Como Llevarse Bien Con Los Demás Parte 3

0

 

personas-felices-3«.QUE TODOS VIVAN EN ARMONÍA. (1 Corintios 1:10 NVI)

Como Llevarse Bien Con Los Demás  Parte 3

Para llevarse bien con alguien, se necesita algo más que tener buena conformidad, es necesaria la cooperación. Tenemos que hacernos cargo de los sentimientos del otro y nunca tratar de persuadirle a que sienta de otra manera. Escucha sin ponerte a la defensiva, y que tu lenguaje corporal transmita que comprendes su sentir, aunque no estés de acuerdo con la persona. Las emociones no son siempre lógicas ni veraces, pero a menos que las confrontemos, no podremos avanzar. David dijo: «Se llenó de amargura mi alma. Tan torpe era yo, que no entendía.» (Salmo 73:21-22). Todos actuamos mal cuando estamos dolidos. Pero según Salomón: «El buen juicio hace al hombre paciente; su gloria es pasar por alto la ofensa» (Proverbios 19:11 NVI). Cuando estás dispuesto a aceptar los sentimientos de la otra persona, el mensaje que le transmites es: ‘Me importa más nuestra amistad que nuestras diferencias; me importas tú.» No hay duda de que ser el blanco del enojo ajeno y aceptarlo sin alterarse es un sacrificio, sobre todo cuando la ira es infundada. Pero recuerda ¡eso mismo es lo que Jesús hacer por ti!

Para llevarte bien con alguien, debes admitir tus faltas y errores. Jesús dijo: «.Saca primero la viga de tu propio ojo, y entonces verás bien para sacar la paja del ojo de tu hermano» (Mateo 7:5). Puesto que todos tenemos «alguna paja o viga» en nuestros ojos, pídele a un buen amigo que te ayude a evaluar tus actitudes y acciones antes de reunirte con la otra persona. Pregúntale a Dios: ‘¿Soy yo acaso parte del problema?’ ‘¿Estoy siendo poco realista, insensible, demasiado susceptible, etc.?’ La confesión es una herramienta poderosa a nuestra disposición. Admitir tus propias faltas aplacará la ira del otro, porque seguro que esperaba que te pusieras a la defensiva. Cuando confieses algo, no te excuses ni eches la culpa a alguien o algo; simplemente reconoce tu parte. Pensarás que hacer eso cuesta mucho, y es verdad, pero recuerda que Dios «nos dio el ministerio de la reconciliación.» (2 Corintios 5:18).

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí