¿Cómo Estás Alimentando Tu Mente? ¿Qué Dice La Biblia?

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¿Cómo Estás Alimentando Tu Mente? ¿Qué Dice La Biblia?

¿Cómo alimentar nuestro espíritu según la Biblia?

Este es el título de mi nuevo escrito, donde quiero compartir contigo algunas reflexiones sobre la importancia de cuidar lo que pensamos y cómo eso afecta nuestra vida.

La Biblia nos dice que somos lo que pensamos (Proverbios 23:7). Nuestros pensamientos determinan nuestras emociones, nuestras acciones y nuestros resultados. Por eso es tan importante alimentar nuestra mente con lo que Dios dice que es bueno y verdadero.

El alimentarse bien de la palabra de Dios es una señal de sabiduría, y si no lo crees, mira la que dice el proverbio en la versión Nueva Traducción Viviente:

El sabio tiene hambre de conocimiento, mientras que el necio se alimenta de basura (Proverbios 15:14).

Este proverbio es muy duro, pero es una realidad Bíblica, y tú ¿cómo te estás alimentando? Con Netflix, Disney, X-box, Nintendo, PlayStation, Instagram, Facebook, TikTok, K-Wai y demás distracciones que socavan tu vida espiritual al punto de destruirla.

En Filipenses 4:8, el apóstol Pablo nos da una lista de ocho cualidades que debemos buscar en nuestros pensamientos: lo verdadero, lo honesto, lo justo, lo puro, lo amable, lo de buen nombre, lo que tiene virtud y lo digno de alabanza. Estas son las cosas que nos ayudan a crecer en nuestra fe, a tener paz y alegría, y a ser una bendición para los demás.

Pero, ¿cómo podemos alimentar nuestra mente con estas cosas? Aquí te doy tres consejos tremendos y prácticos:

1) Lee la Palabra de Dios todos los días

La Biblia es el alimento espiritual por excelencia. En ella encontramos la verdad de Dios sobre nosotros mismos, sobre Él y sobre su plan para nuestra vida. La Biblia nos corrige, nos enseña, nos inspira y nos fortalece. Lee un pasaje de la Biblia cada día y medita sobre lo que Dios te quiere decir a través de él.

2) Medita en las promesas de Dios diariamente

Dios nos ha dado muchas promesas en su Palabra que podemos reclamar en fe. Algunos dicen que hay 365 promesas de Dios en la Biblia, yo creo que son más. Hay promesas de amor, de perdón, de provisión, de protección, de sanidad, de victoria y muchas más. Medita en estas promesas y repítelas en tu mente a lo largo del día. Así estarás renovando tu mente con la verdad de Dios y no con las mentiras de satanás.

3) Memoriza versículos bíblicos constantemente

Una forma de tener la Palabra de Dios siempre presente en nuestra mente es memorizar algunos versículos Bíblicos claves que nos hablen al corazón. Puedes elegir versículos Bíblicos que se relacionen con como te sientes hoy, con tus metas o con tus desafíos personales. Escríbelos en una tarjeta o en tu celular y repásalos cada vez que puedas. Así estarás llenando tu mente con lo que es excelente y digno de alabanza.

Estos son algunos consejos para alimentar tu mente con lo mejor de Dios. Espero que te hayan sido útiles y que los pongas en práctica. Recuerda que tu mente es el campo de batalla donde se decide tu destino final. No permitas que el enemigo siembre dudas, temores o mentiras en ella. Alimenta tu mente con la Palabra de Dios y verás cómo cambia tu vida para bien.

Además de estos 3 consejos, hay 4 formas más de alimentar nuestro espíritu según la Biblia: La biblia nos dice que debemos alimentar nuestro espíritu con la palabra de Dios, la oración, la alabanza y la comunión con otros creyentes. Estos son también los otros cuatro alimentos espirituales que nos nutren y fortalecen nuestra fe.

4 alimentos espirituales: Los cuatro alimentos espirituales son:

1) La Palabra de Dios

Es el pan de vida que nos da dirección, sabiduría y esperanza. Debemos leerla, meditarla y aplicarla a nuestra vida diaria. La palabra de Dios es nuestra fuente de inspiración, de conducta y de vida. Es el sustento de todo nuestro ser: espíritu, alma y cuerpo.

2) La Oración

Orar es simplemente hablar con Dios, y esta nos permite expresarle nuestras necesidades, gratitud y adoración. Debemos orar sin cesar y confiar en que él nos escucha y responde nuestras oraciones en su tiempo y conforme sus propósitos.

3) La Alabanza

La alabanza es el reconocimiento personal de la grandeza y bondad de Dios que nos llena de gozo y gratitud. Es demostrar gratitud por lo que Dios ha hecho en nuestras vidas. Debemos alabarle con nuestros labios, con instrumentos y con nuestra vida.

4) La Comunión Con Otros Creyentes

Es el compartir con nuestros hermanos en la fe que nos brinda apoyo, ánimo y corrección. Debemos reunirnos con frecuencia para edificarnos mutuamente y servir a Dios juntos.

Dos formas de alimentar tu vida espiritual son: Además de los cuatro alimentos espirituales mencionados anteriormente, hay otras 2 formas de alimentar tu vida espiritual que pueden ayudarte también a crecer en tu relación con Dios. Algunas de ellas son:

1) El Ayuno

Es la renuncia voluntaria a algún alimento o actividad por un tiempo determinado con el fin de dedicarse a Dios con más intensidad. El ayuno nos ayuda a disciplinar nuestro cuerpo, a enfocarnos en lo espiritual y a experimentar más del poder de Dios.

2) El Testimonio

Es la narración de lo que Dios ha hecho en nuestra vida y cómo nos ha salvado, sanado o liberado. El testimonio nos ayuda a recordar las obras de Dios, a glorificar su nombre y a evangelizar a otros.

Hay un versículo bíblico que habla sobre la importancia de alimentar el espíritu y es Gálatas 5:16-17: “Digo, pues: Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne. Porque el deseo de la carne es contra el Espíritu, y el del Espíritu es contra la carne; y estos se oponen entre sí, para que no hagáis lo que quisiereis.”

Alimentar el espíritu y no la carne: Alimentar el espíritu significa buscar las cosas de Dios y someterse a su voluntad. Alimentar la carne significa seguir los impulsos pecaminosos y rebeldes que nos alejan de Dios. Debemos alimentar el espíritu y no la carne porque:

Alimentar el espíritu nos da vida eterna, pero alimentar la carne nos lleva a la muerte (Romanos 8:6).

Alimentar el espíritu nos hace fructificar en amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre y templanza, pero alimentar la carne nos hace manifestar obras como adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia, idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, disensiones, herejías, envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a estas.

Así que, si deseamos crecer fuertes y saludables, sigamos todos los buenos consejos para alimentar nuestra alma y nuestro espíritu. Dios es bueno, y nos ha dado provisión para que todo esto se realice para su gloria. No olvidemos que todo en el universo es sobre Jesús y nuestra vida, acercándose cada vez más a Él.

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