¿Cómo Dios provee según la Biblia? – Parte 1
«MI DIOS, PUES, SUPLIRÁ TODO LO QUE OS FALTA…» (Filipenses 4:19)
Dios usará a distintas personas en momentos distintos para satisfacer distintas necesidades en tu vida. Se sirvió del faraón para alimentar a los israelitas.
¡Imagínate! Cuando hubo hambre, guio a su pueblo hacia Egipto e hizo que el faraón lo alimentara durante cuatrocientos años. Fíjate en esto: Cuando le pides algo a Dios, no Le digas a quién debe utilizar para dártelo. Escucha las palabras de Jesús: «… rebosando darán en vuestro regazo…» (Lucas 6:38b).
Cuando Dios quiere bendecirte, ¡algunas veces enviará a alguien! Pero si eres demasiado orgulloso como para aceptar su ayuda, no la obtendrás. O si limitas al Señor a actuar solo a través de personas que conoces y te gustan, perderás de nuevo «el tren». Dios se sirvió del faraón porque él no era el tipo de persona para estar encantado con él. El Señor no quiere que te enganches a nadie más que a Él. Dios te puede bendecir a través de tu jefe, el inspector de hacienda, el vendedor de coches, el gestor del banco y ¡hasta aquellos que no te tratan bien!
Fue la traición por parte de sus hermanos lo que hizo que José llegase a ser Primer Ministro de Egipto. Gente entrará y gente saldrá de tu vida. Alaba a Dios cuando lleguen y alaba a Dios cuando se vayan, y recuerda: «Si Él me ha bendecido antes, lo hará de nuevo» – y sigue caminando.
Egipto se convirtió en un problema solo cuando el pueblo de Dios ¡llevaba allí demasiado tiempo! No te apoyes en otros demasiado tiempo, o llegarás a idolatrar al instrumento de tu bendición, el cual puede acabar controlándote. Esto sería un problema, ya que Dios dijo: «No tendrás dioses ajenos delante de Mí» (Éxodo 20:3).
¿QUÉ ES ESTO QUIERE DECIR? (Éxodo 16:15)
Dios te librará de la dependencia de cualquier otra mano distinta a la suya. Él permitirá al «faraón» que te «alimentó» el año pasado, abusar de ti en este. Después te llevará al «desierto» y te enseñará a confiar solo en Él. Fíjate:
(1) Quizás no reconozcas tu provisión al principio
La palabra ‘maná’ significa: ‘¿Qué es esto?’. Nunca habían visto nada parecido. Aceptarlo requería fe. No temas de algo por no venir «empaquetado» como a ti te gusta. En vez de eso di: «Señor, si es de acuerdo a tu deseo, lo acepto, estoy agradecido y empezaré vivir de ello».
(2) Lo primero que debían hacer cada mañana era recoger el maná
¿Por qué? Porque al mediodía el sol lo derretía. Antes que nada, ve y recoge tu «maná». Aliméntate con la Palabra de Dios antes de que el enemigo tenga oportunidad de golpearte. Después de hacerlo, ya puedes enfrentarte a cualquier cosa que te traiga el día.
(3) Recibes de acuerdo a tus necesidades, no a las de tu vecino
Dios no te va a bendecir para que puedas competir con tu vecino de «la tienda» de al lado; si él tiene más hijos que alimentar, recibirá más «maná». Deja de medir tus bendiciones con las de los demás. Tus bendiciones dependen de dos cosas: (a) La cantidad que necesitas para realizar lo que el Señor te ha encomendado; (b) El grado en que Dios te las pueda confiar. Así que deja de comparar y quejarte de lo que Él da a tu vecino, y empieza agradecer el «¿qué es esto?», que el Señor ha puesto a «la entrada de tu tienda».
Si te gusto lee la parte 2 Y 3:
Cómo Dios provee según la Biblia – Parte 2
Cómo Dios provee según la Biblia – Parte 3
¿Te gustó este artículo?
Suscríbete a nuestro canal de YouTube para ver videos sobre temas bíblicos.
Visita nuestros cursos bíblicos.
Se miembro de nuestro ministerio y obten todos los recursos.