Devocionales Cristianos – Todo Para La Gloria De Él

«Si, pues, coméis o bebéis, o hacéis otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios» (1 Coríntios 10:31).

Preguntaron, cierta vez, a Leonard Bernstein, famoso maestro de la Orquesta Filarmónica de Nueva York, cual es instrumento más difícil de ser tocado. Pensó por algunos instantes y, entonces, contestó: «El segundo violín. Puedo conseguir muchos instrumentistas para tocar el primer violín, pero, hallar alguien para tocar el segúndo violín, con entusiasmo, es un problema. Y si no tenemos ninguno segundo violín, no tendremos ninguna armonía.»

Muchos de nosotros buscamos la notoriedad de estar siempre en realce. Queremos ser los primeros, estar en frente, ganar aplausos y congratulaciones. Ser el vice, el segundo, alguien que se queda en la retaguardia, está fuera de nuestros planes. O somos el líder o no queremos más nada.

Pero, ¿estamos actuando correctamente pensando de esta forma? ¿No podríamos ser útiles en una posición menos destacada? En una equipo no existe apenas con el líder. Es compuesto de varias personas y todos son importantes para el éxito de todo proyecto. Somos importantes adonde quiera que estemos, desde que ejecutemos lo que nos cabe con dedicación y entusiasmo.

Suelo decir a mis amigos y a los cristianos a los cuales enseño, que el mejor lugar para nosotros no es el del liderazgo, pero, el lugar en que el Señor nos coloca. En una empresa, tanto el gerente, como el jefe de sección, como la persona que hace la limpieza, todos son importantes para que todo vaya bien. La empresa necesita de todos, desde el mayor hasta el menor, y de la misma forma la obra del Señor. Los pastores y líderes son importantes, los evangelistas también, los maestros son fundamentales, y cada miembro, individualmente, tiene su participación especial en la tarea dejada por el Señor Jesus para Su iglesia.

Si usted está en un puesto, tanto en el trabajo como en la iglesia, que juzga inferior, no murmure. Diga a Dios que usted trabajará y dará lo mejor de sí y que todo hará para que el nombre del Señor sea engrandecido. Agradezca a Dios por el privilegio de hacer un algo y, esté cierto, usted será muy feliz.

Todo lo que hacemos, en todo lugar, debe ser para la gloria de Dios.