más allá de nuestros tiempos, a través de las sagradas escrituras, muy enfáticamente, sobre todo en las cartas de Pablo a las iglesias de sus tiempos; como les exhorta a cada momento, a través, de diferentes a mantener la unidad. Sin embargo, para ironía nuestra, muchas de las cartas de Pablo, han sido usadas para dividirnos entre nosotros mismos, si no es la ropa, es por el don o ministerio, sino es por cualquier cosa, pero todo nos causa una división.

Un ejemplo de ello lo tenemos en 2da.  De Corintios 3:1-5:

En esta carta le expresa lo siguiente a la Iglesia de Corinto:

¿Comenzaremos otra vez a recomendarnos a nosotros mismos? ¿O tenemos necesidad, como algunos, de cartas de recomendación para vosotros? Nuestras cartas sois vosotros, escritas en nuestros corazones, conocidas y leídas por todos los hombres; ……………………………..no seamos competentes por nosotros mismos para pensar algo como de nosotros mismos, sino que vuestra competencia proviene de Dios, el cual asimismo nos hizo ministros competentes de un nuevo pacto………….»

Otro ejemplo notable lo conseguimos en Romanos 3:29-30 Aquí Pablo exhorta a la Iglesia de Roma; diciendo lo siguiente:

¿Es Dios solamente Dios de los Judíos?  ¿No es también Dios de los gentiles?  Ciertamente, también es de los Gentiles.  ¿Por qué Dios es uno, y él justificará por la fe a los de la circuncisión, y por medio de la fe a los de la incircuncisión?

En la 1ª carta a los Corintios dice:

«Ahora bien, hay diversidad de dones, pero el Espíritu es el mismo, y hay diversidad de ministerios, pero el Señor es el mismo, y hay diversidad de operaciones, pero Dios, que hace todas las cosas en todos, es el mismo. Pero a cada uno le es dada la manifestación del Espíritu para provecho».

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Los Creyentes, a menudo, viven, en su mayoría, bajo unas conductas, actitudes, y un vocabulario, que aparentan muchas veces piedad, pero ocultan las verdaderas intenciones de sus corazones, en realidad en lo profundo de su ser; siente rechazo, envidia, rivalidad, y desprecio hacia otros creyentes, debemos cuidar nuestro hombre interior y no dejar que estas cosas acontezcan dentro de nosotros, limpiemos nuestros corazones y nuestra mente.

NO DOY NI MEDIO POR TU MINISTERIO:

Hay muchas maneras de demostrarle a otros consiervos, que para nosotros no tiene ningún valor, el llamado que Dios haya puesto, o sus dones y talentos, o sus anhelos en el corazón para servir a Dios.  Y aunque no se los digamos, le dejemos un mensaje en su inconsciente (como diría un psicólogo) o en su espíritu sentiría el rechazo, a través del discernimiento de Espíritu, como le diríamos los cristianos).

Quiero citar algunos ejemplos de ello:

1.- Tienes un miembro en tu Iglesia, eres Pastor, ya tu miembro tiene 10, 20, 30 años en la iglesia, y nunca le has puesto ni siquiera a orar por la ofrenda.

2.- Eres líder en tu Iglesia, de algún Ministerio, de jóvenes, damas, niñas, adoración, teatro, !lo que sea!  Y te tomas la gran molestia de cerrar la puerta a los que no te caen bien y simplemente le dices; Cada quien tiene que servir en lo que Dios le ha llamado a servir, todos no podemos ser brazos, o pies, o nariz, ojo, etc….  O no todos podemos estar en un pulpito, hay muchas cosas por hacer en hospitales, cárceles, etc….  Y aunque es una verdad, en este caso, la usas como excusas, para que no se empeñen a entrar los que tu no deseas que entren.

3.- Eres líder o no, pero en la iglesia hay otro líder que está haciendo las cosas con esfuerzo, puede que lo haga bien o puede que lo haga mal, y tú sientes dentro de ti que lo podrías hacer mucho mejor; busca de que tu pastor te apruebe a ti y lo desapruebe a él, o simplemente lo criticas con otras personas, para que el rumor o chisme se vaya esparciendo, y lo terminen quitando o apartando de ese trabajo.

4.- No le dices a nadie, ni al Pastor, no lo criticas delante de otros, pero simplemente no te presentas en las cosas que organice dicho hermano; sea un evento, sea una charla, sea una clase, sea un seminario, sea lo que sea.

5.- Vas al taller, charla, actividad lo que sea que haya organizado, pero cuando estás allí, tienes una actitud indiferente como si te da igual, como de fastidio, aburrimiento, o desencanto.

6.- Si asistes a las actividades pautadas, no lo criticas con nadie, no buscas de quitarle el puesto, cuando asistes no muestras una actitud en contra de la actividad, pero cuando te pide ayuda o colaboración, te niegas con cualquier excusa, o le prometes ayudar y después te desapareces y no lo haces, y de paso nunca le das una explicación luego, para aunque sea decirle lo siento no pude estar.

7.- No hablas mal de él, vas a sus actividades organizadas, te muestras entusiasta, lo ayudas, pero tratas de darle ideas, sugerencias, y de hacerte lucir, tratando de hacer que todos vean que lo hace bien solo por ti, y que tú eres quien te desenvuelves mejor, y se den cuenta de que tienes mejores cualidades o ideas y eres mejor candidata para estar allí que el mismo.

Cualquiera de estas situaciones, le dicen a tu prójimo, no doy ni medio por tu ministerio; reflexiona si algunas de estas actitudes se han mezclado en tu vida, recapacita, cambia la dirección de tus decisiones, incorpórate al cuerpo de Cristo, restaura a ese hermano, no importa si crees que no lo hace bien, anímalo, ayúdalo, enséñalo, bendícelo, y todo lo que siembres en él lo cosecharas.

¡SI EMPIEZAS A RESTAURAR A UN HERMANO, SU MINISTERIO, Y SUS DONES, NO SOLAMENTE HAS RESTAURADO UN MIEMBRO DEL CUERPO DE CRISTO, QUE ES Él, Sino A OTRO MIEMBRO DEL CUERPO DE CRISTO QUE ERES Tú!!
¡COMIENZA YA, YO ANDO EN LO MISMO, ÚNETE A ESTE PROPÓSITO, Y VENCEREMOS!

MIL BENDICIONES PARA TI

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