LOS CRISTIANOS – LA AMENAZA

MENSAJES – LA AMENAZA

«Pero me temo que, así como la serpiente con su astucia engañó a Eva, los pensamientos de ustedes sean desviados de un compromiso puro y sincero con Cristo.» 2 Corintios 11:3

La tristemente celebre historia del jardín del Edén nos muestra la metodología que emplea el diablo para engañar. El padre de las mentiras, tiene la habilidad para decir medias verdades y convencer a su interlocutor. Logró hacerlo con Eva, quien era totalmente pura y sin pecado. Y la convenció de desobedecer a Dios y probar el fruto prohibido.

Primero le dijo que Dios había prohibido comer de todos los frutos. Eso era mentira, porque tenían absoluta libertad para comer de todo excepto de un solo árbol. Frente a esta mentira, Eva responde con criterio y acertadamente. Y luego el diablo niega lo que Dios había dicho y le presenta una oferta interesante: No vas a morir (Dios dijo que iban a morir) y si comen, pueden llegar a ser como Dios. ¿Cuánto tiempo conversó el diablo con Eva para convencerla? No sabemos, pero fue un trabajo muy efectivo. Destruyó la pureza y la santidad.

Y lo hizo desviando el pensamiento del hombre por una senda inapropiada. Dios había sido bien claro con las reglas, pero el diablo se esmeró en convencer al hombre que podía tomar otro camino para lograr el mismo fin. Desvió el pensamiento de Adán y Eva de la obediencia a Dios para utilizar su sentido común y su buen criterio. Y consiguió lo que buscaba. El hombre pecó.

Pasaron miles de años, y el diablo sigue usando la misma metodología. Ya lo advirtió Pablo hace dos mil porque para los corintios, el diablo usaba la misma estrategia. Y hoy, la situación no ha cambiado. El diablo sigue susurrándote al oído sus mentiras, tratando de desviar tu pensamiento: Dios no es bueno, Dios te prohíbe la diversión, te hace ser un santito religioso aburrido. Tus amigos se divierten más, siguen su filosofía de vida y la pasan mejor, saben vivir la vida, saben disfrutar.

Y quiere cambiar tu manera de pensar, alterar tu pensamiento y alejarlo de Dios. De esa manera, te acerca al pecado y te distancia de tu compromiso con la pureza y con Cristo. La amenaza está latente, el enemigo emplea la misma estrategia. Ya estás avisado, no te duermas. El diablo solo busca lastimarte, y puede hacerlo si lo dejás.

REFLEXIÓN — Alerta, amenaza cerca.

Un gran abrazo y bendiciones

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