Las iglesias firman un pacto para formar y enviar a 100.000 pastores a Europa en los próximos años

Compromiso de Iglesias para Formar y Enviar a 100,000 Pastores a Europa

En un esfuerzo por revitalizar el Evangelio en Europa, un continente con profundas raíces en el cristianismo, líderes cristianos de todo el mundo se reunieron en la Conferencia FINISH Europe en Zúrich, Suiza. Durante esta conferencia, casi 400 líderes ministeriales y pastores se comprometieron a un ambicioso objetivo: formar a 100,000 nuevos pastores que trabajarán en Europa en los próximos años. Esta iniciativa tiene como objetivo contrarrestar décadas de distanciamiento del Evangelio en el continente.

La Conferencia FINISH Europe, que tuvo lugar del 4 al 6 de septiembre, fue organizada por la Global Church Network (GCN), una entidad que ha colaborado con más de 700,000 iglesias de todas las denominaciones en todo el mundo durante dos décadas. En 2017, esta organización lanzó el movimiento FINISH 2030 en la tumba de Martín Lutero en la Iglesia del Castillo de Wittenberg, Alemania. Este movimiento se propuso completar la Gran Comisión de Jesús en colaboración con líderes de todas las tradiciones cristianas y regiones del mundo.

La sigla «FINISH» representa Encontrar, Interceder, Trabajar en Red, Invertir, Enviar y Cosechar. En la conferencia de este año, James O. Davis, fundador de la GCN, subrayó la importancia de establecer un plazo para alcanzar una visión. Davis mencionó: «Una de las razones por las que la Gran Comisión aún no se ha cumplido es porque nunca fijamos un plazo». Agregó que FINISH 2030 ofrece una estrategia integral y global que puede llevar a la iglesia a alcanzar su objetivo antes de lo esperado.

La GCN ya cuenta con 159 centros mundiales que se centran en establecer relaciones, brindar capacitación y promover la divulgación. La organización tiene planes de abrir 39 puntos de conexión en Europa para 2024. Durante la Conferencia FINISH Europe, Davis propuso la expansión de estos centros en Europa a 640 y la formación de más de 100,000 pastores en menos de nueve años.

El desafío radica en la escasez de pastores y ministros capacitados, especialmente en las naciones europeas, que a menudo se consideran difíciles para plantar iglesias y equipar líderes. Sin embargo, este compromiso colectivo busca llenar ese vacío y revitalizar la fe en el continente.

Versículo Bíblico: «Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura.» (Marcos 16:15)

Este es un momento emocionante en la historia de la Iglesia, donde vemos un compromiso apasionado por llevar el Evangelio a lugares donde la necesidad es grande. La Gran Comisión de Jesús es clara: llevar el mensaje del Evangelio a todas las naciones. El continente europeo, que una vez fue un faro del cristianismo, se ha enfrentado a desafíos en las últimas décadas. Pero como cristianos, sabemos que Dios puede avivar la fe incluso en los lugares más difíciles.

El compromiso de formar y enviar a 100,000 pastores a Europa es un recordatorio de que somos portadores de la esperanza y la luz de Cristo en un mundo que a menudo se siente oscuro. Como dice la Escritura, «Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura». Esta es nuestra misión, y es un llamado que no debe ser tomado a la ligera.

La historia de la Iglesia ha estado llena de desafíos y momentos de cambio, pero también de victorias y avivamientos. A medida que avanzamos hacia este ambicioso objetivo, recordemos el ejemplo de aquellos que nos precedieron en la fe, como la misionera Frida Maria Strandberg Vingren, quien hizo contribuciones valiosas a pesar de los desafíos de su época.

Sigamos adelante con valentía y determinación, confiando en que Dios nos capacitará para cumplir esta gran comisión. Recordemos que, en última instancia, la obra es de Dios, y nuestra tarea es obedecer y seguir compartiendo el amor y la verdad de Jesucristo.

¿Estamos dispuestos a ser parte de esta gran misión de llevar el Evangelio al mundo, incluso a los lugares donde enfrentamos desafíos aparentemente insuperables? Que podamos tomar este compromiso no solo como una responsabilidad, sino como una oportunidad para ser instrumentos en las manos de Dios en la transformación de vidas y naciones.