MINISTERIO MUJER JOSE Y MARIA

JOSÉ Y MARÍA
«Aceptando la voluntad de Dios para bendecir al Mundo»
Por: Norma Solis Zavala
Tomado del estudio: Con quién me casaré.
Cuando leemos las Escrituras podemos encontrar dos pasajes claves en la busqueda de la pareja:
Al hombre se le dice: busca una mujer virtuosa.
«Mujer virtuosa, ¿quién la hallará? Porque su estima sobrepasa largamente a la de las piedras preciosas» (Proverbios 31:10 – Biblia version Reina Valera).
¡Qué dificil es hallar una esposa extraordinaria! ¡Hallarla es como encontrarse una joya muy valiosa!» (Biblia para todos).
A la mujer se le dice busca un hombre de verdad.
«Muchos hombres proclaman cada uno su propia bondad, pero hombre de verdad, ¿quién lo hallará» (Proverbios 20:6 – Biblia versión Rreina Valera).
«Hay muchos que afirman ser leales, pero nadie encuentra gente confiable» (Biblia para todos)… al parecer dice que dificil es encontrar un hombre confiable (opinión personal).
Analizando estos pasajes de la biblia podemos observar que tanto el varón como la mujer estan en búsqueda de la «Mujer virtuosa» y del «Hombre de verdad». Pero el asunto es ¿Quién la hallará?- para el varón y ¿Quién lo encontrará? – para la mujer. Ambos estan en esa búsqueda y algunos toman y aceptan la voluntad de Dios y otros no y prefieren escoger de acuerdo a sus gustos, sus intereses, su ministerio, su edad, etc.
Dios dotó tanto al varón como a la mujer con la capacidad de la elección o de la voluntad propia, ellos deciden si lo toman o lo dejan, lo aceptan o lo rechazan. En ambos casos ellos tienen que analizar, explorar y relacionarse mútuamente para descubrir si es o no la pareja adecuada para compartir toda su vida con ella o con él.
Hoy quiero hablarte de José y María un hombre de verdad y una mujer virtuosa, que aceptaron la voluntad de Dios.
Cuando leemos la Biblia lo primero que resalta en José es que era un «HOMBRE JUSTO» (Mateo 1:19), lo siguiente que dice es que al saber que María estaba embarazada tomó una decisión: «QUISO DEJARLA SECRETAMENTE PARA NO INFAMARLA» es decir no queria denunciarla públicamente para que no fuera lapidada o condenada a morir apedradas (Deuteronomio 22:23-24).
Recordemos que José estaba comprometido para casarse con María, él la había elegido para que fuera su esposa; pero al saber que estaba embarazada vió en ella algo que impedia tomarla como esposa. Cualquiera haya sido los pensamientos que cruzaron por la cabeza de José, aqui en esta situación de caos para su vida decide tomar la decisión de dejarla secretamente y no manchar la reputación de María para salvar su vida.
María no era cualquier mujer, era una mujer llena de cualidades, pues el ángel le dice:¿Salve, muy favorecida! El Señor está contigo; bendita tú entre las mujeres… No temas, porque has hallado gracia delante de Dios. Y ahora concebirás… (Lucas 1:28-33). A los ojos de Dios María encontro favor y gracia, en ella había algo tan especial que Dios no encontró en otra virgen y la pregunta es y qué fue eso: SU FE Y SU HUMILDAD (dependencia de Dios en su vida) – ¿Cómo sabes esto?, pues las mismas Escrituras nos lo confirman y allí encontramos otras cácterísticas mas de ésta mujer:
* Su inocencia:
Cuando María escucho la salutación del ángel se turbo y se quedo pensando: porque debo alegrarme (salve) y porque soy muy favorecida (Lucas 1:29).
* Su curiosidad:
Luego le dijo al ángel ¿Cómo concebiré un hijo? si no he tenido relación íntima (sexual) con un varón (Lucas 1:34).
*Su entrega a Dios:
Y después de saber cómo iba a concebir un hijo, acepto la voluntad de Dios y dijo: «He aqui la sierva del Señor; hágase conmigo conforme a tu palabra» (Lucas 1:38)
*Su fe:
Cuando fue a visitar a Elisabet ella dijo de María: «Bienaventurada la que creyó, porque se cumplirá lo que le fue dicho de parte del Señor» (Lucas 1:45).
*Su adoración a Dios:
Luego María exclamo: «Engrandece mi alma al Señor; y mi espíritu se regocija en Dios mi Salvador» (Lucas 1:46-47).
José conocía a María, sabia que era una mujer llena de cualidades, valiosa a sus ojos, que ni las Leyes de Moisés tenían derecho de quitarle la vida por hallarse embarazada antes de estar en el lecho conyugal con su esposo. Dios es maravilloso, sabía que clase de hombre era este, lo conocía tan bien y sabía que era el padre que reunía todas las condiciones para criar, cuidar, alimentar y educar al Mesías que iba a nacer.
José tenía que decidir tomar o rechazar la voluntad de Dios, ya María había aceptado la voluntad de Dios, ahora le tocaba a José: Cuando él pensaba en dejarla el ángel del Señor le dijo en sueños: «José, hijo de David, no temas recibir a María tu mujer, porque lo que en ella es engendrado, del Espíritu Santo es. Y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados» (Mateo 1:20-21).
