La Vanidad en la Biblia – El Rey Salomón

Rey Salomon EscribiendoLa Vanidad en la Biblia – El Rey Salomón

Miré todas las obras que se hacen debajo del sol; y he aquí, todo ello es vanidad y aflicción de espíritu. Eclesiastés 1:14 (RVR)

Si hubo un ser humano con las posibilidades más grandes de desarrollar sus deseos y caprichos, ese fue el rey Salomón. Tuvo a su disposición los tres elementos que hacen falta. En primer lugar tuvo el dinero para comprar lo que quisiera. Hoy no todos tenemos esta posibilidad y siempre nos faltan 5 para el peso. Pero Salomón, como era el rey, tenía a su disposición todos los tesoros del reino.

Tuvo también el tiempo. Algunos tienen el dinero para darse los gustos, pero no tienen el tiempo para disfrutarlos. Por lo general, cuando tenés cuarenta años, un trabajo, la iglesia, una esposa y dos hijos no te queda mucho tiempo disponible para otras actividades. Salomón, como era el rey, tenía la posibilidad de delegar responsabilidades y ocuparse de lo que él quisiera, sin tener que rendir cuentas a nadie.

Finalmente, Salomón también tuvo la sabiduría para disfrutar cada cosa que hacía. A veces tenemos el tiempo y el dinero para darnos los gustos pero no tenemos la capacidad para aprovecharlos o disfrutarlos. Suele pasarle a algunos que se jubilan que tienen el tiempo y el dinero para hacer largos viajes, pero les falta la fuerza y las ganas para soportar el trajín de hacer tantos kilómetros. Salomón tenía las tres cosas: tiempo, dinero y fuerza.

Así que exploró todas y cada una de las posibilidades de disfrute del ser humano, hasta su más detallada expresión. Hizo grandes obras, tuvo plantaciones y animales, cosechó una fortuna, tuvo ejércitos, victorias, los mejores vinos, poder, hijos, las mejores comidas, siervos, obediencia, respeto, hasta un circo en su casa.

Y después que probó todo, termina diciendo: todo es vanidad. Todo lo que hice es como un poco de humo. No es nada, se diluye, no queda nada. Todo el libro de Eclesiastés es una queja de este hombre contando que había logrado y como se había sentido. Si alguno pudiera alcanzar el 10% de los éxitos de Salomón se podría sentir más que satisfecho. Pero este rey, quedó completamente desilusionado. Porque todo lo analizó «debajo del sol».

Nunca incluyó a Dios en ninguno de sus objetivos. Por eso hoy nos recomienda, vivir la vida en el temor de Dios. Él probó y le fue mal.

REFLEXIÓN – No vivas vanamente, viví como Dios.

Miré todas las obras que se hacen debajo del sol; y he aquí, todo ello es vanidad y aflicción de espíritu. Eclesiastés 1:14 (RVR)

Un gran abrazo y bendiciones

Dany

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