ADORA Y CONFIA Y LA LUCHA CON LA ENVIDIA

 

Hola mis amados:

Hola mis amados:

A veces en las situaciones adversas o en los momentos mas difíciles que hos ha tocado vivir, si nos hace difícil adorar y confiar, porque mas facil nos arrastra lo que vemos que lo que debemos hacer para agradar a Dios, esto es lo que nos hace remontar y esperar confiadamente que Dios obrara en nuestro favor y que veremos Su respuesta, porque para adorarle fuimos hechos, entonces que lo exterior no influya en el interior del corazon desde donde debe salir la adoración perfecta para el Rey de todos los reyes

 

Adora y confía.

No te inquietes por las dificultades de la vida, por sus altibajos, por sus decepciones, por su porvenir más o menos sombrío. Quiere tú, lo que Dios quiere. Ofrécele en medio de inquietudes y dificultades el sacrificio de tu alma sencilla que, pese a todo, acepta los designios de Su providencia. Poco importa que te consideres un fracasado, si Dios te considera plenamente realizado a su gusto. Piérdete confiado ciegamente en ese Dios que te quiere para Sí Y que llegará a ti, aunque no lo veas.

Debes saber que estás en sus manos tanto más fuertemente dolido, o cuánto más decaído y triste te sientas. Vive feliz, vive en paz que nada te altere, que nada sea capaz de quitarte tu paz, ni la fatiga, ni tus fallos. Haz que brote y conserva siempre sobre tu rostro, una dulce sonrisa, reflejo de la que el Señor, continuamente te dirige. Y en el fondo de tu alma coloca, antes que nada todo aquello que te llene de la paz de Dios. Adora y Confía, porque el te tomará en sus brazos y te hará volar, volar como un águila.

«Si has perdido dinero, has perdido poco.
Si has perdido un amigo, has perdido mucho.
Pero si has perdido la fe en Dios, lo has perdido todo.

La lucha con la envidia

Por:Charles Stanley

¿Ha tenido envidia del éxito de alguien? Talvez su vecino compró un auto nuevo o quizás alguien en su trabajo recibió un ascenso. Cuando situaciones así provocan reacciones inexplicables en nosotros, podemos tener un problema.

La envidia es la emoción de desagrado que tenemos ante la buenas oportunidades de los demás. Pensemos en esta definición.

Primero, es una emoción. ¿Son siempre sus sentimientos el mejor indicador de la verdad? Muchas veces, la respuesta es no. En efecto, la Biblia dice que nuestro corazón es «engañoso» (Jer. 17:9). Eso significa que no podemos confiar en él siempre. Debemos más bien pensar en lo que sabemos que es verdad: la Palabra de Dios.

Segundo, está caracterizada por el desagrado. Le pregunto: ¿Qué le agrada a usted? ¿Depende su gozo de las posesiones y los reconocimientos, o proviene su alegría del Señor? Si encuentra su placer en las «cosas», entonces puede esperar una lucha con la envidia en cualquier momento.

Tercero, está dirigida a los demás. Esto es por lo general un problema de orgullo. Por nuestro espíritu orgulloso, creemos tener derecho a las bendiciones de otros. En cierto sentido, estamos diciendo: «Dios, le estás dando esto a esa persona, pero debiste habérmelo dado a mí. Te equivocaste». Es posible que no lo digamos tan insolentemente, pero nuestras acciones pueden hablar más alto que nuestras palabras.

La envidia actúa como un veneno, para destruir las buenas relaciones. Cuando sienta el comienzo de una actitud de envidia, pídale a Dios que le quite su atención de las «cosas», y la ponga de nuevo en Él.

¿Se puede controlar una actitud de envidia? ¡Sí, claro que sí! Sabiendo que Dios quiere que sus hijos controlen sus emociones, examinemos algunas cosas específicas que usted puede hacer para lograr la victoria.

Primero, confiese su envidia. Esta emoción siempre, quita nuestra mirada del Señor y la fija en otra persona u objeto. Eso, en el fondo, es idolatría. Siempre que usted da a una «cosa» más valor que a Dios, se pone bajo juicio. ¡Arrepiéntase de ese pecado!

Segundo, reconozca que está en desacuerdo con Dios. Si Él decide traer una bendición específica a la vida de otra persona, ésa es su prerrogativa. Su envidia no es más que la declaración de que usted merece la bendición más que la otra persona. Traiga delante del Señor, con sinceridad, este desacuerdo, y pídale que restaure en su mente una recta perspectiva.

Tercero, dé gracias a Dios por lo que Él está haciendo en la vida de esa persona. Es posible que a no le guste eso, pero cuando alaba a Dios, aunque no se sienta con ganas de hacerlo, se pone en la posición de recibir Sus bendiciones, al mostrar que confía totalmente en Su juicio.

Cuarto, pídale a Dios que le ponga amor en su corazón por la otra persona. En la Biblia, muchas veces la palabra «envidia» es seguida por la palabra «ira». No permita que la envidia despierte en usted odio hacia alguna persona.

La envidia puede destruir sus relaciones, su testimonio y su experiencia de las bendiciones de Dios. Pídale al Señor que le quite esos malos sentimientos hoy.

En este mensaje nos explican claramente lo que este sentimiento hace y provoca en nosotros, tambien lo que debemos hacer para no ser presa de el y ser libres, entonces le agradecemos a Dios que esta para ayudarnos y hacer que nuestra forma de vida sea para agradarle, que vayamos a el cuando algo nos haga esclamos y por ende no vivamos en paz o seguridad, porque el pecado siempre produce temor, duda y eso no es lo que Cristo quiere para nosotros, asi que demosle todo el Honor porque nos ayuda a mejorar dia a dia.

Los amo y bendigo en Jesucristo.

MAGNOLIA.

 



 

 


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