Dios lo primero que hace es hacerle entender a José que es descendiente de David, a él le fue dado la promesa que de sus descendientes levantaría al Mesías que iba a libertar a su pueblo. Luego le dice: No tengas miedo en recibir a María como tu esposa, ella dará a luz un hijo que salvará a su pueblo de sus pecados.Cuando José se despertó, decidió aceptar la voluntad de Dios y recibió a María como su esposa (Mateo 1:24). José había aceptado la voluntad de Dios, este hombre tenía la responsabilidad de velar por el cuidado del Salvador del mundo, el Hijo de Dios: Jesús.
Veamos como era José:
* Conocía las Escrituras:
Jósé tenía conocimiento de la voluntad de Dios revelado por Las Escrituras, y desde ésta base el ángel le dice: 1) Eres descendiente de David. 2) La virgen ha concebido por obra del Espiritu Santo. 3) Le pondrás por nombre Jesús porque Él salvará a su pueblo de sus pecados (S. Mateo 1:20-21). Al escuchar todo esto José vio el cumplimiento de las profecias hechas por Dios a su pueblo Israel.
* Le creyó a Dios:
Cuando José se despertó, decidió aceptar la voluntad de Dios y recibió a María como su esposa (S. Mateo 1:24).
* Se sujetaba (obedecia) a las autoridades:
Cuando tenian que ser empadronados cada uno en su ciudad, también José subió de Galilea a Belén para ser empadronado con María su mujer (S. Lucas 2:4-5)
* Obedecía a Dios:
– Le puso el nombre Jesús (S. Mateo 1:21).
A María también se le había dicho que lo llamará Jesús (S: Lucas 1:31), pero Dios tenía que tratar con el que llevaba la responsabilidad del cuidado del hogar – José – y por tal razón le dijo el ángel: Tú le pondrás su nombre: Jesús.
Recordemos que cuando Elizabet dio a luz a Juan el Bautista, vienieron sus parientes y sus vecinos y llamaban al bebé que había nacido como su padre, pero su madre dijo: ¡No! Se llamará Juan.
Entonces preguntaron por señas a su padre cómo lo quería llamar, él pidio una tablilla y escribió «Juan es su nombre» (S. Lucas 1:50-63).
Este comportamiento nos hace entender que en ese tiempo el nombre que se le daba a un hijo tenía que tener la aceptación y aprobación del padre para llamarlo como tal.
* Estaba dispuesto a ejecutar la voluntad de Dios para salvar la vida del niño.
Cuando se fueron los magos de oriente, el ángel del Señor se le apareció en sueños a José y le dijo: «Levántaté, y toma al niño y a su madre, y huye a Egipto, y permanece allá hasta que yo te diga» «Y él despertándose tomó de noche al niño y a su madre, y se fue a Egipto» (S. Mateo 2:13-14).
* Él esperaba escuchar la voz de Dios para moverse.
Cuando Herodes murió, el ángel del Señor se le apareció en sueños a José en Egipto y le dijo: «Levántate, toma al nilño y a su madre, y vete a la tierra de Israel» (Mateo 2:20).
* Tomaba decisiones pensando en el bienestar del niño y Dios lo confirmaba en aquello que decidía.
Cuando llegó a la tierra de Israel tuvo temor de ir a Judea, pero avisado por revelación en sueños fue a Galilea y habitó en la ciudad de Nazaret (Mateo 2:21-23).
Jesús creció teniendo como modelo de padre a José. Dios había escogido al hombre de verdad, al hombre justo, él proveyo juntamente con María una mujer virtuosa: amor, protección, alimentación, y educación a Jesús el Hijo de Dios, el Salvador del Mundo.
Así que ho hay que temer aceptar la voluntad de Dios, Él tiene cuidado de cada uno de nosotros, Él ha diseñado para nosotros un futuro glorioso, caminemos confiadamente esperando el tiempo de Dios y tomando las decisiones correctas para escoger y dejarse conquistar por la pareja que Dios ha preparado para cada uno de nosotros.
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UN COMENTARIO A PARTE
Te comparto algo que cuando iba a citar esta última parte que nuestro Señor y Salvador Jesús tuvo como modelo de padre a José, dije quizás me este equivocando y al leer un capítulo de el libro «Jesús de Nazaret» de Giovanni Papini, encontre este párrafo:
«Porque el hijo lo espera todo del padre, y mientras es pequeño solo tiene fe en el padre y únicamente está seguro junto al padre. El padre sabe que debe vivir para él, sufrir por él, trabajar por él, el padre es como un dios terrestre para el hijo, y el hijo es casi un dios para el padre… Esta idea de la paternidad debidamente aplicada a Dios – que es una de las grandes revelaciones del Evangelio de Cristo – esta idea profundamente confortadora de que Dios es Padre y nos ama como un padre ama a sus hijos y no como un rey a sus esclavos, y da a todos sus hijos el pan de cada día, y acoge placentero incluso a los que pecaron cuando vuelven a apoyar la cabeza sobre su pecho … la ha visto Jesús en la naturaleza misma. Como Hijo de Dios y una sola esencia con el Padre, siempre había tenido conciencia de esa paternidad apenas entrevista por los profetas más luminosos, pero ahora, participando de todas las experiencias humanas…»
Nuestro Señor y Salvador Jesucristo tuvo un padre ejemplar en la tierra: José y una madre ejemplar: María.

 

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