DEVOCIONAL CRISTIANO – LA MORAL

DEVOCIONAL DIARIO – LA MORAL

«Porque es necesario que todos comparezcamos ante el tribunal de Cristo, para que cada uno reciba lo que le corresponda, según lo bueno o malo que haya hecho mientras vivió en el cuerpo.» 2 Corintios 5:10

Todo tribunal evalúa si el acusado quebró o no las leyes y que sentencia merece por dicha infracción. Estamos acostumbrados a ser cuestionados o juzgados y generamos un automático recurso de la defensa propia, excusas o dilataciones que intentan amortiguar la pena y hacernos parecer inocentes. El problema es que muchas veces sabemos que es imposible. Siempre el juicio está presente en nuestra mente, nuestra culpa y nuestras decisiones.

Dios lo sabe, porque nos conoce, por eso nos prometió un juicio justo. Pero la grandeza y el amor de Dios para sus hijos son tan grandes que el juicio que nos asignó no es para condenación sino para premiación. Jesucristo va a recompensar en el cielo lo que hayamos hecho acá en la tierra. Y a diferencia de los jueces y tribunales humanos, Cristo no es subjetivo, ni parcial. Es el único Juez Justo y perfecto, a quien nada se le escapa.

No podemos ocultarle nada, no podemos evitar que sepa. Su mirada todo lo ve, y sus oídos todo lo oyen. Incluso eso que escondemos en el fondo de la mente o del corazón. Y este Juez absoluto va a juzgar nuestras obras, y su vara para medir no va a ser la moral. En el original griego, la frase sea bueno o sea malo no está relacionada con lo honesto, decoroso o ético. Sino con su utilidad. El juicio de Jesucristo determinará si nuestras obras fueron útiles o inútiles.

Dios va a considerar si lo que hicimos para su Gloria, fue realmente para su Gloria; o si lo hicimos por el aplauso, para hacernos ver, para lograr fama, para buscar reconocimiento, porque queríamos poder. Pero esto solo es atribución de Dios. Ninguna persona tiene ni el derecho ni la autoridad para emitir un juicio sobre los motivos del accionar del otro.

Porque todo el Juicio, Dios lo delegó en Jesucristo, no en una persona. Así que hacé un autoanálisis y revisa los motivos de tu servicio. Si estás haciendo poco, empezá a hacer más. Si no estás haciendo nada, ¡despertate! Todavía estás a tiempo para recibir un buen premio. Pero eso depende exclusivamente de vos.

REFLEXIÓN – El juicio está cerca.

Un gran abrazo y bendiciones

Dany

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